Capítulo 16↩

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Capítulo XVI.-



Luego de eso, Sergio me hizo sentar en el sillón, mientras el acomodaba el bolso con las cosas para el bebé y ropas mías también. Mientras tanto, llamé a mi mamá, a Laura y también al hospital, para que me esperaran. El dolor se hacía cada vez peor.

-Ya esta todo listo- dijo Sergio nervioso.

No podía pararme del dolor, entonces él me ayudo. Subimos al auto y aceleró.

Nunca había ido tan fuerte en el auto como ahora. Podía ver que apenas podía respirar. Le acaricie el hombro.

-Sergio, todo saldrá bien- le dije.

El respiro profundamente. La maternidad estaba cada vez más cerca. Llegamos al hospital y como ya nos esperaba, me sentaron en una silla de ruedas y me llevaron a una habitación. Me acosté en una cama muy cómoda y me pusieron algunas cosas para monitorear al bebé.

La doctora Julieta apareció con una sonrisa.

-Bien Florencia, voy a revisarte para ver cuanto has dilatado- me dijo con una sonrisa tranquilizadora, luego me examinó- Llevas tres cm, tienes un buen camino por recorrer- dijo mientras anotaba unas cosas en una planilla.

Se fue y por suerte no tenía contracciones por el momento. Luego de unos minutos llego mi madre, Laura y Paula.

-Bianca viene en camino- dijo Pau.

-¿Te duele mucho?- preguntó Laura.

-Todavía no tengo una contracción- dije.

En esos momentos pensaba que Giannina no iba a venir. La necesitaba tanto. Tal vez si la llamaba ahora podía tomar el colectivo y llegaría a tiempo.

-Mamá ¿puedes llamar a Giannina? Dile que venga, por favor- le dije.

Ella asintió con una sonrisa.

Sergio se puso tenso.

-La conversación que estábamos teniendo, la vamos a retomar después de esto- le dije en un susurro.

Él asintió resignado.

Empecé a sentir una contracción muy fuerte, agarre la mano de Sergio con fuerza. Luego de un momento interminable, para mi, por fin se detuvo. Mi madre se acerco con una toalla para secarme el sudor.

-Esa fue bastante fuerte- dije.

Mi madre me acaricio la cara.

-¿No hay manera de que no le duela?- dijo Pau.

-Lamentablemente no, tiene que esperar a dilatar lo suficiente para poder darle la epidurial- dijo Laura.

Pau se sentó en una silla a lado mío y me agarro la mano.

-Entonces, aquí estaré- dijo ella.

Le sonreí dulcemente.

Mi madre salio afuera para poder hablar por el celular, creo que con Giannina.

Otra contracción. Ahora mis manos estaban sostenidas por mi novio y por mi mejor amiga, por alguna razón, eso me reconfortó. No fue tan dura como la anterior.

Pasaron unos minutos, junto con dos contracción más, mi madre regresó. Su cara me hizo dar cuenta de que Giannina no iba a a venir.

La doctora entró de nuevo, me examinó.

-Florencia, ahora estás con 5 cm estamos cada vez más cerca- dijo contenta.

Bianca llegó, parecía cansada.

¿Por Qué A Mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora