CAPÍTULO 14

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Camila

- Te llamaré después, cuídate mucho no descuides a Andrea y por favor Ángela piensa muy bien si él vale la pena estar nuevamente con ése tipo. Como sea cuídense las quiero adiós!. - Dice mi madre con preocupación, agradezco que esté de espaldas a la puerta y no pueda verme. Con cuidado regreso a la cocina estoy molesta no está enferma, jamás estuvo preocupada por Ángela y siempre despilfarra el dinero en tonterías. Al entrar esta Rafael de la misma manera en la que suele estar desde hace meses.

- Rafael, deberías dejar de tomar y conseguir un empleo. - Digo en cuanto me mira. Se pone de pie tambaleadose y camina hasta estar frente a mi.

- Camila yo he buscado trabajo pero solo necesitan profesionales y como sabrás yo no tengo más que la preparatoria y ni eso me sirve. Ahora que si fuera soltero me buscaría una esposa millonaria como tú hiciste con tu maridito. - Responde con tono molesto muy cerca de mi rostro, siento náuseas por su aliento y deseos de llorar.

- Podrías no ser tan cruel yo no me casé por interés con Damièn yo estoy con él porque lo quiero​. - Digo con decisión por que es la verdad. - Y respecto al empleo debes de entender que con la preparatoria Terminada puedes conseguir más oportunidades. - Respondo alejándome un poco de él

- Sé que no lo dices pero tu opinas como todos que soy un inútil que no puede sostener su propia familia. - Susurra con odio. - Niego con la cabeza sintiendo como se forma un nudo en mi garganta.

- ¡Yo no pienso eso,yo te quiero Rafael eres mi hermano aunque nunca pude demostrarlo porque tú jamás me quisiste cerca. - Digo con tristeza.

- A mí no me importa si me quieres o no,¿Sabes por que?. - Niego con la cabeza.

- Me recuerdas a tu padre, él nos arruinó la vida desde que puso un pié en casa. Enamoró a mamá y durante meses fingió que nos quería y en cuanto naciste demostró su verdadera personalidad dejando a nuestra madre llevándose el dinero que dejó de herencia papá con una carga más. - Grita molesto. Eso yo ya lo sabía desde que era muy niña Ángela se encargo de dejarlo muy claro yo solo soy una muestra del gran error que cometió mi madre al darse otra oportunidad.

- Lo sé. - Susurro dejando caer las lágrimas que nublan mi visión.

- ¡Eres un idiota Rafael!.- El Grito de Alicia nos sobresalta a los dos. Ella camina molesta hasta donde esta Rafael yo no sé que hacer simplemente observó todo.

- Me tienes cansada, siempre buscando a quien culpar de tu vida pero aquí el único culpable eres tú. - Golpea su hombro con fuerza. - Creí que me había casado con un hombre responsable y decidido pero no,simplemente eres uno de los dos títeres de tu madre y ya me tienes arta. Camila no tiene porque mantener esta casa y mucho menos a nuestros hijos y respecto a lo que le has reprochado. No es justo. Aquí nadie la valora,ella también es tu hermana Rafael ¿cómo es posible que la trates así?. - solloza mientras lo mira molesta.— Miro a mi hermano quién solo está con la cabeza baja.

- Alicia yo creo que....- Ni se te ocurra defenderlo Camila en esta casa lo único que saben hacer es humillarte y aún así siempre tienes una manera de justificar cada palabra dicha por ellos. Desde ahora Rafael no volverá hablarte así lo prometo. Ahora vete a casa ya es tarde. - Ordena contenido su molestia. Asiento con pesar,se que pelearán y todo es mi culpa. Me despido de ella con un abrazo no sin antes agradecerle,salgo departamento preocupada, caminó hacia el ascensor estoy tan agotada que por hoy no tengo ganas de bajar por la escalera, presionó el botón para llamar el elevador y a los pocos segundos se abre dejándome ver a tía Victoria y a Fabiola. Entre en el agradecida por no tener que estar sola en esa caja infernal.

- Hola Camila,¿otra vez por aquí ?. - Saludó Fabiola en cuanto me vió. Tía Victoria le dio un codazo a modo de regaño. - No le hagas caso mi niña ¿cómo estás?. -dijo mi tía abrazándome tiernamente. Me acomode en sus brazos y suspiré entrecortado.

ME SALVASTE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora