« A mis ángeles y mis demonios, a ambos, les gustaste »
Mi lengua deseo recorrer el sabor de su boca y mis dedos escudriñarse por los rincones de su cuerpo.
Sabía de la advertencia de controlar aquel instinto.
Pero la necesidad de sentirnos juntos era aún más fuerte que cualquier noción de cordura.
— Te deseo.—balbucee.
Mi cuerpo aún débil fue arrastrado hasta enredarse en las sábanas.
— ¿Donde me deseas?—pregunto lascivo.
— En mí.—respondí.— Lo quiero todo, te quiero en mi boca.
Lo vi sonreír satisfecho con mi proposición y dejarse llevar por mis labios dejándome a disposición su cuerpo.
Mi boca se adueñaba de cada uno de sus rincones, marcando su piel como mi propiedad.
Haciéndolo esclavo de mis deseos.
Su garganta gemía mi nombre aullando de placer y aquello me complacía.
Sólo yo podía poseer esta faceta suya. Sólo yo en todo sentido podía poseer su piel.
Sólo yo todo de él podía tenerlo.
Marcaría mi nombre en cada ámbito.
Su mano marcaba con golpes sin violencia sus dedos sobre mi piel obligándome a retorcerme por el placer que aquellos toques concedían.
Sólo él marcaría mi cuerpo de esta forma; en el filo de la salud y la enfermedad.
Enredó sus manos en mi cabello pidiéndome más. Empujando su miembro más a fondo en mi garganta. Retorciendo su cuerpo placenteramente gracias a mi.
Yo ahora tenia total control sobre su cuerpo y manejaba sus deseos a mi voluntad.
Yo ahora era su dueño y esclavo al mismo tiempo.
Dueño de sus pasiones, esclavo de complacerlas.
Yo y sólo yo.
Bese una última vez su intimidad y subí a sus labios para unir su cuerpo contra el mío.
Mío y sólo mío.
Lentamente apropiándome de él, hundiéndome, enterrándolo dentro de mí sacando un sinfín de sonrisas en su rostro.
Cortando mi respiración, volviendo pesado el aire que nos rodeaba y humedeciendo nuestras pieles continué moviendo mi cuerpo.
Dolía pero encontraba aquel punto dónde espontáneamente lograba sentir regocijo y retorcerme placenteramente.
Sus manos volvieron a resaltar las ya marcadas zonas de mi cuerpo con sus dedos, en mi cintura, dónde con afán movió más rápido mi cuerpo para llegar al orgasmo.
— Quiero morderte.— gimió demandante reprimiendo su deseo de abatir contra mi piel.
— Hazlo.—solté jadeante.
— No quiero hacerte daño.
— Hazlo—repetí.
Lastimame; como solo tu sabes hacerlo.
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Hemophobia | VKook EDITANDO
FanfictionJungkook tiene miedo a la sangre; Taehyung es un vampiro. Categoría: Vampiros. AU. Advertencias: Smut. Contenido explicito. Relación homosexual.