El clima era agradable en el barco que estaba llevando a Terrence Grandchester a la guerra. Tenía ahora el cabello muy muy corto, no más su larga cabellera. Él no sabía lo que estaba buscando, no sabía lo que quería, todo lo que sabía era que, en lugar de estar desperdiciando su vida bebiendo, lo mejor era usarla para una mejor noble causa, una causa más necesaria... Podía ser que la guerra no fuera la causa ideal pero... era mejor que ahogar su dolor en el alcohol... Pensaba en Susanna, la había dejado en un mar de lágrimas. También lo estaba haciendo por ella, él tenía que buscar su camino. Su vida no iba del modo que hubiera querido; había un hueco, un espacio vacío, un muy muy grande vacío...
Cada vez que él cumplía con su deber marital, él se sentía forzado a imaginar a otra en su lugar, eso era muy desleal a su esposa, pero era eso o la abstinencia... y su esposa lo amaba tanto, que ella prefería tener a un esposo en su cama que estuviera soñando con otra, a no tener esposo ninguno.
Él frecuentemente pensaba en Ella, su amor de antaño, su amor perdido... frecuentemente? No. No había día que se terminara sin que él no pensara en ella... ella era la Reina de sus Pensamientos... vivir sin ella era como vivir sin su corazón, ella era su corazón, ella era su alma. Pudiera ser que el vivir la guerra cambiara su mente.
La llegada al campamento militar fue temprano por la mañana, después de una semana de travesía y un largo viaje en camiones. El campamento era en su mayoría grandes lonas para tiendas de campaña y para los recién llegados eran aquellas que estaban libres, que dejaban los soldados caídos o aquellos que estaban heridos o que estaban amputados. Los soldados que habían llegado antes que los novatos eran los que se divertían con éstos haciéndolos que hicieran ejercicios físicos, pero derramando agua sobre de ellos por ejemplo, a veces los hacían más entretenidos, como cantar una canción de amor o cantar ópera... Era principalmente para relajarlos, porque no les tomaría mucho tiempo darse cuenta de que su trabajo estaba muy lejos de ser una fiesta por placer.
Terry conoció a un joven teniente que era uno de los médicos en el campamento y se hicieron buenos amigos. Ellos hablaban de todo y de nada, hasta de Shakespeare.
- Yo soy actor -dijo Terry.
- Grandchester... ah si... -dijo el doctor- No te reconocía sin tu cabellera!
Ellos se empezaron a reír. El mismo Terry tenía problemas para acostumbrarse a ello.
- Pero qué diablos estás haciendo aquí en Francia? No tienes una esposa? Una carrera?
- Si. Pero sentí la necesidad de venir aquí y ayudar a pelear -respondió Terry.
- Como si fuera tu deber... yo era como tú en un principio...
- En un principio? Qué hay de ahora?
- Recién me casé y no estoy muy seguro de que arriesgar mi vida valga la pena...
- Te casaste en tiempos de guerra?
- Mi padre tiene influencia... no quería esperar hasta el final de la guerra... nunca sabes lo que pueda pasar... nunca podría dejarle ir otra vez... "Señorita Atrevida"
- "Señorita Atrevida"?
- Si. Es mi sobrenombre para ella. Le gusta el riesgo...
- Así que ella está aquí en Francia... qué es lo que ella hace?
- Ella es enfermera y frecuentemente va al frente para atender a los soldados heridos.
- Eso es peligroso, ciertamente -dijo Terry.
- Ella está cerca de la muerte cada día...
- Como tú, de hecho.
- Así es.
- Bueno, ustedes son la combinación perfecta... a los dos les gusta el riesgo.
- Y la amo más que cualquier cosa...
- Tienes una fotografía?
- No... pero tengo que presentarte con ella algún día...
- Está bien.
Los dos hombres pasaron el tiempo hablando de sus vidas.
- Qué hay de ti? Estás casado? -preguntó el médico.
- Si. Pero fue más por deber que por amor... -respondió Terry.
- Por deber? La metiste en algún problema?...
- Si. Pero no del modo en el que estás pensando...
Terry le contó su historia brevemente.
- Ah... así que tú renunciaste a la que realmente querías, la que tú amabas más que a nadie... lo siento amigo.
- Gracias. Por eso tienes suerte, tú tienes la mujer que amas. No la dejes ir y procúrale primero, antes que cualquier cosa.
- Gracias por tu consejo. Mi esposa está sobre todo...
Otros soldados llegaron y empezaron a hablar sobre sus esposas, prometidas, novias...
Más tarde en su cama, Terry estaba pensando en el médico y su felicidad con "Señorita Atrevida"... él también alguna vez tuvo a una "Señorita", su "Señorita Pecas", su "Señorita Tarzán"... la Reina de sus Pensamientos, porque literalmente ocupaba sus pensamientos... él se arrepentía por milésima vez no haberla escogido a ella.
Porqué no le habló ése día en la Clínica Feliz? Dejó que Albert lo convenciera en no hablarle... él debió hablar con ella... él debió haberle dicho que había cometido un gran error y que ellos debían vivir juntos... pero se fue de vuelta a su deber y a su obligación...
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SE TERMINO...
FanfictionDespués de la fiesta en el Hogar de Pony, Candy recibe noticias inquietantes...