Capítulo 21↩

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Capítulo XXI-.

El viento golpeo mi cara con fuerza y pude sentir el dolor que crecía en mi pecho y también tenía una gran nudo en la garganta. Jonathan no lloraba pero me miraba. Me observaba como si el supiera que estaba triste. Le di un beso en su pequeña cabeza y trate de calmarme.

Camine un poco más y me perdí entre la gente. Llegué a una plaza poco transitada, me senté en un banco. ¿A donde debería ir? No puedo ir a mi casa, quiero a mi hermana y comprobé que ella no había contestado a ninguno de esos mensajes, sin embargo no podía verla. Sergio pronto saldría a buscarme y mi casa sería el primer lugar a donde el iría, y todavía necesitaba más tiempo para pensar. No podía ir a la casa de Pau, sus padres no me recibirían con un bebé en brazos. Tampoco con Bianca que ya tiene un bebé, dos bajo el mismo techo me parece muy complicado. Entonces se me ocurrió que podía ir con Mica. Tome un taxi y fui al departamento de Micaela.

Cuando me abrió la puerta del departamento, rompí a llorar. Micaela me abrazo. Entre sollozos y lágrimas pude contarle lo que paso.

-Por eso estoy aquí, no se a donde ir- le dije limpiándome las lágrimas.

-Puedes quedarte aquí, tengo una habitación extra y una cuna que era de Lud- me dijo

La ayude a acomodar la habitación que sería mía. Tenía una cama en esa habitación. Limpiamos la habitación y puse a Jon en su nueva cuna. Cuando al fin terminamos, pude alimentar a Jonathan con mamadera porque se me había acabado la leche por el estrés de hace algunas horas. Me sentí muy agradecida de haber conocido a Mica.

Cuando terminé de alimentar a Jon, lo puse en su cuna y fui con Micaela que estaba sentada en la mesa.

-Muchas gracias Mica- le dije con mi voz quebrada.

-Puedes quedarte todo el tiempo que necesites- me dijo.

La abracé una vez más.

-¿Donde esta Lud?- pregunté al no verla.

-Esta con mi madre- respondió.

-Ahora duerme un poco, necesitas descansar- me dijo

Asentí. Me dirigí a la cama, me acosté y cerré mis ojos. Dormí muy poco ya que Micaela me despertó.

-¿Que pasa?- pregunté somnolienta.

-Es Sergio entro a la fuerza y no se quiere ir sin antes hablar contigo- dijo.

Palidecí.

-Quédate aquí, iré a hablar con él - dije

Salí de la habitación. Sergio se veía nervioso y desesperado.

-Flor por favor perdóname- dijo Sergio desesperado.

-Sergio cálmate- le dije.

-Flor te quiero- me dijo tomando mis manos.

-No te atrevas a decirme eso- le dije

-Pero es la verdad.

-No te creo, me has mentido todo este tiempo.

-No digas eso.

-Te amo tanto, pero no puedo con esto ya he soportado mucho, te he perdonado muchas veces Sergio ¿Crees que alguna chica estaría contigo sabiendo el pasado que tienes con su hermana?- le pregunté acariciando su rostro.

Él bajo la cabeza y niega.

- Yo si lo hice ¿sabes por qué?- le dije

El me miro directo a mis ojos haciéndome estremecer.

-Porque te amo- le dije mientras se me escapaba un sollozo.

- Flor...-

-Merezco más que esto, me entregué a todo por ti, por Jon y no puedo soportar más.

-¿Que vamos a hacer con Jon?- me preguntó.

-Como muchas parejas separadas deberíamos dividir los días en que pasara con cada uno.

-Puedes quedarte en mi departamento yo volveré a vivir con mi madre- me dijo

-No, no puedo, viviré aquí, estaré bien.

-Flor no seas orgullosa y quédate en mi departamento.

-No Sergio y no insistas.

-Jamás podré olvidarte.

-Como desearía creerte.

El me beso y sentí tanto dolor como amor. Acepte el beso pero duro muy poco mi aceptación por que al final rechacé su beso y nuestros labios se separaron.

-Sergio, esto no se arregla con un beso- le dije.

-Por favor Florencia, vuelve conmigo- me rogó abrazándome.

-Lo siento Sergio, no puedo, vete por favor- le supliqué.

Entonces Sergio se rindió y se fue. Rompí a llorar en el segundo en que cerró la puerta. Los brazos de Micaela aparecieron y me consolaron.

-Estos hermanos Celli, como hacen sufrir- dijo Mica con humor.

Asentí riendo entre lágrimas.

-Flor mírame- me dijo Mica, levanté la vista y la mire- Tú eres muy fuerte y vas a seguir adelante, yo te voy a ayudar, he estado en tu mismo lugar y ahora soy feliz con mi hija a pesar de todo- dijo ella animándome.

Cuando se hizo más tarde, alguien más toco la puerta. Era Giannina. Cuando me vio, rompió a llorar. Me abrazo con fuerza.

-Lo siento Flor, por mi culpa todo se ha jodido de nuevo- me dijo.

-No Giannina, no es culpa tuya, si hay algún culpable es Sergio- le dije

Luego Giannina se calmo y se limpió las lágrimas.

-He hablado con él y esta muy dolido- me dijo.

-Yo también he hablado con él le dije

-Lo sé, no quiero que pienses que no le importas porque no es así- me dijo

Quería creerlo pero me sentía demasiado herida.

-No importa, nada cambia lo que el hizo y el daño que me hizo a mi, a Jon y a ti y el daño que en el futuro le causara a Jonathan enteraste del por qué de nuestra separación- le dije

Giannina no me contestó pero me abrazo de nuevo.

-Me gustaría volver al tiempo y cambiar tantas cosas- me dijo abrazándome con más fuerza

-Yo también- le dije sollozando

Luego nos limpiamos las lágrimas. Micaela nos miraba con atención.

-Giannina ¿recuerdas a Micaela?- le dije.

-Si, por supuesto- me dijo

Las dos se sonrieron como saludo.

-Flor puedes volver a casa- dijo Giannina.

-Lo se, pero me parece que sería muy complicado, seriamos demasiado en casa- le dije.

Después de un rato, Lud llegó con su hermosa sonrisa, iluminando a la habitación entera y a mi corazón. Cenamos juntas, Ludmi no preguntó el porque estaba aquí supongo que Mica le había dado una mirada de alerta si quería preguntar algo.

Giannina se fue y yo me dormí admirando, amando y sufriendo por mi hijo, porque iba a tener padres separados.

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