Reconciliadas

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Tengo la llave, pero no la usaré porque quiero darle una sorpresa.

-¿Quién eeees?- se escucha a Martina decir del otro lado

-___- suspiro

Abrió la puerta y vi a una Martina como a un mapache. El rímel corrido, ojos rojos y totalmente despeinada.

-___ DISCÚLPAME POR FAVAAAAR- Martina acaba de arrodillarse al suelo y está abrazando mis rodillas- Fui una tonta por no decirte, una estúpida, una sonsa que solo piensa en ella misma. Te juro que no lo vuelvo a hacer pero discuuulpameee

-Martina, párate- la ayudo a pararse pero ella tambalea- ¿estuviste bebiendo?

-He estado bebiendo hoy, ayer y antes de ayer- solloza- No sabes lo mucho que te extraño

Si bien dicen que los borrachos dicen la verdad, les creo.

-Vamos a dormir, te ayudo- pongo su brazo por debajo de mi cabeza y la ayudo a quitarse los zapatos.

-¿Y-ya me has perdonado?- Martina hace un puchero mientras abraza a señor canguro

-Mañana conversaremos sobre eso. Buenas noches.

Al día siguiente...

-¿Y cómo fue que sucedió?

-Fue el mismo día en el que conociste a Gustavo. Él había ido con su auto y por eso no bebió mucho. Yo aún estaba consiente, pero no del todo.

Nos hemos sentado frente a frente en la cama de Martina, no puedo creer lo que pasó ayer. Martina estaba en ese estado por mi culpa.

-Me miró, yo también lo miré y… no necesitamos decirnos palabras. Habíamos hecho clic.

-Entonces… ¿Ese día no sucedió nada más que besos?

-Ajam, y no pasó a otras cosas porque Javier me estaba llamando para irnos, ahí fue cuando te volví a encontrar… ¡Estabas desaparecida!

-Y por eso actuabas de una forma tan distante…

-No sólo por eso, es que estabas tan distraída con Gustavo que a mí no me prestabas atención y dije: Si es que ella puede entretenerse con alguien ¿Por qué yo no?

-Ay Martina ¿Cómo puedes pensar eso?

-El día en el que te llamé porque estaba supuestamente perdida, no lo estaba. Sólo me había peleado con él y me dejó ahí. Bueno no me dejó, yo le dije que me bajaba.

-¿Por qué?

-Porque a veces pienso que él se está enamorando de mí. Me traía chocolates, mini peluches de canguro y mucha, mucha nutella

-¿Y tú no?- Acabo de recordar la sorpresa de Thomaz

-No… Bueno un poco, ¡Ay no sé!

-Martina no estamos hablando de cualquier hombre, es ¡Thomaz Costa! ¿Sabes cuántas chicas desearían estar en tu lugar?

-P- peeero…¿Y si solo me quiere para un momento?

-¿Acaso no comenzaron así?

-Sí, pero quiero tomar ya una decisión
-¿Y no quieres pensarlo mejor antes de tomar una decisión?

-¿Cuánto tiempo tengo que esperar?

-No lo sé, por lo menos… una semana- llevo mi mano hacia mi nuca- digo, porque ahora es muy temprano

-Tienes razón

-Bueno, ¿Bajamos a desayunar?- acomodo mis piernas para poder levantarme

-Espera- me detiene- ¿Ya me perdonaste?

Loca por él (Gustavo Daneluz y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora