Descontrolada

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La luna, ella era la culpable de todo lo que me estaba pasando, era la encargada de que todos los vampiros tomarán sangre aquella semana.

Abrí mis ojos, y ahí estaba el junto a mi sonriente.

- Estas bien .- Me abrazó con fuerza haciendo que mis músculos se despertasen.

- ¿Cuánto tiempo he estado dormida?

- Un día entero.

¡Había estado un día! Lo bueno esque todo ese tiempo me habia librado de la luna, con lo cual eso no me desagrada.

Estábamos aun allí , Félix acariciando mi cabello en aquella estancia comoda y sin rastro de sangre cuando un leve sonido proveniente de la parte de abajo de la casa nos sobresalto. No era ni mas ni menos que el cerrojo de la puerta lo que sonaba , alguien intentaba abrirla. Félix se puso en guardia dispuesto a que lo que quiera que fuese aquello que abría nuestra puerta no iba a salir vivo de allí.

Los pasos de aquel o aquella persona  por las escaleras hacia que mi piel se pusiera de gallina.

Abriendo bruscamente la puerta de nuestra habitación apareció un chico , un muchacho de unos veinte años y por lo que veo tendría muchos más ya que sus colmillos indicaban que era un vampiro y a juzgar por ello no venia aquí a darnos los buenos días.

El chico se me quedo observando unos diez segundos, después desvió su mirada a Félix.

- Félix amigo mío , te adelantaste, bueno creo que no te importará que la compartamos... he de reconocer que sabes elegir bien las presas, aunque no es de esperar siendo tu el mejor de por la zona.- Dijo volteando su mirada a mi .

Félix tenia un rostro serio y yo estaba muy incomoda en aquella situación.

- Ni te atrevas a tocarla.- Dijo Félix , nunca lo había visto tan enfadado.

- Calmate creo que a la chica no le importará mucho que sean dos en vez de uno.- Por un momento no supe a que se refería pero por lo que pude observar Félix si lo sabía.

Rápidamente aquel chico se acercó a mi rostro.

- Bred , déjala.- Dijo Félix, solo le faltabaa el humo saliendo de las orejas.

Pero el tal Bred no se movía, en un rapido movimiento colocó su mano fría en mi parte, y yo sentí mucho miedo tanto que grité.

Félix se abalanzó sobre Bred y comenzó a golpearle con tanta fuerza sobre el suelo que la nariz de Bred y los nudillos de Félix sangraba, yo me quede por unos segundo petrificada contemplando como peleaban.

- ¿¡ QUE DEMONIOS TE HAN PICADO FÉLIX !?.- Grito Bred

- Félix creo que ya esta bien.- Dije cuando vi al chico moribundo , ya sin defenderse, tirando en el suelo agonizando mientras le pegaba.

Pero el no se detenía, y no se por que comencé a llorar los colmillos aparecieron y Félix seguía ahi golpeando aquel tipo, desesperada abrí la ventana y me fui en dirección al bosque llorando a mares, todo lo rapido que me permitían mis piernas.

Destinada A SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora