CAPÍTULO 11

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POV CAMILA

Al terminar de bailar, no pude retener las lágrimas, todo fue increíble Damièn me besó nuevamente de una manera mágica que me mantuvo en una nube durante varias horas hasta el momento de la boda por lo civil que había concluido hace un par de horas y con ello estaba cumplida una parte más del testamento del señor Cáceres,sus abogados asistieron a la boda, lo tenía contemplado así que era un poco incómodo, toda mi familia que por años me ha hecho sentir como una maldición estaban​ aquí, tenía miedo cometer un error y que todos se dieran cuenta el porque de nuestra boda. Damièn pareció notarlo porque cada que podía me besa para tranquilizar mis nervios, cosa que no me parecía buena idea ya que no quería establecer sentimientos entre nosotros más que la gratitud​. Pero no quería arruinar su bella sonrisa diciendo ahora como serían las cosas en estos años juntos. Él no sabía que esos besos significaban mucho para mí, nunca antes alguien me había besado,de hecho nunca imaginé que llegaría a pasar y ahora estaba con un esposo que se mostraba cariñoso conmigo era abrumador, tenía miedo que en cuanto la boda terminará iríamos al departamento que compartíamos y me pidiera pasar nuestra noche de bodas como debía ser,me aterraba imaginarme en una situación así cuando se perfectamente que soy horrible. Caminamos por todo el salón tomados de la mano recibiendo regalos,consejos y mucha hipocresía.

En todas las horas que habían transcurrido en la boda Damièn no se separaba de mi, mentalmente se lo agradecía estar entre toda mi familia me hacía sentir incómoda todos estaban muy amables, querido saludar, abrazarme, platicar y lo peor es que lo hacían por quedar bien con mi ahora esposo. Las únicas que no mentían con su afecto que me mostraban eran mi Cuñada Alicia,mi prima Fabiola, tía Victoria y mi suegra Raquel. Me encontraba cansada y no eran más de las diez de la noche aun faltaba cortar el pastel,lanzar el ramo,la liga y la corbata el juego tradicional de la víbora de la mar no participaría en mi boda.

- ¿Quieres descansar?.- Pregunto Damien detenido nuestro caminar rodeando mí cintura con sus brazos y hablándome al oído pará que lo escuchará. Quería decir que sí, quería decirle que la pierna me dolía que posiblemente estaba hinchada y el aparato me lastimaba pero mentí.

- Solo un poco,es normal no te preocupes. - contesté sintiendo nervios.

- Chicos es hora, ¿quieren que lo anuncié?. Dijo Celeste acercándose a nosotros refiriéndose al ramo. Asistimos sonriendo mientras volvíamos a caminar en dirección a La pista de baile donde se reunirían todas las chicas solteras en espera de ser las próximas a casarse.

-¡Todas las chicas solteras a la pista es hora del ramo!- anuncio el animador con emoción. Todas las mujeres enloquecieron y rapidamente se reunieron a mis espaldas, ahora yo me encontraba arriba de una silla para poder lazar a más distancia mi bello ramo. El animador de la fiesta contó hasta tres y yo hice ademán de arrojarlo pero no fue así. Todas enloquecieron una vez más gritaban eufóricas me resultaba divertido. Después de dos falsas alarmas lo aventé con todas mis fuerzas. Entre gritos empujones y uno que otra caída la ganadora resultó ser Fabiola quien por un momento no lo podía creer. Con ayuda de Damièn baje de la silla y mi prima corrió para abrazarme.

- ¡Seré la próxima!. - dijo con emoción. La observé asombrada por lo que decía,aún era prácticamente una niña no podía hablar en serio.

- Aún eres una niña Fabiola pero esperemos que dentro de muchos años así sea. - respondí con una sonrisa triste.

- No soy una niña Camila ya tengo novio y ¿sabes? Sé que ocultas algo ¿que es?. - Cuestionó mirándome con atención. Negué con la cabeza, deposité un sonoro beso en su frente.

- No imagines cosas Fabi. - respondí alejándome lo más rápido que pude.

- ¡Es tu turno!. - dije a Damièn cuando estuve a su lado, asintió y tomo su corbata espero que los hombres solteros se reunieran y repitió la misma acción que yo. Minutos después Damièn se encontraba hincado ante mi con las manos dentro de mi vestido buscaba la liga en mi pierna. Mi corazón latía a toda velocidad por la vergüenza de la situación aunque no era su intención acarició mi pierna para encontrar la liga y agradecida sonreí cuando todo lo hizo con rapidez y una vez más él novio de Fabiola fue el ganador,siguió el pastel una pieza más de baile juntos y por último el brindis con nuestras familias juntas. Cuando todo eso termino Fabiola me tomo la mano alejándome un poco de todos.

ME SALVASTE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora