Completamente asustada observó cómo mí madre abre la puerta del Taxi y tomandome muy fuerte del brazo soy incapaz de hablar,ella está muy molesta me hace salir rápidamente con un fuerte jalón. Con una sola mirada entiendo que me irá mal comienza a caminar hasta el edificio arrastrándome prácticamente pero la voz de Damien nos detiene.
- Señora,no puede tratarla así, ella no ha hecho nada malo yo solo la...- Yo se exactamente que quiere de esta tonta. - Responde interrumpiendo mi madre con voz baja, mirando a nuestro alrededor. - ¡Si sabes lo que te conviene lárgate!. - Grita mi madre en su dirección,miró a Damien y con la mirada le suplico que lo haga. Sin decir más asiente y sube al auto.
- Está vez nada te salvará de una buena paliza Camila, me puedes explicar ¿que mierda hacías con ese tipo?. - Cuestiona mi madre mientras veo horrorizada como nos encaminamos al elevador.
- ¡Mamá no por favor!.- sollozo intentando detenerme.
- Camina no me saques de quicio, ¿Ahora vas a llorar? Pero hace un momento estabas muy feliz no,ahora entra y cállate. Entro en el elevador sin poner resistencia intentando que los recuerdos no me invadan pero ya es tarde, comienzo a respirar con dificultad mientras mi madre grita y me golpea la cara no puedo defenderme sé que si lo intento será peor. Cuando menos me lo espero toma mi cabello y las puertas del elevador se abren,miró con los ojos cargados de lágrimas la puerta de nuestro departamento que está abierta. Cuando estamos dentro mi madre me arroja al sofá con brusquedad.
- Te diré una sola vez esto, no quiero pasar más vergüenza suficiente tengo con haberte parido, así que si ése se te vuelve a acercar te irá peor. - me suelta una fuerte bofetada cerca del ojo. - Que no entiendes que nadie te puede querer no sirves más que para ser usada así que pobre de tí que te vuelva a ver con él y otro más ¿entendiste?. - Dice mi madre dejándome de golpear.- Ahora vete a tu habitación mañana quiero que ocultes bien tu vergüenza ocupa el maquillaje. - Sentencia. Solo asiento con la cabeza mi madre se retira a su habitación. Inevitablemente comienzo a llorar más tapando mi boca para ocultar mis sollozos. Está ves Damien comprobó quién me golpea y seguramente integrará que ponga una demanda y tengo miedo de que al negarme él lo haga.
Cuando estoy más tranquila me voy a mi habitación me siento mal me duele todo el cuerpo pero es más grande el dolor de mi corazón. Después de estar recostada en mi cama por unos minutos la puerta de mi habitación se abre lentamente me pongo nerviosa solo de imaginar que sea mi madre, cerré los ojos con fuerza .
- Camila soy yo.- la voz de mi cuñada Alicia me relajo enseguida. Abrí los ojos con cuidado me senté en la cama y sin poderlo evitar comencé a llorar nuevamente.
- No llores Camila, perdóname por no ayudarte. - Dijo Alicia con voz entrecorada abrazandome conternura.
- No es tu culpa yo la saqué de quicio.- Respondí limpiando mis lágrimas,separándome de sus brazos.
- ¿El es tu novio?. - Preguntó nerviosa.
- No es solo un amigo, antes trabajaba en la mansión Cáceres.- Dije rápidamente para no crear ideas erróneas, asintió con la cabeza para después poner frente a mi un vaso de agua y un par de pastillas ya sabía que eran para el dolor así que las tomé sin decir nada.
- Fabiola tiene razón, deberías irte,tu madre está loca no entiendo porque te trata asi. - Dijo entre sollozos.
- Estoy bien Ali no debes llorar le hará mal al bebé. - Dije acariciando su vientre de casi ocho meses. - Es solo que creyó que él era algo más como ya es tarde. - mencioné para evitar que llorara por mi.
- Camila ¿porque no usas tus ahorros y te vas de aquí?. - abrí los ojos como asombró,¿como sabía de mis ahorros?.
- Hoy tu madre me envió a buscar la pulsera que te regalo tu hermano Alejandro quería venderla,pero no te preocupes le dije que no estaba y ahora todo lo de valor está detrás del cuadro de la virgen junto con tus ahorros pero deberías irte con ellos sobrevivirias unos meses,Camila tu sabes trabajar solo se feliz. - Mencionó entre lágrimas mientras yo negaba con la cabeza.
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ME SALVASTE LA VIDA
Romance"El cielo es el límite" Esa frase tomó sentido cuando él llegó a mi vida, aunque sabía que no estaríamos juntos para siempre me ayudó a aprender a valorar quien soy.