-¡Él dijo que nos iba a separar! –Grito Louis, sintiendo sus ojos llenos de lágrimas. Sabía que ese día llegaría, él no debió enamorarse de un Dios como Harry. No podían enamorarse por el simple hecho de que no era el uno para el otro frente a sus padres.
-Escúchame. –Susurro Harry, colocando sus grandes brazos envueltas por un brillo amarillo en la cintura del menor, sintiendo el cuerpo helado de Louis entre su piel caliente. –Ellos no nos van a separar.
Era difícil, su relación. Harry era el hijo de Zeus, un Dios con cuerpo de oro, músculos y fuerza. El gran llamado Hércules. Él era el heredero del Olimpo, al ser el único hijo varón del gran Dios del rayo y la mujer más hermosa. Pero, en su vida, nunca pensó encontrarse con el hijo de Hades. Sí, el joven de bellos ojos verdes iguales a los de su madre y cabellos rizados de oro como los de su padre, sabía que Zeus y Hades eran hermanos, y que Hades fue mandado al inframundo por sus padres por no ser igual a Zeus, pero nunca supo que tenía un hijo, su primo.
Louis, el heredero del inframundo, huérfano de madre y un padre que lo trataba como la misma mierda.
Nunca lo había visto en sus casi 1020 años de su vida, era un chico de corazón bueno, aunque sea igual a su padre, de piel oscura con cabellos plumosos pero a la vez suaves. Nunca supo de la existencia de Louis hasta que lo vio en el Olimpo. Conversaba con su madre, ella muy alterada y él algo asustado.
Fue ese día donde Harry se enamoró de Louis perdidamente.
Entonces ¿Cuál era el problema? Que Louis no podía ser parte del Olimpo por tener la misma sangre que Hades. Zeus al enterarse de la relación de su hijo con su sobrino, quedo impactado, y luego comenzó la tormenta.
Los habían amenazado, que el poder divino del Olimpo caería en ellos si seguían juntos. Aun así, Harry se negó a la separación y juro que Louis sería su rey. Esto logró que el mismo Zeus bajara al inframundo para aclarar todo con su hermano.
-No deben de estar juntos. –Sentenció Zeus, observando como en el lago de la muerte las almas aclamaban misericordia. –Debes de hacer algo, tú eres el que maneja las ideas fuera de las reglas.
-No me incumbe, el pedazo perdido de mi hijo puede hacer lo que quiera con su vida. –Rió desde su trono, mirando sus uñas negras. –Es más, si mi hijo sube al Olimpo, eso me daría mucha ventaja. ¡Uno de sangre real del Inframundo en el Olimpo!
-No estoy jugando. –Gruño el Dios, apuntando al hombre sentado.
-Yo tampoco, hermano, yo tampoco. –Sonrió. –Si piensas separarlos no lo lograras. Hay amor entre ellos. Te aconsejo que no los separes. Aún en este mundo o en otro, ellos conseguirán encontrarse y volver a amarse. –Subió los hombros, despreocupado. –Una cosa es la que puede vencer el mal y es el amor, tú lo sabes muy bien.
-Entonces yo los detendré. –Sentencio Zeus antes de desaparecer.
Louis los había escuchado. Y fue directo a Harry a contárselo. Los dos estaban asustados, porque aunque Harry había heredado la fuerza descomunal de su padre, Zeus podía matarlo aun cuando era inmortal.
Así que hubo una idea, una muy peligrosa pero con eso lograrían que nadie los separe. Harry la tuvo, la pensó mucho mientras su pequeño niño se encontraba recostado en él. Cuando el rizado se lo contó, Louis entró en pánico. Robarle a su padre sería como meterse a la boca del lobo, o en este caso, caer al lago de los muertos y que las almas se lo llevaran hasta el fondo.
-Es nuestra única opción. –Le dijo Harry, antes de besarlo en los labios. –Suerte amor, yo estaré esperándote acá.
Louis suspiro, y bajo al inframundo raído, diciéndose a sí mismo que con eso llegaría a ser feliz con su Harry.
Su padre estaba en junta con las tres sabías, como siempre, que le contaban todo lo que paso, lo que estaba pasando y lo que pasaría. Así que Louis no lo pensó dos veces cuando mató al guardia de los aposentos de su padre, ingreso al cuarto y robo la pócima que Harry le había dicho.
Con eso, subió al Olimpo una vez más.
-¡Acá esta! –Dijo alegre Louis, observando como su amado corría a él.
-¡Tienes que irte Louis! –Gritó, tomando al pequeño del brazo y jalándolo hasta el fondo del cielo. Louis miraba todo confundido, hasta que escucho los rayos sonar. –Mi padre lo sabe, Hades estaba en junta con las tres sabías, ellas les contó lo que pasaría.
El rizado miraba a todas partes intentado ver su alguien llegaba, el cielo del olimpo estaba en oscuridad total. Su padre sí que estaba enojado.
Louis sentía los ojos llenos de lágrimas. Sabía perfectamente que su padre no lo dejaría irse rápidamente. ¿Todo fue una trampa? Maldito sea Zeus, maldito sea Hades. Él solo quería ser feliz ¿su madre lo hubiera dejado ser feliz si seguiría viva?
-¡Ahí vienen! –gritó Harry, tomando una vez más a Louis de la mano para correr.
El menor podía escuchar los gritos de los guardias. Las nubes se movían a velocidad y los rayos no dejaban de sonar. Pobres mundanos, se dijo en la mente mientras corría con Harry hasta el límite del Olimpo.
-Sabes que te amo. –Dijo, observando a su amado con ojos llenos de tristeza. Louis sabía lo que eso significaba. –No dejaría que te hagan daño, así que te suplico te tomes la pócima, si eres mortal no podrán hacerte nada, Lou.
-¡No! –Gritó, tomando a Harry de los hombros.
-Mi padre no me hará nada, pero Hades te puede llevar al inframundo y tirarte en el lago de los muertos. –Quito el flequillo que tapaba los azules ojos de Louis. –Yo te necesito a salvo.
-También puedes tomarla, podemos ser felices con los mundanos, podremos estar juntos. –Dijo desesperado Louis.
-¿Y crees que me quedaría acá si el amor de mi vida esta con los demás? –Sonrió, tomando de las pequeñas manos de Louis en frasco que tenía, destapándolo y dándoselo a Louis. –Primero te necesito a salvo. Yo tengo uno, mi padre lo tiene en sus aposentos, también lo beberé. –Sonrió a Louis.
Cuando los guardias del reino estaban a solo pocos metros de ellos, Louis bebió la pócima. Harry lo beso con fuerza, dulzura, intentado demostrar todo el amor que sentía.
Louis desapareció después del último beso.
____
Habían pasado más de diez años en el mundo humano. Louis aún no se acostumbraba a la vida cotidiana de las personas y más que nada, él aún no se acostumbraba a no estar con Harry.
Cuando él se convirtió en una persona común y corriente, dejando de ser el hijo de Hades, él espero a Harry por tres largas semanas, sentado en el mismo lugar donde despertó, observando las constelaciones, rogando y aclamando a los Dioses que Harry llegara.
Pero el rizado nunca llego.
Y Louis no sabía que había pasado con el amor de su vida.
###
Holisssss
Algo rápido, pequeño y quizá no les guste pero no escribía hace mucho así que perdonen :(
Dejen acá sus ideas de lo que les gustaría que yo escriba ._./
Bais