Acabo de abrir los ojos y no he soñado nada, no recuerdo casi nada. Me he quedado por un minuto observando el techo, su color es distinto que el del hotel.
Me levanté y automáticamente llevé mi mano a la parte de atrás de mi cabeza. ¡Qué dolor!
Ahora que estoy consciente, recuerdo que ayer tropecé con algo y me golpeé la cabeza, que estaba hablando con Jonás y no era un sueño. Hablando de eso, ¿En dónde está Jonás?
Estoy en un lugar que no conozco... oh por dios ¡Me han raptado! Sigo con la ropa de ayer, busco mis zapatillas y me las pongo, tengo que ver la manera de cómo salir de aquí. Si es que estoy en la casa de un asesino o un secuestrador pos... "Balió berga la bida"
Estuve a punto de levantarme cuando abren la puerta. Dios mío, mi corazón está latiendo mil veces por minuto.
-¿Qué tal dormiste? Dicen que esa cama es nueva y el colchón es de buena calidad.
-Jonás, ¿puedes decirme qué rayos estoy haciendo aquí?
-Te desmayaste al chocar con una piedra ¿No lo recuerdas?- se detiene para tomar un sorbo de su taza- y como eres mi amiga, decidí traerte a mi depa.
-Osea que si no fuera tu amiga me hubieras dejado ahí...
-Si no fueras mi amiga no hubiera venido a Brasil.
-Entiendo.
-Y por las dudas, no, no he dormido contigo. Tengo un cuarto propio- me quedo callada, estoy despierta, pero me siento débil-___- me llama Jonás, creo que mi cansancio es notorio- ¿Te duele algo? ¿La cabeza?- intenta acercarse a mí. ¿Ya les conté que Jonás está con el torso desnudo? Claro, es su casa y no le puedo refutar- En mi cuarto tengo un botiquín, si quieres lo puedo traer, o tal vez tengas hambre, qué tonto. Debí de haberte preparado algo antes
-Jonás sólo quiero irme al hotel- ahora que está más cerca, puedo ver sus abdominales bien marcados. ¿Cuándo cambiaste tanto, Jonasito? ¡Pero no! No me dejaré sucumbir a los encantos de Jonás, oh, creo que ya se dio cuenta que me he quedado como boba mirando su abdomen- ahora.
-Está bien- se levanta y se dirige a la puerta- dame cinco minutos
Salimos de su antiguo departamento, digo antiguo porque al parecer su edificio fue construido antes del siglo XXI, el ascensor es una puerta que se abre manualmente y algunos números están borrados de tanto presionar. Todo tiene un aspecto anticuado, como le gusta a él.
En todo el camino de su casa hasta al hotel no dijimos ni una sola palabra, no quería decir nada, y al parecer él tampoco.
Aproveché ese momento para encender mi celular, tenía más de 7 llamadas perdidas de Gustavo, 25 mensajes de Martina y una llamada de mi mamá. Martina ya debió haber llamado a la policía al ver que no contestaba. Ella aún no tiene idea de lo que me ha pasado ayer.
-Te llevo hasta a tu habitación- No me negué porque, con lo mal que estoy, quizá me desmaye a medio camino y nadie acuda a mi rescate.
Subimos al ascensor y ¡Oh por dios! ¿ESA ES MI CARA?
Ya debieron adivinar, mis ojos están tan hinchados que no sé por dónde más van a salir las lágrimas, mi cabello está más que enmarañado, y juuuusto se me ocurre salir ese día sin maquillaje. Esto costará demasiado en repararse. Y cuando digo esto, también me refiero a mi corazón.
Caminamos hacia mi cuarto y veo otra vez a esa persona que no quería ver en este mismo instante.
Gustavo.
-Por favor, sólo déjame un minuto hablar con ella
-¡Ya te he dicho que aquí no está!- Martina trata de cerrar la puerta, pero su expresión cambia cuando nota mi presencia
-___, ¿En dónde estabas? Te estuve llamando todo este tiempo- ¿Recién te preocupas por mí?- ¿Quién es él?- recién se dio cuenta de Jonás- ¿Has estado con él después de lo que pasó?- Espera, QUE QUÉ?
-Jonás es sólo un amigo
-Ah ya veo, ¿Y por qué nunca me lo dijiste, eh? Me reclamas de infidelidad cuando tú también hiciste lo mismo.- Gustavo, te estás pasando.
-A ver, a ver. Nada se compara con lo que tú me has hecho. Él sólo me quiso ayudar, al ver lo sola y triste que estaba. Además no tengo por qué estar dándote explicaciones a ti, así que déjame pasar- intento entrar a mi habitación, pero Gustavo me toma del brazo y automáticamente me suelto de su agarre
-___, tienes que escucharme- dice desesperadamente
-Hey- interrumpe Jonás- si ella no quiere hablar, no le insistas
-¡tú no te metas!- le replica Gustavo y Jonás no se queda atrás, Oh Oh, esto sí que va a terminar mal
-¡Ya basta, los dos!- me pongo en medio de los dos- No voy a dejar que esto se convierta en un rincón de box, así que o se calman, o llamo a seguridad.
-Me llamas si es que te incomoda- Jonás se despide de mí y de Martina con la mano. Martina está con una cara de no entender nada. Esta vez entré a mi habitación y cerré la puerta, Gustavo sigue ahí, pidiendo que la abra, que si no la abro se quedará ahí hasta mañana. A mí me da igual. No quiero escucharlo ahora
-¿Qué fue todo eso?- Martina señala la puerta esperando una explicación
-Ya te lo contaré después, estoy cansada- me desato las zapatillas y me abalanzo a mi cama- Una cosa más, por nada del mundo le abras la puerta a ese individuo.
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Loca por él (Gustavo Daneluz y tú)
FanfictionLlámenme como quieran, pero de que lo voy a conocer, lo voy a conocer. Él se ha convertido en mi todo y no pararé hasta encontrarlo esté donde esté. Lo quiero a él a costa de todo. A estas alturas ya no me importa nada de lo que piensen mis amigos o...