Loca por él (Gustavo Daneluz y tú)

Y no lo Encontré

-¿Qué me aconsejarías hacer? Lo extraño demasiado, te juro que estoy a punto de...

-¿Suicidarte?

-No, a punto de...

-¿Gritar a los cuatro vientos que te volviste lesbiana?

-!Tampoco! estoy a punto...

-¿De ir hasta la casa de sus padres para que te den la bendición de la pedida de mano?

-¡NOOO! Nada de eso Martina, ay ¿ves por qué no te cuento nada?

-Lo siento, prosigue.

-Quisiera ir a buscarlo, pero no sé si sea la ocasión adecuada

-¿Quieres ir a buscarlo?

-Me gustaría.

-Entonces, ¿Por qué no te sacas de duda y lo haces?

-¿Pero no tendría que ser al revés?

-___, estamos en pleno siglo XXI.

-Tienes razón, déjame mandarle un mensaje para ver si está en su casa...

-No, no, no- Martina interrumpe mi acción y hace caer mi celular- Es mejor que vayas de sorpresa, así lo encuentras desprevenido.

-¿Tú crees?

-Que síii- Martina se levanta y de un jalón me hace ponerme de pie rápidamente- ahora, anda a por tu hombre

-P-pero ni siquiera me he arreglado...

-¡No importa! A los hombres les gusta más las mujeres sin maquillaje- me empuja hacia la puerta- ¡corre ya!

-¡Auch!- suelto un quejido por el golpe que me dio la puerta al cerrarla.

Gustavo, allá voy por ti.

Ya estoy a pocos metros de llegar a su edificio y a medio camino me di cuenta que no traigo nada conmigo, ni dinero, ni celular, nada. Espero que no esté ocupado hoy.

Subo por el ascensor hasta su piso, hay un silencio tan profundo que puedo escuchar los latidos fuertes que da mi corazón producto de los nervios, quiero llegar ya, verlo y darle quizás un último abrazo de despedida.

Tardé como tres vueltas para recién tocar su puerta, pensaba en las cosas que iba a decir, en lo que pasará en nuestra tormentosa "relación"

-¿Por qué se está tardando tanto?- pensé en voz alta.-¿Será que no oye?

<<O quizás no está>>

Rayos, no puedo venir aquí por gusto... ¿No?

Toco de nuevo la puerta, tampoco se oye nada.

¿Lo espero? Tal vez no demore tanto.

20 minutos más tarde...

Odio esperar.

Lo detesto.

¿Pero saben por qué lo hice?

Por el tarado de Gustavo.
Simplemente ¡Ya me cansé! Iré al hotel ya que no tengo dinero como para darme lujos ahora.

Ni modo, que conste que te he buscado, Daneluz.

Camino lentamente hasta el ascensor, observo por última vez su puerta y presiono el botón del primer piso.

-¿Hablaron?

-Toqué su puerta más de una vez y no estaba.

-Oh, no puede ser. ¿Pero le enviaste un mensaje o algo?

-Yo le hubiera mandado un mensaje si no me hubieras quitado el celular.

-Puedes enviarle ahora, si quieres- me entrega mi celular

-Puidis invirli ihiri si quiris- abrí el WhatsApp, exactamente en su chat y decidí enviarle dos palabras muy significativas para ambos en este momento:

-Te extraño 💔.