Jade tenía más presiones de las que desearía tener, los exámenes finales ya habían comenzado y estaba sumamente nerviosa por lo que podría suceder; después de un tiempo había logrado un pequeño trabajo como suplente en una escuela, lo que era su ingreso más fuerte. Sol seguía cuidando de Amelia durante las mañanas y tardes así que pasaba día tras día trabajando y estudiando duramente.
La castaña lograba sentirse culpable cuando la niña le pedía un poco de tiempo juntas, pero no lo tenía, la presión era tan grande, que al respirar dolía.
Afortunadamente con el dinero que ganaba, había logrado mejorar un poco la alimentación de ambas, pero ella seguía sin poder dormir, pasando las noches con una taza de café y pasando las hojas de su desgastada libreta.
Los sábados lograba descansar un par de horas, antes de colocarse a estudiar nuevamente, la mayoría del tiempo la niña estaba con sus papás o Sol, Jesy solía ir de visita algunos días, pero ella también estaba muy presionada con los exámenes y ahora el nuevo negocio por lo que no era la única ansiosa en graduarse. Pensaba en todo el tiempo libre que tendría para compartir junto Amelia, pero como todo sacrificio tiene su recompensa, sabía que para ambas llegaría el día donde serían inseparables.
Un día tras otro presentando exámenes hasta llegar al último. Jade sintió que por fin lo había logrado, solo debía aprobarlo, y entonces en una semana estaría recibiendo un título de maestría, una oportunidad en una buena escuela, y no tendría que seguir teniendo pesadillas con el futuro de su niña. Le daría todo ese presente y futuro que se merecía, lo había jurado.
—Pequeña—Jade entra a la habitación de su hija, observándola jugar con sus peluches—. Sé que mamá ha estado muy ocupada esté tiempo, pero mami sólo esta luchando para darte una mejor vida.
Un par de ojos mieles con destellos verdes la observan sonriendo, a pesar de su edad y madurez para entender las cosas, era muy inteligente y tierna. Estaba orgullosa de su primogénita y lo que deseaba era en algún día ser como ella. Luchadora.
—Mamá va graduarse muy pronto—la castaña aparta uno de sus rizos que caían sobre su cara—. ¿Quieres ayudar a mamá a preparar un vestido?
La niña sonrió y ojos le brillaron como dos luciérnagas emocionadas, no duda en dar una respuesta positiva y eufórica se lanza a los brazos de su madre, riendo cuando Jade la tomó entre brazos y le dio un par de vueltas en el aire. La castaña la lleva a su habitación y la sienta sobre la cama, para luego empezar a mostrarle un par de vestidos viejos que tenía antes de tenerla y que esperaba, siguieran siendo de su talla.
—¿Cuál te gusta más?—Jade los coloca a su lado para que los observe—. El que te guste más le haremos unos cambios.
La niña se coloca de pie sobre la cama y mira detenidamente los atuendos, formando una nueva pensativa con la boca, como si los juzgará de verdad.
—¡Hola, hola!—del pasillo se oyeron los gritos de su amiga, Jesy.
—Titaaa—el pequeño terremoto sale corriendo a su bienvenida.
—Tabamos eligendo un vetido pa' la má—cuenta con emoción—. Pelo ninguno es bonito.
Jesy se ríe y acaricia su cabello desparramado, la morena se hinca a su altura y besa su mejilla fuertemente.
—No te preocupes por eso, tía Jesy trajo para mamá un vestido que seguro te gustara mucho.
Desde su lugar, Jade observa la escena confundida, regañando internamente a Jesy por tomar el atrevimiento de comprarle un vestido.
—¿Lo quieres ver?
Amelia chilla de emoción y jala de la mano de su tía, como ella la llama, para guiarla a la recamara.
Jesy le muestra el famoso traje que traía en una bolsa, obteniendo otro grito de emoción de la más pequeña. Jade rueda los ojos y forma una sonrisa sin poder evitarlo, por más que quisiera decir algo al respecto, Jesy tenía de su parte a la niña y eran dos contra uno. Como bien dicen, si no puedes contra ellos, únete.
—Es hermoso, pero no hacia falta, Jesy, debiste gastar mucho...—antes que Jade pudiera terminar, la otra chica le interrumpe.
—Yo misma lo hice, necesitas ropa nueva, mujer
Jade sonríe debido a la preocupación de su amiga, y decide no parecer tan malagradecida y probarse el vestido. Le quedaba como una segunda piel, hecho exactamente para ella y tuvo que admitir, que era hermoso.
Con los silbidos coquetos de su mejor amiga y los halagos de su hija, Jade supo que estaba construyendo algo sólido y hermoso que era de ella y eso la estremecía de alegría.
Estaba con las personas correctas a su alrededor.
—Jade Amelia Thirlwall—la voz del director hizo eco en el lugar a través del micrófono, Jade sube las escaleras del escenario para recibir su título—. Felicidades, fuiste una de las mejores esté año.
El director le entrega su título y carta de recomendación, también un pequeño reconocimiento por su esfuerzo académico, con el corazón a rebosar de gratitud, se gira en la tarima y observa Amelia aplaudir con orgullo en los brazos de su padre. Lo había logrado, su futuro, el de su hija, lo había logrado. Desearía poder enmarcar la imagen de su familia sonriéndole desde el público, orgullosos de ella. En ese momento exacto supo que había valido la pena.
Jade baja del escenario y el director sigue llamando a los alumnos para que vayan en busca de su título, finalmente todos tomaron sus birretes, tirándolos al aire como todo recién graduados. Luego de abrazar a sus compañeros y celebrar un rato junto a ellos, se dirige a su familia.
Lo primero que hace es tomar el pequeño cuerpo de su hija y abrazarla con fuerza, derramando lágrimas al recordar aquellos días de tortura, le susurra que todo aquello lo hacía por ella y que la amaba. Abraza a sus padres y amigos conmocionada.
Sin embargo, no hizo más que dormir al llegar a casa, Amelia se había quedado jugando con sus padres, dándole a ella la oportunidad de celebrar su graduación, pero el cansancio le quemaba los hombros y los tacones los pies, Jade sentía necesidad por tomar una siesta como un oso, y despertar con cada hueso repuesto.
Sería lo último que una persona haría en su graduación, pero era lo que ella deseaba.
Descansar.
Y en su sueños, anhela el cuerdo de su hija y fantasea con algún formar una familia donde ambas sea enteramente felices.
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Uno de los momentos más conmovedores, tiene 100 palabras que el original, ¿qué les parece?
¿YA SABEN QUE SUCEDE EN EL SIGUIENTE CAP? A VEEEEEER
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