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  « Le reconocería en el fin del mundo, incluso en la muerte. »  



— ¡Aléjate de él! 

La voz de Taehyung se oía lejana.

Pero estaba tan feliz de oírla.

Sentía sus brazos sostenerme con firmeza.

  — ¡¡¡No puedes tocarlo!!! — gruñía.— No te lo permitiré Ho Seok, me importa una mierda que seas un rey ¡¡Aléjate de nosotros!!

¿El rey? ¿Nosotros?

¿El rey estaba aquí?

¿Existía un nosotros entre Taehyung y yo?

La respuesta a ambas preguntas era la misma; pero yo las ignoraba en ese entonces. 

Ni siquiera tenía conciencia, estaba muriendo en brazos de un pequeño nosotros. Y se sentía bien. 

  — ¿Como se atreve un bastardo a levantarme la voz? ¡COMO TE ATREVES!

Por favor Tae, mantente a salvo. 

Algo dentro de mi deseaba salvarte; Más de lo que yo deseaba que me salvaras.

 Sé que un golpe final nos esperaba a ambos.

Lo sé por la forma en que Taehyung se encogió en ese abrazo. La forma en que sentí sus latidos golpeando tan fuerte como los míos. La manera en la que me cubrió con su cuerpo para protegerme.

Me sostenía con fuerza, y dolía demasiado.

Era en ese instante el ser más afortunado y desdichado al mismo tiempo.

Estaba siendo sostenido entre los brazos de la persona que me daba un motivo para vivir y a la vez me estaba matando. La fuerza con la que me sujetaba hacia saltar la sangre de mis heridas con más fuerza, y yo me desvanecía.

Es hora de que te detengas Ho Seok. —una tercer voz apareció.— No tienes autoridad aquí.

— Tu tampoco Min.










Mi cuerpo sudaba, por dentro temblaba sin control y seguramente por fuera también pero a este punto el exterior ya se había entumecido para mi.

El mundo ya no existía, ni siquiera la voz de Tae me alcanzaba, y ya no sentía sus brazos al rededor de mi.

Pero ese aún no era mi fin.

Desperté, o eso creo. 

Volver a abrir los ojos dolía demasiado. Incluso parpadear. 

¡Maldición! Que débil me sentía. Corrección, qué débil soy.

Despertar bajo un techo es algo extraño para mi, y más aún sobre una cama.

Nunca tuve una propia, o quizá sí pero jamás lo recordaría. Nunca me quede suficiente tiempo en un lugar como para llamar a algo de lo que he tenido propio.

Hemophobia | VKook EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora