Rincones ocultos

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- Ven, esta casa es más grande de lo que parece .- Me dijo tras terminar de desayunar, me agarro de la cintura, me pego contra su pecho musculoso y rápidamente subió a la habitación.

- ¿Que hacemos aquí?

- Esta casa lleva aquí 150.000 años, y al igual que yo sigue en pie. Mira ven por aquí.- Me dijo abriendo la ventana que dejó que el viento entrara en la habitación.

El cogió de mi mano y me ayudo a subir al tejado, nos quedamos unos segundos contemplando el paisaje y después giramos para ver aquella especie de cobertizo que se ocultaba en el tejado, el cogió una llave del bolsillo.

- Llevo años sin entran aquí.- Y tras ello abrió la puerta.

Era una pequeña habitación de paredes de madera con tan solo una enana ventana redonda llena de telarañas, había unos cuantos baúles tapados con unas cuantas telas y un antiguo sofá.

- Sienta te.- Me pidió el, yo le hice caso y una nube de polvo nos cubrió al sentarnos, tosi y nos inchamos a carcajadas.

Me fije en un baúl azul que sobresalía de un telar blanco, era precioso, con bordes dorados, me acerque y quite la manta, Félix se quedo allí sentado , quieto mientras sonreía. Lo abrí en el se encontraba ropa, un precioso vestido blanco con algunas manchas de sangre, todo era ropa de chica y al fondo unos cuantos libros, una fotografía y dos periódicos.

- Era de mi madre, también le encantaba leer.

- Es preciosa.- Dije admirando la foto.

- Era...Falleció...

- Lo siento ¿Que le sucedió?

- En los periódicos lo pone todo.- Dijo con los ojos fijados al suelo.

~ CLARISA NOS HA ENGAÑADO A TODOS ~
No es una de los nuestros, es un asqueroso vampiro.

Como el titular anuncia Clarisa es un vampiro, ante esto el pueblo a decidido ir a su casa con estacas y sentenciar su muerte...

- ¡Es una barbaridad!.- Grite yo.

- Pues si, yo conseguí escapar, a mi madre como pone hay la mataron viéndola sufrir en sus últimos alientos de vida y a mi padre, el cual no era vampiro lo fusilaron.

- Debió de ser muy duro no sabes cuanto lo siento.

- No te preocupes con el paso de los años te acostumbras y te haces inmune al dolor.

-¿ No sientes el dolor ?

- El físico apenas me duele ya que soy inmortal y por la parte sentimental casi lo he visto todo así que... Se podría decir que si, soy inmune al dolor.

Destinada A SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora