Los paladines habrían ejecutado su plan de inmediato de no ser por una cosa, o mejor dicho, una persona: Corran. El asistente personal de la princesa no dormía, o al menos no que ellos lo supieran, la mayoría del tiempo estaba en la cabina principal por lo que acercarse al teludav era imposible, finalmente habían decidido esperar al día en que Corran se dedicaba a la limpieza general de la nave, normalmente ese día Corran tomaba una siesta de dos Varga, según Lance, más aun así tuvieron que esperar un movimiento spicoliano, antes de que llegará tan esperado momento.
Conseguir las ondas de pensamiento de Allura fue más sencillo, normalmente ella dormía entre 8 y 10 Varga cada que se sentía agotada y sucedía seguido, especialmente después de hablar con Slav, por lo que en el momento en que notaron al extravagante científico caminar a la plataforma del timón, tomaron sus posiciones. Hunk había preparado bocadillos para distraer a los chismosos ratones de Allura, mientras una vez la princesa estuvo dormida, Pidge hackeó la puerta para entrar en su habitación mientras Lance y Keith vigilaban la puerta, en menos de un dobash Pidge salía de la habitación con una sonrisa triunfal en su rostro.
– Fue demasiado fácil – exclamó con alegría la chica a Keith después en la habitación de la misma, ya se había convertido en una costumbre el dormir juntos – En cuanto Corran baje la guardia, la nave estará en nuestro poder –
– Hablas como si estuviéramos armando un motín – observó Keith conteniendo la risa – ¿No habrá sido este todo un plan tuyo para apoderarte del castillo? –
– Claro, es todo parte de mi plan maestro para deshacerme de Allura. ¡Seré la nueva princesa de esta nave! –
Los chicos rieron con ánimo, en un quintent más sería la anhelada limpieza general de Corran, los paladines se habían propuesto pasar el tiempo de la limpieza entrenando para evitar que Corran exigiera su participación, y habían pasado el tiempo que habían tenido antes de la misma, ensuciando lo más posible el castillo. Querían que esa limpieza especialmente fuera agotadora.
– ¿Estás nerviosa? – preguntó el paladín rojo, mientras envolvía a la chica entre sus brazos.
– Un poco – confesó la chica acomodándose en el pecho del chico, podía oír su corazón latir de prisa, lo que le decía que su amigo también se encontraba igual de nervioso que ella – Si no encontramos a Shiro todo esto habrá sido en vano. –
– Lo encontraremos – la confortó el joven – Sé que lo haremos, tú lo harás. –
La chica sonrió ante esas palabras, en el tiempo que últimamente habían pasado juntos se habían hecho más cercanos y juntos se habían ayudado a desaparecer las pesadillas del otro, se sentía agradecida con el paladín rojo y al mismo tiempo algo culpable al conocer los sentimientos del paladín azul. Le había insistido a Lance que hablará con Keith de sus sentimientos, pero él se negaba y le había pedido que no le comentará nada, ella había accedido de mala gana, pero se había propuesto que una vez se hubiera reunido con su hermano, lo siguiente en su lista sería alentar a sus compañeros a llevar su relación a otro nivel, al principio se sintió un poco mal de pensar que ya no podría compartir la cama con el paladín rojo, pero al pensar que próximamente el paladín negro regresaría a su lado, pensó que tal vez sería con él con quien podría compartir la cama.
– ¿Pidge estas bien? – le preguntó Keith a la chica con desconcierto – Tú rostro se puso rojo –
– ¿Qué? ¿De verdad? – cuestionó la chica avergonzada – Quiero decir, sí. Solo pensaba... –
– ¿En qué? – la interrogó el paladín
– Yo, yo solo pensaba... en Lance – contestó la chica nerviosa.
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¿Dónde estas?
FanfictionEsta historia toma lugar después de los acontecimientos del final de la segunda temporada de Voltron. Shiro ha desaparecido y Pidge es la única que guarda la esperanza de encontrarlo, con ayuda de Keith forman un plan para encontrar la ubicación de...