stay alive, for me; muke

20.

- No puedo evitar sentirme... Con asco. Me doy asco. - Admití frente al Doctor Morgan, el solo anotaba lo que debía.. o tal vez lo que pensaba.

- ¿Quieres hablar sobre eso? - Preguntó.

- Hace días no puedo dormir y lo único que pasa por mi cabeza es ese recuerdo una y mil veces. - Dije intentado no romper en llanto. - Me siento sucio, lo peor de todo es que mis padres me trataban de lo peor aún sabiendo que había pasado por esa sitaución, mi madre lo sabía y me lo ocultó por AÑOS. No me vendría mal que alguien venga y me de un tiro en la cabeza ahora mismo.

- Nada de eso, Luke, estoy aquí para ayudarte ¿si? Debes estar tranquilo, dime, ¿hay algo que te haga sentir mejor? ¿Que con el simple hecho de pensarlo te transmite paz?

"Michael" pensé.

- Puede ser, pero se me bloquean ahora mismo y no puedo pensar en otra cosa que no sea eso. - Obviamente no iba a admitir que mi debilidad y única tranquilidad era un chico que estaba peor que yo.

- ¿Y qué planeas hacer? - Cuestionó el.

- Quiero tranquilizarme, ver si puedo... Descansar. - Dije con tranquilidad, tenía miles de cosas en mente, pero no será hoy, o tal vez si.

El doctor Morgan le dio una mirada rápida a su reloj.

- Nuestra cita terminó Luke, nos veremos mañana ¿Si? y por favor, intenta no cometer alguna estupidez.

Solo asentí con mi cabeza, me aseguré de guardar bien el bote de pastillas que robé de su vitrina y me fui de su consultorio acompañado por un guardia.

Mi cabello había crecido bastante y mi barba también, estaba hecho trizas pero no podía disimular el malestar que desarrollé. Al llegar a mi habitación solo me encerré, me acosté en la cama y saqué el bote de pastillas, lo observé y decía en pequeñas letras "Clonazepam". Suspiré y miré al techo, deseando ahora mismo que todo se vaya a la mierda incluído yo.

Oí que alguien golpeó la puerta y escondí rápidamente el bote debajo de mi colchón.

- ¡Quiero dormir! - Exclamé, tal vez sería alguna estúpida enfermera queriendo hacer "revisión".

- ¿Luke? - Dijo Michael adentrándose lentamente, luego de haber pasado cerró la puerta.

- ¿Michael? ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías en tu cita con el doctor.

El solo negó con la cabeza.

- Fingí dolor de estómago para verte. - Dijo y sonrió levemente, sus labios se veían más rojos de lo normal. - ¿Puedo acostarme a tu lado?

Asentí y le hice lugar en el colchón, abriendo la manta para el, hacía un poco de frío y le agradecí a los cielos por su compañía. Cuidadosamente se acostó a mi lado e intenté tomar un poco de distancia pero no lo hacía por mi, no sabía que reacción tendría el si me acercaba demasiado, aunque no fuera la primera vez.

- ¿Que te dijo el doctor? - Preguntó el pálido con sus iris verdes observando al techo.

- Que no intente cometer una estupidez, le conté lo que pasó. No pareció comprender mucho, pero bueno, no puedo hacerle nada.

- Ellos no te van a ayudar, los medicamentos sinceramente lo único que hacen es volverte más loco. - Contestó. - Pero yo estaré para ti si así lo necesitas. Te quiero, Luke. Y no me gusta verte pasar por eso.

Una estúpida risa salió de mis labios al escuchar el "te quiero".

- Yo también te quiero Michael. Mucho.

Sonrió y me dio un abrazo, estaba tibio, pero nuestros cuerpos ya generarían calor si el abrazo persiste y eso pasó, duramos un largo tiempo abrazados.

- ¿Que hace el clonazepam? - Pregunté incrédulo.

- ¿Te dieron eso para medicarte?

- No. Solo lo vi en la vitrina del doctor Morgan y me intrigaba saber para que era.

- Bueno... Es depende. Yo me medico con uno que contiene eso pero es un ansiolítico, no todos son lo mismo. Una sobredosis de eso puede llevarte a la muerte, pero déjame decirte que no suele funcionar su forma de aliviar los ataques, es estúpido.

- ¿Te llevan a la muerte?

- Si ingieres una sobredosis si.

- Ah, está bien, gracias.

"Gracias por la idea Michael". pensé.