CAPITULO XVI

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I
En el que alguien muere.

-Estas acabado Son Goku- Habló Haku.
Que podría hacer ahora?, realmente estaba acabado?, que desgracia, bueno al menos moriría junto a su familia, no, no, que estaba pensando, debía actuar ya, cueste lo que cueste, no podría permitir que le pasara nada a sus amigos, a sus hijos y a la mujer que el amaba.
-ataquen- ordenó el ex-rubio, Seiji y Kiana se lanzaron a la pelea al igual que las demás criaturas creadas por Haku con la función de aniquilarlos. 18 peleaba nuevamente con Kiana; Vegeta, Gohan y los demás peleaban con todas esas monstruosas cosas. Milk arrastró a Bulma a un lugar donde pudieran estar a salvo, Videl iba detrás, tenían una vista perfecta y podían observar todas las peleas que había. La morena no le quitaba los ojos a su esposo y al que estaba enfrente de él, Bulma observaba a Vegeta pero le llamó la atención aquello que Milk estaba viendo y dirigió su mirada a donde estaba viendo la pelinegra.
-Toma, sujeta esto- dijo Bulma dándole a Milk unos cables que ella tomó en sus manos.
-Que harás? Algún aparato de sonido?- preguntó la azabache.
-Exactamente- dijo la peliazul conectando aquí y allá, ensamblando esto y aquello. Minutos pasaron, Goku estaba preparándose para lo que viniera, Haku estaba igualmente preparando algo, no quería usarlo pero si quería acabar de una vez por todas con el pelinegro de cabellos alborotados debía arriesgarse.
-Taa-daa!- exclamó una feliz Bulma mostrándole a la otra mujer una especie de cajita con varios botones y luces.
-Vaya Bulma, te superaste a ti misma- dijo Milk asombrada y a la vez triste <<Porque yo no soy lo suficientemente lista para crear cosas como las que hace Bulma, ni siquiera soy fuerte para ayudar a los demás con esas cosas, y mucho menos podría ayudar a Goku con Haku. Porqué tienes que ser una inútil Milk?, Porqué?>> se destruía mentalmente la pelinegra mientras Bulma la llamaba.
-Milk, me escuchaste?- preguntó la peliazul.
-EH?- soltó la chica, saliendo de sus pensamientos.
-Ah, olvidalo- dijo colocando algo en la oreja de Milk, haciendo lo mismo en la suya.

-Porqué no te rindes Goku?- Preguntaba el pelinegro.
-Uhm, no soy de las personas que utilizan mucho esa frase- contestó firme el de cabellos alborotados.
Haku soltó una pequeña risa.
-Eres igual a tu padre..... Orgulloso-  soltó el ex-rubio.
-Soy un saiyajin, no?. Está en mi sangre- musitó Goku observándolo con un rostro de arrogancia, propio de la familia guerrera de los saiyajin.
-Personas como tú por lo general terminan muertas- dijo divertido el otro.
-Pues probemos- retó el pelinegro poniéndose en pose de batalla.
-Me agrada tu valor niño, pero igual no sirve de nada. Bardock era igual y terminó hecho mil pedazos a manos de Freezer.- añadió Haku algo molesto.
-Tsk, YA CALLATE!!- gritó irritado el otro pelinegro.
Dos mujeres habían escuchado todo, ambas estaban sumamente preocupadas pero una de ellas estaba ideando un plan que podría servir de algo, o al menos eso quería creer.

-Acaso eso es todo Kiana- dijo la androide deteniendo con mucho esfuerzo la espada de la chica.
-Acaso no puedes mantener la boca cerrada Dieciocho- contestó Kiana quien empuñaba con mucha fuerza aquella arma.
La rubia ya no podía más, se quejaba del dolor, pues Kiana le estaba venciendo y presionaba demasiado fuerte la espada contra la palma de la mano de la robot. Estaba a punto de soltar el arma y dejar de luchar cuando de pronto algo impacto con el rostro de Kiana, afortunadamente logro darse cuenta y solo logró cortar un mechón de su negro cabello y causar una pequeña herida en su mejilla. Kiana soltó la espada y Dieciocho se dio cuenta de quien provenía aquel ataque.
-No molestes a mi esposa- soltó el calvo que se dirigía a socorrer a la rubia. Ella solo sonrió.
Kiana se tocó la mejilla y observó la sangre brotar de su rostro, igual notó que le faltaba un mechón de cabello.
-KKK...KRILIN!!!- Kiana pegó tremendo grito que asustó a los dos. Tomó una vez más su confiable arma y se lanzó sobre el calvo.
-Krilin cuidado- habló dieciocho poniéndose de pie.

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