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- Describe lo que sientes, Luke. -Dijo la doctora Smithson.

- ¿Cómo lo hago? - Dudé, no creía posible poder describir un sentimiento.

- Solo dime algo, clasificalo con algo, un objeto, un color...- Dijo ella.

- Iré por los colores.

Ella tomó su libreta para así anotar mis palabras.

- Adelante. -Dijo.

Lo pensé dos veces.

- Negro.

- ¿Por qué crees que el color negro define algo de lo que sientes? - Preguntó.

- Porque es tan...yo. - Expresé.

- Luke, a lo que me refiero es porqué piensas que eso expresa algo para ti.

- No solo en mi. En muchos. Todos ven a ese color como algo malo, pero en todo. Vés a un gato negro, es malo. Ves a alguien vestido todo de ese color, piensa que es algo malo. Es así como me siento, me ven como algo malo.

- ¿Quiénes?

- Mi familia.

Ella no respondió a eso, solo anotó en su libreta.

- ¿Tienes amigos, no? -Preguntó.

- Sólo una. Jenna.

- Con un color, ¿cómo la describirías?

- Rosa, tal vez fucsia. Algún color alegre.

- ¿Ella es alegre?

- Mucho.

- ¿Donde está ella? - Preguntó

- Se fue de vacaciones con su familia. Estoy solo.

- ¿Te estás refiriendo a ella como un sostén para ti? ¿Te contiene?

- Ella es lo único que tengo, solo ella me escucha.

- ¿Solo ella? - Dijo con un tono regañador.

Volteé a verla.

- Además de usted, claro.- Sonreí.


Después darme un baño, que por cierto se me hizo algo incómodo porque a menos que no quieras compartir la ducha con alguien, debes esperar a tu turno, fui a mi habitación. La intriga me mataba. Quería saber algo de Michael, y como con el único que me llevo aquí es con Aaron, decidí recurrir a el.

Entré a la habitación, y el estaba ahí, con su álbum de fotos, como siempre.

- Hey. - Dije, para que note yo estaba. El levantó su vista hacia mi.

- Hola, Luke. ¿Linda ducha?

- Si no fueran por las miles de miradas que hay ahí, diría que hubiera sido linda.

- Falta de costumbre, dentro de poco ya no te va a importar.

Asentí con la cabeza.

- ¿Puedo preguntarte algo?

Me miró.

- ¿Tu..que tanto conoces a Michael?

- Demasiado diría yo. -Dijo, me alivié.

- ¿Por qué?

- Quisiera que me hables un poco de el.

Suspiró. Al parecer no era mucho de su agrado.

- Michael Clifford. 23 años, está aquí desde los 19, es un demente. Es muy presumido, soberbio, degenerado...

- ¿Por qué hablas así de el? - Pregunté interrumpiendo.

stay alive, for me; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora