CAPÍTULO 6

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La noticia me deja sin habla,solo soy incapaz de sentarme frente a los señores, quienes me miran con pena.

- ¿Cuando murió?. - Pregunto en un susurro apenas audible.

- Hace diez días y como dictan sus órdenes daremos lectura mañana así que es indispensable que no falte señorita. - Dice uno de los hombres.

- No te preocupes mi vida yo estare a tu lado.- Dice mi madre tomando mi mano y dando un ligero apretón. Cómo puede ser tan interesada y no tratar de ocultar su ilusión al escuchar la palabra testamento.

- ¿Que pasará si no aceptó nada de lo que dice el testamento?. - Cuestionó rápidamente​.

- Nadie de los herederos recibirá nada. - Dice el otro hombre que hasta ahora no había hablado. - Asiento con la cabeza ahora no se que hacer pero por la mirada de mi madre me dice que aceptó o aceptó.

- Solo usted debe decidir que es lo que quiere señorita, ahora tenemos que retirarnos pero esperamos tomé la mejor decisión, nosotros estaremos hasta las diez treinta,si decide no asistir no se preocupe. - Dice para después ponerse de pie. Mi madre y yo los seguimos hasta la salida en completo silencio. Mi madre abre la puerta esperamos que salgan,observa en el pasillo hasta que ambos suben al elevador.

- ¡Eres idiota o que te pasa!. ¿Cómo se te ocurre decir semejante estupidez?. -Dice mi madre al cerrar la puerta sin darme tiempo a reaccionar me toma del cabello fuertemente arrastrándome hasta mí habitación.

- ¡Madres sueltame por favor!.- suplico entre sollozos pero eso no le importa simplemente sigue jaloneandome​ hasta mí habitación,al entrar me avienta contra la cama con todas sus fuerzas.

- Ahora si lloras pero hace unos minutos estabas diciendo estupideces frente esos señores ¿no?. - Grita mientras acomoda un cinturón para golpearme. -Rápidamente me hago un ovillo en la cama,se lo que vendrá y intentaré pensar cualquier cosa que me haga no sentir los golpes. El primer golpe llega en mi espalda con fuerza,ahogo un grito de dolor, sé que no es bueno gritar mientras me golpea lo suficiente para descargar su furia. Cuando se cansa de golpearme por todo el cuerpo deja caer el cinturón a mi lado.

- Creíste que no me enteraría que la papelería estuvo cerrada ¿verdad?,solo espero que no estuvieras con ese imbécil,por qué de ser así y salgas con un embarazo te irá peor yo no aceptaré engendros en la familia y viniendo de ti solo podría ser una aberración. Ahora descansa mi vida que mañana tenemos una herencia que reclamar asi que te quiero descansada y con castigo bien cubierto - Me amenaza antes de retirarse dejándome con dolor por todo el cuerpo, sé que no me golpeó la cara porque no quiere que me vean mañana. Jamás creí que el señor Cáceres muriera tan joven,se que extrañaba a la señora Liliana y a su hijo pero no merecía morir.

- ¡Dios porque todos las personas buenas mueren y yo que deseo morir sigo viva!. - dije entre sollozos sintiendo como lentamente mis ojos se cerraban.

-¡ Buenos días!.- Saludo al entrar a la cocina lentamente. Mi hermano me observa con atención mientras sostiene en brazos a mi sobrina.

- ¿Te sientes ​mal Camila?- Cuestiona mi cuñada. Rápidamente mi madre me amenaza con la mirada.

- Ayer fue mi último día de trabajo en la papelería y cuando estaba ayudando a empaquetar algunas cosas me caí. - Explique con pensar, sabía que ayer no estuvieron así que no sabrían sí mentía.

- Eres desesperante Camila, seguramente él señor Martínez estará súper agradecido por ya no verte tan inútil. - Comento mi hermano con enojó

- ¡Rafael!. Deja de decir ése tipo de cosas a tu hermana. - Pidió mi cuñada molesta pero parecía no importarle sus palabras . El resto de la mañana fue un silencio entre mi madre y yo pero me agradó estar así era menos estresante pensar ir a conocer el contenido de ese testamento,más ahora que madre tiene una sonrisa peor que la del guasón.

ME SALVASTE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora