Capítulo 18 "Así es la vida"

660 48 6
                                    



Candy ahora vivía en París, en el mismo apartamento en el que vivió con Michael durante la guerra. El país estaba tratando de recuperarse de la guerra y la población a pesar de haber perdido a muchos hombres, estaba muy feliz de no escuchar disparos y explosiones nunca más. Candy trataba de aprender francés, pero con Michael hablaba solo en inglés. En casa ella no se ocupaba de las labores domésticas porque tenían a una persona de servicio y Michael continuaba trabajando en el hospital. No tomaba los turnos nocturnos en caso de que su esposa lo necesitara. Además de que no quería dejarla sola, así que la mucama se retiraba sólo cuando Michael llegaba.

Candy se sentía alguna veces sola, pero la familia de Michael estaba ahí para apoyarla. Candy no podía esperar a tener a su bebé, así no estaría sola durante el día. Algunas veces se preguntaba el cómo hubiera sido su vida si se hubiera casado con Terry... cuántos hijos ella hubiera tenido con él? Ahora él tenía un varón con Susanna... cuántos hijos en realidad él quería? Lágrimas se asomaban a sus ojos y no hacía más que limpiárselas. Se podría decir a sí misma millones de veces que Terry estaba en el pasado, pero no podía parar de pensar en cómo habría sido, si es que ella hubiera escogido quedarse después del accidente. Ahora que ella lo pensaba se preguntaba, qué fue lo qué pasó por su cabeza para haber antepuesto los deseos de otra persona a los suyos... No! Ella tenía que pensar en su bebé y su esposo, aunque sintiera que su vida estaba incompleta... En aquel entonces creía que todo marchaba bien con Michael, hasta ése preciso día en la frontera alemana que iba con Terry. El detestable oficial los obligó a besarse y se dió cuenta que ella nunca había sentido lo que sintió en ese inesperado beso. Tenía el bello recuerdo del primer beso robado... tan magnifico, pero lo que sintió en ese segundo beso fue más maravilloso que un sueño y ella nunca volvió a tener esa sensación otra vez. Ese beso había sido fabuloso pero también había sido un desastre, porque la hizo darse cuenta de que estaba extrañando a Terry. Esa fue la razón por la que ella no quería hablar con él de eso... era el esposo de Susanna y era ella quien tenía la fortuna de ser su esposa y madre de su hijo.

Ella no tenía idea por supuesto de que ese no era el caso. Así como ella, desde ese beso en la frontera alemana, Terry había puesto su vida en pausa... había decidido no vivir más en una mentira, no se acostaba con su esposa porque él pensaba en la que realmente amaba. Iba con Susanna al siquiatra y tuvieron sesiones individuales por meses, hasta que al final, ella aceptó la situación. Terry por su parte prefería practicar abstinencia en lugar de imaginarse a Candy en su lugar, ya no quería usarla para satisfacer sus deseos. Susanna se volvió huraña hacia él pero se comportaba bien en frente de su hijo. Terry se decía a si mismo que si en ese entonces él hubiera sido más maduro y hubiera tenido más edad, no hubiera sucumbido a la presión de la Sra. Marlowe. Ahora estaba atrapado con una mujer a la que nunca llegaría a amar. El pequeño Richard era lo único positivo en esta historia y todo por Candy nuevamente, era su rostro el que había visto en lugar de Susanna a la hora de... Oh por Dios! Qué locura todo esto! Pero no volverá a suceder... ante el gran disgusto de Susanna.


oOoOoOoOoOo

Por fin Candy estaba lista para dar a luz. Michael no quería ir a trabajar esa noche, pero tenía que hacerlo por lo menos una vez al mes. Así que Candy tuvo que irse sola al hospital. Michael se iba a lamentar el que tuviera que trabajar esa noche. Pero era médico y tenía que hacerlo, además iba a estar en el hospital. Las enfermeras la reconocieron y se apresuraron a ayudarla. Llamaron a Michael quien corrió para estar al lado de su esposa.

- "Señorita Atrevida" tenías que escoger esta noche?

- No soy yo, es tu hijo... estoy feliz de que seas un médico, qué tal si fueras un guardia de seguridad en algún otro lado...

Michael comenzó a reírse y se quedó con su esposa hasta que ésta dió a luz.

Era una hermosa niña, rubia como su padre y madre y hasta con pequeñas pecas en la nariz.

- Ohh Candy, es perfecta -exclamó Michael con lágrimas en sus ojos- Se parece mucho a ti y también tiene tus bellos ojos verdes...

Candy sonrió débilmente. Estaba demasiado cansada. No había dormido toda la noche y lo único que quería era hacer una cosa: dormir. Pero no antes de besar a su pequeña y nombrarla...

- Pensaste en algún nombre? -preguntó Michael.

- Pensé en uno...

- A ver...

- El mundo está recuperándose de la guerra y con esperanzas de tener una mejor vida desde ahora, "la vie en rose" así que pensé en "Rosmonde"...

- Rosmonde... está muy bonito.

- Y para su segundo nombre, qué tal la forma femenina del nombre de su padre?

- Rosemonde Michelle Durand... no has notado algo en especial?

- Qué?

- Qué día es hoy?

- Es... oh por Dios!!

- Así que le vamos a añadir tu nombre: Rosemonde Candice Michelle Durand, porque nació el día de tu cumpleaños.

- Gracias Michael -dijo Candy con lágrimas en su rostro.

- No. Gracias a ti por esta pequeña hermosa niña...

Él la besó en los labios por largo tiempo. Ella estaba tan cansada debido a la labor de parto que se quedó dormida y Michael permaneció a su lado.

SE TERMINO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora