Loca por él (Gustavo Daneluz y tú)

Eres un Acosador

-Sí y también traes esa cosa que se echa a las comidas… ¿Cómo era que se llamaba? Tondero… Tinpero..

-Tempero mamá, tempero

-Sí, eso- escucho a mamá reírse del otro lado del celular- Entonces ¿Qué es lo que nos tienes que traer?

-A ver- reviso la pequeña listilla de compras que mamá quiere que lleve- 4 cajitas de bombones, dos empaques de maíz molido, un chocolate en polvo, una bolsa de café sin preparar,un tratamiento capilar para tu cabello y un tempero.

-Y un mingadooo- se escucha de lejos la voz de Jeff y que se despide de mamá

-¿Eso no es para los bebés?

-Para mí Jeffsito  sigue siendo mi bebé- yo suelto una carcajada

-Tal vez por eso siga hablando como un niñito engreído a sus 25 años

-Bueno, haré el depósito de acá a dos horas, estate atenta.

-Ya mamá, te llamo luego- finalizo la llamada

-Tini, ¿tienes algo que hacer hoy?

-Pues nada- me contesta mientras teclea su MacBook. Ya quisiera que me regalen una así

-Quiero ir a comprar algunas cosas para llevar, ah y recuerditos.

-Yo también, quiero comprarle algo a mi mamá, después dice que soy una egoísta por no traerle algo.

-¿Vamos ahora?

-Hay un minimarket cerca de aquí- Me dice Martina cerrando la ventana de Google Maps- para algo servían estos mapas.

Salimos del hotel y caminamos en las calles de Sao Paulo. Resulta que el minimarket estaba dentro de un shopping center, un mall o algo así. El lugar estaba despejado, así que me di tiempo para escoger los productos que mamá me pidió.

Mientras tomaba las cajas de bombones recordé lo que me dijo Jonás ¿Qué será de él? No me ha hablado durante todo este tiempo.

Saqué una caja más para él.

-___, deberías probar esta gaseosa- Martina se me acerca con una lata de gaseosa color verde abierta- es de guaraná

-Tú pagarás eso- señalo la lata

-No creo que me cobren por tomar un latita- da un enorme trago a su bebida

-Martina, hay cámaras de seguridad

-No me fijé en eso- Martina mira a su alrededor y se da una vuelta entera- Sí, hay un par de esas

-¿Será tan deliciosa como tú dices?- observo la lata que ahora está en mis manos- llevaré un par para probarlas

- Seguiré viendo qué cosas puedo comer, digo, comprar- Martina se da media vuelta y se aleja

Entré a la sección de salsas, busqué el tempero que tanto quería mi mamá.

Aún no lo encuentro, quizás está detrás de esos frascos de Ketchup.

Me puse “de puntitas” para alcanzar dicho frasco, no estaba tan alto pero mi brazo no lo alcanzaba. Cuando lo quité para buscar el condimento unos enormes ojos marrones estaban viéndome por detrás del mostrador.

-Hola- una voz peculiar entra por mis oídos

-¡Ay!- Si no era por mi instinto salvaje y porque el destino estaba de mi lado, el frasco DE VIDRIO estaría en este momento roto en el suelo y con un montón de kétchup regado.

-¿Te asusté?- Nooo, fíjate que casi me haces caer toda una salsa de kétchup al piso.

-¿Gustavo? ¿Pero qué haces aquí?