Deambulando por las oscuras y frías calles de Nepal, Clea decidió reposar de su largo viaje. Tomó asiento en ese congelado suelo y se rodeó con el abrigo que alguna vez perteneció al noble hechicero Bentley. En sus recuerdos emergieron los últimos momentos de vida de aquel hombre, unas pocas lágrimas escaparon y las removió con sus pulgares. Clea colocó su barbilla en sus rodillas y cada vez que el viento soplaba más se acurrucaba, aferrándose al abrigo. Un pequeño y peludo perro se presentó; desde que ella llegó a la tierra admiró a las criaturas que lo habitaban y en especial a los caninos, quienes llamaron su atención por la fidelidad que tenían con los humanos.
—Hola —saludó—. Ven.
El perrito se acercó y la olfateo en lo que ella le acariciaba y esbozaba una sonrisa. Ese amigo creó confianza hacia la mujer y se acomodó a su lado preparándose a dormir con tranquilidad. Dando cabezadas, Clea luchó por mantenerse enfocada y dar con el templo de Kamar-Taj, aunque sin imaginárselo el cansancio la dominó y se vio envuelta en los brazos del sueño.
Contemplando el cielo nocturno, Rebecca se alejó de su ventana y sostuvo la vela a fin de ponerla encima de la mesa. Vislumbró su cama y movió las almohadas hasta sacar uno de sus libros de estudio. Cerró sus ojos y respiró profundo con la intención de iniciar su meditación, y al poco tiempo vio a su alrededor y descubrió su cuerpo físico. Había logrado la proyección astral por cuenta propia y la felicidad no cabía en su ser.
Levitó y se situó frente a su forma tangible, dejando a flote una inmensa alegría. Pasó su mano sobre su cara, aun sin creer su acto, y se percató del libro y lo tomó, atrayéndolo al plano astral. Impresionada, ella volvió a leer y flotó hasta alejarse de la cama, y a su mente resonó el importante consejo que el Doctor Strange le otorgó días atrás. Cerró el ejemplar y lo colocó en su pecho, mientras que esa felicidad se desvanecía y las palabras de él se repetían cuál disco rayado.
—Le juro que no estoy actuando igual que usted, Doctor...
Becky volvió a su lectura nocturna al mismo tiempo que su cuerpo se relajaba para los entrenamientos matutinos.
Los ejercicios concluyeron y Rebecca agradeció a su compañero por formar parte de las prácticas de hoy. El aprendiz se despidió y Becky se quitó sus muñequeras, dispuesta a iniciar su rutina en la cocina cuando sintió que era observada. Por encima de su hombro, la joven distinguió a algunos compañeros que al notar su acción apartaron sus curiosos ojos y siguieron con lo suyo, logrando que la chica resoplara furiosa.
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Las Extrañas Historias de una Joven Hechicera. 【E D I T A N D O】y【P A U S A D A】
Fanfic❝ La magia es caos, arte y ciencia. Es maldición, bendición y progreso. Todo depende que quién se sirve de la magia y para que fines. La magia está en todas partes. Alrededor de nosotros. -Andrzej Sapkowski❞ ❥ Rebecca Keller siente que el destino...