Capítulo 8 "Desaparecido en combate"

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El hospital móvil justamente había llegado al campamento militar. Michael supo por Terry que Candy había sido herida de bala.

- Qué? -se alarmó él- Cómo está ella?

- Estaba bastante mal, pero está bien ahora, está fuera de peligro.

- Oh por Dios! -dijo afectado- Tengo que regresar al hospital.

Pidió un permiso y le dieron dos días para ir a ver a su esposa. Él estaba muy cansado pero aún así corrió al lado de su amada.

Candy estaba ligeramente dormida, abrió sus ojos y vió a su esposo a su lado, ella sonrió.

- Michael...

- "Señorita Atrevida" quieres volverme loco?

- Mi teniente, estuvo fuera de mis manos...

- Oh mi amor -le dijo abrazándola suavemente para no lastimarla- Gracias a Dios que tú estás bien.

- Lo siento, no quería preocuparte.

- Lo sientes? Tienes que estar bromeando! Pero si tú eres la víctima!

- Pero te preocupé...

- Adoro preocuparme por ti "Señorita Atrevida" Te amo y no sé que haría si te perdiera...

- Te amo Michael y estoy aquí...

Él buscó sus labios y se besaron por un rato. Michael pasó la noche en una silla al lado de la cama de su esposa. Casi la había perdido y no tenía ninguna intención de dejarla sola. Él pasó su permiso de dos días en una silla en el cuarto, pero por la noche se deslizaba en la cama de Candy. Ellos dormían uno en los brazos del otro durante toda la noche. Las enfermeras francesas estaban celosas, deseaban que Candy hubiera muerto de su herida... pero, uno no siempre tiene lo que quiere.

Candy pasó tres semanas en el hospital y una en casa. Flammy, quien había escuchado la noticia vino a visitarla al hospital.

- Candy me asustaste -dijo Flammy.

- Vamos Flammy, como puede la gente creer que estamos en la guerra si no somos alcanzados por ninguna bala? -dijo Candy sonriendo- Cómo has estado?

- Estoy bien. La vida es dura. Muchos de mis colegas han muerto...

- Con América oficialmente en guerra muchos voluntarios están llegando.

- Si, es verdad. Pero igual es triste...

- Si. Yo vine aquí para olvidar acerca de mi corazón roto, quería abandonarme en el trabajo...

- Candy no te juzgo... las razones por las que venimos, ahora se ven insignificantes y vanas.

- Tienes razón. Vamos a hacer nuestro trabajo y a orar porque esta guerra termine pronto...

oOoOoOo

En Chicago la vida estaba continuando; Annie dió a luz a un varoncito llamado Anthony, ella estaba encantada, tenía un lindo cabello dorado y unas redondas mejillas. Annie le preguntó a Archie por qué no nombró Alistair al bebé.

- Anthony murió primero -dijo Archie- Al próximo lo llamaremos Alistair...

En lo más profundo de su ser él no podía creer que su hermano y mejor amigo hubieran muerto. Con Anthony, ellos eran los tres mosqueteros. Anthony se había ido primero, Alistair después, sus dos mejores amigos. La vida había sido cruel con él. Candy le había infundado valor para vivir, para casarse. La guerra había matado a su hermano y Candy con todo el valor del mundo fue en medio de todo aquel tumulto a ayudar a los heridos y a salvar vidas al mismo tiempo. Annie con su amor y ahora con su hijo, su bebé, le habían dado las ganas de vivir. Él besó a su esposa por un rato. Él tomó a Anthony en sus brazos con lágrimas recorriendo sus mejillas.

SE TERMINO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora