La nieve caía sobre el campamento militar. Candy fué enviada al otro lado de la frontera con el grupo Maquis que la cruzó por una frontera no oficial, la misma que los soldados usaban para traer de vuelta a sus prisioneros. Llegó al campamento sana y salva. Sin embargo sus amigas ya habían regresado a París y se sentía muy nerviosa, no podía hacer nada mientras estaba esperando, solo... esperar.
Después de un tiempo que pareció una eternidad para todos, el camión con los prisioneros llegó al amanecer. Candy quien de algún modo había logrado cerrar sus ojos por cinco minutos, despertó repentinamente. Ellos habían llegado!! La peligrosa misión fue todo un éxito, habían perdido a algunos hombres pero lograron liberar a todos los prisioneros, quienes se veían demasiado delgados y enfermos, no solo por las malas condiciones sanitarias si no también debido al hecho de que ellos eran prisioneros en territorio enemigo y las condiciones en las que los tenían eran precarias. Ellos se sentían felices de haber sido liberados.
Candy buscaba a su esposo con la mirada en medio de todos los soldados que corrían al interior del campamento. La mayoría de ellos fueron sacados de sus camas y apenas si estaban vestidos, otros estaban descalzos. En el camión los cubrieron con mantas, porque no había calefacción para mantenerlos calientes.
Ella finalmente vió a su esposo ayudando a los soldados enfermos a levantarse y caminar.
- Michael? -dijo ella.
Él levantó la mirada, vió a su amada y sonrió. Ella corrió hacia él impulsándose para abrazarlo colgándose a su cuello. Ellos permanecieron abrazados y entonces él buscó los labios de ella y se besaron apasionadamente. Terry estaba ayudando a los enfermos y no pudo evitar mirar a Candy correr a los brazos de su esposo y besarlo de tal manera. Sintió como se estremecía su corazón. Ésa era su Candy, su Pecosa, su Tarzán Pecosa, "La Reina de sus Pensamientos". La vida era cruel. Nada pasó como él hubiera querido, la mujer con la que quería pasar el resto de su vida, era ahora la esposa de otro hombre y el dolor mezclado con la alegría de verla lo dejó inmóvil.
Candy permanecía en los brazos de su esposo.
- "Señorita Atrevida"! Dios mío! Fuiste a buscarme?
- No pensarás que yo iba a abandonarte mi querido Teniente...
- Te amo.
- Te amo Michael. No vuelvas a asustarme de esa manera otra vez!
Ellos continuaron hablando por un rato más.
- Candy? -dijo una voz.
Ella se dió la vuelta y vió a un joven hombre con larga cabellera y larga barba, con sus espejuelos rotos, muy delgado, enfermo, cojeando un poco, pero era él!
- Alistair!! -exclamó en un grito- Discúlpame cariño -le dijo a Michael.
Y corrió hacia él rodeándolo con sus brazos.
- Candy!! Oh. Es tan hermoso volver a verte!!
- Alistair!!! Oh Alistair!!!
- Candy, qué hace una chica tan linda como tú en un lugar como este? Éste no es lugar para una mujer...
- Y sí lo es para un hombre? Piensas que arriesgarse a morir es divertido? La guerra no es lugar para nadie Stear!! Oh Dios mío! No puedo creer que te tengo en mis brazos!! Pensé que nunca te veríamos de nuevo!!
- Pero de qué estás hablando? Yo iba a regresar...
- Nosotros te creímos muerto Stear...
- Muerto?
- Hasta te sepultamos...
- Dios santo!! Pero cómo? Oh... el accidente del aeroplano... pero...
- Así es... -dijo Candy.
- Me dispararon, pensé que era el fin...
- Stear, vamos adentro a atenderte -dijo Candy llevándolo al interior del campamento. Ella no lo dejó solo ni por un minuto.
Una vez adentro le dieron una cama y ropa limpia. Terry llegó a ver a Stear. Un joven soldado que pasaba por ahí le sonrió a Candy.
- Sra. Durand, hola, cómo está? -dijo el soldado.
- Estoy bien. Gracias -respondió Candy.
Stear estaba sorprendido, "Sra. Durand? No Sra. Grandchester?"
- Sra. Durand como Michael Durand? No Sra. Grandchester? -preguntó asombrado Stear.
- Si -respondió Candy con preocupación.
- Me perdí de algo o el golpe en mi cabeza fue más severo de lo que pensaba... no deberías ser esposa de Terry Grandchester?... Candy?... Terry?...
Candy y Terry entraron en pánico por un momento, Stear podría hablar de más... Curiosamente, tan raro como pudiera sonar, Michael salvó la situación.
- Sra. Grandchester? Oh... no. Ellos fingieron estar casados para entrar al campamento enemigo.
Candy y Terry suspiraron de alivio, olvidaron completamente que fingieron estar casados. Stear quien seguía sin entender nada miró a Candy y vió en sus ojos una mirada de súplica, vió a Terry y tenía la misma mirada. Entonces volteó hacia Michael y le dijo:
- Michael! Pequeño diablillo! Cómo pudiste esconder de mí el hecho de que estás casado con Candy? Después de todo ella es mi prima!!
- Por razones de seguridad. Lo menos que el enemigo sepa de ti, lo mejor... así no ponemos la vida de quienes amamos en riesgo. Es por eso que no tengo ninguna fotografía de Candy conmigo... fue muy acertado que nadie supiera en realidad que ella es mi esposa, porque así pudo llegar al campamento junto con Terry como una pareja casada...
- Tuvimos que decirlo en la frontera -dijo Terry pensando en el beso- para que el oficial de la aduana dejara en paz a Candy.
- Y yo tuve que fingir que no conocía a mi propia esposa -dijo Michael sosteniéndola muy cerca de él- No puedes imaginar cuan difícil fue... yo quería besarla tanto.
- Fue difícil para mí también -agregó Candy- Yo deseaba también estar entre tus brazos.
Stear miraba a Candy y Michael, luego se volvió hacia Terry y se dió cuenta por su mirada que estaba herido. Qué es lo que había pasado? Él había llevado a Candy a la estación de tren porque ella iba a asistir al estreno de la obra de Terry y eventualmente iba a quedarse con él en Nueva York... Cómo es que ella fue de Nueva York a la guerra en Francia como la esposa de Michael Durand?
- Teniente Durand, Doc... lo necesitamos -dijo un joven soldado que iba pasando.
- Voy en seguida! Candy, cariño, te veré más tarde -dijo él besándola en la frente- Stear... Terry...
- Te veo más tarde querido -respondió Candy.
- Te veo más tarde Michael -dijo Stear.
- Adiós Doc -dijo Terry.
Michael se retiró dejando solos a los tres amigos.
- Candy? Terry? Me pueden explicar?... -preguntó Stear sorprendido.
- Me casé con Susanna Marlowe -respondió Terry.
- Gracias por no decir nada -dijo Candy.
- Qué?? Quieren decir que Michael no sabe que ustedes dos tienen un pasado juntos? -preguntó Stear estupefacto- No piensan que él tiene el derecho a saberlo?
- Ha pasado mucho tiempo Stear. Él no lo comprendería... -respondió Candy.
- Debo de pensar que obviamente sería así!! Yo lo veo y no entiendo nada tampoco!! -exclamó Stear.
- Cuando Terry y yo nos encontramos nuevamente aquí en Francia, Michael había sido justo herido de bala y Terry le salvó la vida...
- Decirle a él que Candy era la mujer con quien yo quería casarme, solo iba a lastimarlo más, especialmente después de una cirugía tan delicada... -trató de explicar Terry.
- Después, ya era demasiado tarde... -afirmó Candy acongojada.
- Está bien... pero si él se entera que ustedes le ocultaron ése detalle... va a pensar que ustedes lo hicieron a propósito para que se puedan ver a escondidas bajo sus narices!!
- Pero eso no es lo que estamos haciendo -respondió rápidamente Candy- Somos fieles a nuestros votos matrimoniales...
- Yo lo creo Candy. Pero así es como se va a ver la situación... -dijo Stear.
- Está bien. Ya veremos cuando lleguemos a ese punto...
- Muy bien. Yo no diré nada, pero... bueno...
- Lo que yo no entiendo -dijo Candy cambiando el tema- es por qué fuiste reportado como muerto.
- Yo si. Mi compañero de cuarto... nos equivocamos de cadenas de identificación... yo tomé la de él y él tomó la mía... y es que ahora me estoy enterando que él murió... oh por Dios! Yo fui capturado... y como nuestras placas no tienen fotografía...
Entonces Stear tomó su cadena con su placa de identificación y leyó en voz alta:
- "Jake Meadows"...
- Oh... -exclamó Candy- Lo siento por tu amigo pero yo estoy feliz de que tú estés vivo!
Ella lo abrazó nuevamente. Estaba en realidad muy feliz.
- Oh... -dijo Stear riéndose- Creo que debo de morir más seguido, yo te extrañé también Candy, los extrañé a todos ustedes...
- Archie va a estar eufórico y Patty... Ay Dios mío! Es un milagro! Ay Alistair!!
Ellos estaban riendo y hablando de los viejos tiempos.
- Bueno. Yo los dejo platicar. Los veo más tarde -dijo Terry.
- Gracias Terry -dijo Stear- Te debo una...
- Nos vemos más tarde -dijo Candy con una sonrisa.
Terry dejó a los dos primos solos. Stear se dió cuenta de la mirada que tenía Candy cuando le hablaba a Terry. Tan llena de amor. Ella todavía estaba enamorada de él! Candy puso al tanto a Stear con las últimas noticias de la familia, como que Archie y Annie habían contraído matrimonio y habían tenido un hijo llamado Anthony...
- Anthony! Oh... -dijo Stear.
- Annie me dijo que ellos quieren llamar al próximo "Alistar"...
- Al próximo?...
- Si es que hay un próximo -dijo Candy riendo.
- Ahh... tengo un pequeño sobrino...
- Y Patricia nunca superó tu muerte, ella rechazaba cada pretendiente que tenía...
- Ah... eso es bueno saberlo -dijo Stear sonriendo- Patty, la extraño muchísimo! Especialmente aquí, cuando todos tenemos un roce con la muerte todos los días... es bueno saber que Patty esperaba por mí.
- Ella sigue esperando por ti Stear.
- Ella cree que yo estoy muerto Candy...
- Bueno, apresúrate y ve a casa y hazle saber que no es así, antes de que ella decida seguir adelante...
- Si... como tú... Candy, yo sabía que amabas a Terry con todo tu corazón, qué fue lo que pasó? Todavía no puedo creer que te hayas casado con Michael!!
Candy le contó cómo sucedió todo acerca de Terry y Susanna.
- Tú eres demasiado buena Candy, como siempre... debiste haberte quedado y encontrado otra solución... Tú has hecho un gran sacrificio. Debiste de habernos tenido ahí contigo para aconsejarte...
- Si. Tal vez. Pero ya está todo en el pasado. Michael es mi presente y mi futuro.
- Estás segura de que no solamente estás con él para poder olvidarte de Terry?
- Amo a Michael, Stear y el me ama a mí.
- Él es un buen hombre y me dio el valor para venir aquí... para pelear, cuando vi que recibió el telegrama ese día...
- Y nuestra tarde fue interrumpida, él fue tan encantador...
- Archie decía que el uniforme no te era tan indiferente...
- Es que él me ayudó a bajar la torre con ese tonto maletín...
- Caíste totalmente bajo su encanto...
- Esos fueron buenos viejos tiempos...
- Esperemos que esta guerra termine pronto, ya ha durado cuatro años!!
Ellos continuaron hablando de la familia, Candy permaneció con él todo el tiempo. Ella le cortó su cabello y le estaba dando un baño de esponja... comenzando por el pecho...
- Candy, tú eres una excelente enfermera -le dijo Stear- pero me vas a volver loco!!
Candy comenzó a reír.
- Stear, soy tu prima y una mujer casada! Soldado. Compórtese como se debe!
- Candy... -reclamó Stear torturado.
- Todo está bien? -preguntó Michael.
Stear agradeció a Dios por la llegada de Michael.
- Si -dijo Candy- Cariño, quieres terminar de asear a Stear? Tengo que ir por toallas limpias...
- Por supuesto Candy -respondió Michael con una sonrisa burlona.
Candy se retiró y Michael se quedó con Stear.
- Así que Stear... estamos teniendo problemas con los servicios de mi esposa?
- Ehh?... no... -contestó Stear con el color subiéndole a la cara.
- Alistair, han sido muchos años desde la última vez que viste a una mujer... hasta tu hermana tendría el mismo efecto en ti!
Ellos estallaron en carcajadas.
Candy regresó con Stear a Paris. Ellos se debatían si escribir a la familia acerca de la buena noticia del retorno de Alistar o dejarlo a él dar las buenas nuevas en persona...
- Si escribo una carta ellos van a pensar que es una broma -dijo Stear.
- Entonces ve para allá, tú has sido relevado de tus obligaciones, puedes ir a casa... y creo que llegarás allá antes que cualquier carta que podamos enviar... a menos que mandáramos un telegrama...
- Tienes razón... y me gustaría que tú pudieras venir conmigo...
- Ay Stear... a menos que esté embarazada y no lo estoy... quiero permanecer aquí al lado de mi esposo.
- Entonces... embarázate Candy! Y ven de vuelta conmigo!
- Stear! -dijo Candy ruborizada.
- Qué! Yo no quiero dejarte aquí...
- Para protegerme aquí están Michael y...
- Terry?
- Iba a decir... Dios...
- Oh... disculpa Candy. Pero tú sabes muy en el fondo que él te protegería con su vida si fuera necesario. Inconscientemente, tú quieres estar con los dos hombres que amas...
- Dos... ?
- Candy, yo sé que sigues amando a Terry y tú siempre lo amarás...
- Cuándo te vas?
- Mañana por la mañana tomaré el barco. Así que me tengo que ir de aquí esta noche.
- Tengo que continuar trabajando pero vendré a decirte adiós...
- Está bien Candy.
Stear iba a volver a casa. Iba a ser una impresión muy grande para todos, especialmente porque ellos lo creían muerto. Él no podía esperar para ver a su hermano nuevamente, su nueva cuñada, su sobrino y principalmente a Patricia... finalmente había una luz al final del camino. Él había fingido estar loco para evitar ser torturado por el enemigo. Fue muy fácil, todo lo que tenía que hacer era hablar de sus inventos... sonaba tan irreal! Y ver a Candy nuevamente -a él le gustaba secretamente- fue un placer. Vió que ella estaba casada con Michael, todavía enamorada de Terry... pobre Candy!
Candy terminó con su trabajo y fue con Stear a pasar unos últimos minutos con él, antes de que éste partiera.
- Voy a extrañarte nuevamente Candy.
- Stear! -dijo ella abrazándolo- Te extrañe tanto, todavía no puedo creer que estés vivo! Dales un gran beso a todos por mí, de acuerdo?
- También a Neil y Eliza?
- Estoy tan feliz... que, qué importa! Si, también a ellos!
- Muy bien Candy -dijo Stear con una sonrisa- Estás segura que quieres quedarte aquí?
- Quisiera irme contigo para ver la cara de todo el mundo cuando te vean... pero... Stear, tú mismo lo dijiste, yo tengo a los dos hombres que amo aquí y no hay otro lugar en donde desearía estar... -aseguró Candy tímidamente en voz baja.
- Candy... muy bien entonces. Cuída de ti y embarazate ya, por el amor de Dios!
Ellos estallaron en risas y Stear partió con un grupo de soldados Americanos. Él estaba muy triste de dejar a Candy atrás, pero también estaba muy feliz de poder volver a casa.
Durante la travesía Stear se mostraba muy impaciente. Él conoció a un joven llamado Jonathan Brooks y comenzaron una amistad.
- Vas a Chicago? -preguntó Jonathan- Yo también!
- Fabuloso. Podemos hacer el viaje juntos. Yo voy regresando de la guerra y mi familia piensa que yo estoy muerto...
- Piensan que tú estás muerto?
- Por una horrible confusión... pero los voy a sacar de su error y a sorprenderlos.
- Ya lo creo. Especialmente a tus padres.
- Mi hermano es mi mejor amigo. Lo extraño tanto... fui capturado por el ejército enemigo y fingía estar loco...
- Tienes muchas historias que contar... continúa...
Pasaron el resto de su travesía juntos. La mayoría de los pasajeros eran soldados heridos y amputados, el compartimento de carga del barco estaba lleno con los restos de aquellos que habían muerto. El ambiente era un poco turbio. Aquellos responsables por la guerra tenían que encontrar una solución pronto, porque ésta ya estaba durando mucho tiempo.
oOoOoOoOoOoPatricia O'Brien vivía con su abuela quien usualmente tenía locas ideas y desaparecía nada más porque sí. Por supuesto, la abuela se había escapado otra vez sin decirle nada a nadie y Patty estaba buscándola por días en Chicago, cuando finalmente recibió una carta de ella diciendo que se encontraba en Nueva York, trabajando gratis en uno de los hospitales a donde llegaban los heridos provenientes de la guerra...
Patricia fué a ver a Annie quien estaba ocupada con su bebé.
- Annie, tengo noticias de la abuela.
- En verdad? A dónde está ella?
- En Nueva York...
- Nueva York? Oh... al menos no está en Europa...
- La próxima vez, quien sabe. Yo no lo dejaría pasar de largo... ella es tan impredecible... cómo está Anthony?
- Como puedes ver, él está bien.
- No tienes una niñera?
- Si. Pero como estoy en casa me gusta cuidarlo yo misma... tal vez porque yo fui abandonada, yo no quiero que él se sienta abandonado si estoy aquí.
- Annie... eso es ridículo...
- Tal vez... pero a mi me encanta encargarme de él.
- Ya veo... muy bien. Tengo que ir a Nueva York -dijo Patty poniéndose de pie.
El bolso de Patty cayó al suelo abriéndose y vaciándo todo su contenido sobre la alfombra. Allí estaba "La caja de la felicidad de Candy", esa pequeñita que Stear le había obsequiado a Candy, quien a su vez se la dió a Patty para infundirle valor. La caja empezó a tocar su melodía... Patty no podía creer lo que escuchaban sus oídos y lágrimas comenzaron a llenar sus ojos.
- Patty estás bien? -preguntó Annie con preocupación.
- La caja de la felicidad de Candy...
- Si??
- Stear se la dió a Candy, él se la hizo especialmente a ella como un regalo, cuando se iba a Nueva York al estreno de la obra de Terry...
- Eso fue muy lindo de su parte...
- Candy a su vez me la dió a mi para animarme un poco por la muerte de Stear. La música solía tocar en un principio pero entonces un día, se detuvo por si misma, sin razón aparente...
- La dejaste caer?...
- No. Que extraño que ya no funcionaba...
- Y hoy está volviendo a funcionar -dijo Annie- Es por eso que tú estás triste? Estás pensando en Candy y Stear?
Esa no era la razón. Pero dejó que su amiga creyera que esa sí era la razón por la cual estaba llorando. Ella recordó el día en que la caja de felicidad se detuvo. Ella tuvo un mal presentimiento poco después, entonces ellos recibieron la noticia de la muerte de Stear... el peor día de su vida. La caja de la felicidad había parado de tocar música y ahora estaba tocando nuevamente...
- Si Annie. Lo siento. No quise preocuparte.
- Para de decir tonterías Patty. Tienes derecho a llorar... las lágrimas son buenas también.
- Gracias. Me tengo que ir -dijo recogiendo sus cosas de la alfombra.
Ella besó a su amiga, al bebé y se retiró. Fue a su casa y empacó una pequeña maleta, se marchó a la estación y tomó un tren hacia Nueva York.
...
ESTÁS LEYENDO
SE TERMINO...
FanfictionDespués de la fiesta en el Hogar de Pony, Candy recibe noticias inquietantes...