– Suerte chicos – susurró Lance al ver desaparecer el león rojo, pero no obtuvo respuesta, más no tuvo tiempo de preocuparse pues Hunk jalaba de su traje con insistencia – ¿Qué sucede? –
Lance giró un poco molesto hacia su compañero que señalaba con nervios las pantallas de seguridad de la nave que aún se mostraban en el monitor, el teludav al activarse había causado que el castillo se sacudiera, provocando que tanto Allura como Corran se levantaran y podía notar el pánico en sus rostros.
– ¡Castillo, sella inmediatamente todas las puertas! – ordenó Lance inmediatamente – Que nadie se mueva de donde esta –
Ambos paladines pudieron escuchar las puerta de la sala sellarse, al mismo tiempo que las puertas de las habitaciones donde se encontraban Allura y Corran se cerraban. Los dos paladines sonrieron por un momento hasta que vieron algo que borró su sonrisa en el acto, al principio no reconocieron que era, parecía una curiosa ardilla azul corriendo por los pasillos, pero en un momento supieron que se trataba de Slav, como no había entrado en ninguna habitación, no había quedado atrapado. No tardaron mucho en deducir que iba en dirección del comedor, seguramente buscando a Corran.
– ¿Cuánto crees que tarde en abrir las puertas? – preguntó el paladín azul a su compañero.
– Un par de ticks – respondió el paladín amarillo – Deben de pensar que el castillo está bajo ataque o que alguien se infiltró, tardaran si piensan en ir a buscarnos, pero no creo que tarden demasiado en descubrir que somos nosotros los que tomamos el castillo –
– Lance ¿me escuchas? – llamó la voz de Pidge desde los comunicadores – Estamos en el lugar correcto. Repito. Estamos en el lugar correcto. –
– Bien – aclamó Lance mientras se ponía frente a los comunicadores mientras miraba el reloj alteano que marcaba una hora que era difícil de leer, pero los ayudaba a contar el paso del tiempo – Recuerda que tienen solo 15 minutos ¿me escuchas? –
La paladín verde seguía llamando al paladín azul que a la vez llamaba a la verde mientras hacía ajustes aquí y allá a los comunicadores, pero ninguno servía. Podían oírlos, pero ellos no los oían.
– Debe haber interferencia – se escuchó decir a la voz de Keith, parando los intentos de la chica por comunicarse.
Lance trataba de escuchar la conversación entre los pilotos, pero nuevamente Hunk llamó su atención señalando las pantallas.
– Creo que ya nos descubrieron – señaló Hunk, y Lance no puedo estar más de acuerdo. Ciertamente Slav había tardado menos de un tick en liberar a Corran, y en el corto periodo que Lance había perdido intentando contactarse con Pidge, ya había liberado a Allura de su habitación y los tres habían bajado a la sala de entrenamientos y notado que ninguno de los paladines estaba, así como la desaparición del león rojo. Los tres corrían tanto como sus piernas se lo permitían rumbo al centro de control.
– Castillo, los comunicadores del castillo – ordenó Lance y en un segundo los comunicadores estaban encendidos – Corran, Slav, princesa. Sé que en estos momentos deben estar molestos y confundidos, pero les pido un poco de paciencia y les explicaremos todo. Por mientras disfruten del viaje. –
El comunicador se llenó con los gritos de Allura y Corran hablando sobre impertinencia, desacato y quiznaq, pero Lance ni siquiera se molestó en intentar entender lo que decían.
– Les pido tan solo – empezó a decir Lance echando otro vistazo fugaz al reloj – otros 10 minutos, quiero decir, 10 dobash y les explicaremos... –
Lance dejó la oración en el aire, algo había robado su atención al mismo tiempo que helaba su sangre, gritos y no cualquier grito, eran los gritos de Keith, llamaba a Pidge una y otra vez. Lance miró con pánico a Hunk que le devolvió la mirada con la misma expresión.
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¿Dónde estas?
FanfictionEsta historia toma lugar después de los acontecimientos del final de la segunda temporada de Voltron. Shiro ha desaparecido y Pidge es la única que guarda la esperanza de encontrarlo, con ayuda de Keith forman un plan para encontrar la ubicación de...