Cielos de París, 13:05
La avioneta pilotada con sublime destreza por la joven Natasha, había logrado adentrarse en los cielos parisinos sin ser detectada, gracias a Roberto, el hacker, que logró desviar los sensores de detección aereos franceses usando sus amplios conocimientos informaticos.
Tull servía de copiloto a la joven ucraniana, aunque lo hacía más por su compañia que por amor al vuelo.
El ex marine en los ultimos años había sido un antisocial al maximo, se sentía un desecho y como tal se comportaba, un asesino, no merecía contacto con otros seres humanos, pero esa joven le había devuelto la ilusión, se convirtió con su simpatía y personalidad adictiva en la hija que jamás había tenido, la deseaba lo mejor, ella se lo merecía.
En la parte trasera de la gran avioneta el comando descansaba, sentados formando un circulo, unos dormían, otros hablaban y uno de ellos estaba ausente.
-Connor está en el baño, es extraño- dijo Sombra.
-¿Extraño porqué?-dijo Big- ése cabrón estará soltando mierda, eso es lo que mejor se le dá.
Muchos rieron ante ese comentario, menos Levi, perdido en sus recuerdos y James que jamás perdía ese porte y elegancia que le caracterizaba.
-Lo raro es que su walkie no está con todos los demás.- dijo Rober.
-A ver si os entra en la cabeza de una vez, a Connor solo le importa Connor, el se cree superior a todos nosotros, no se cree digno de estar a nuestro lado y eso incluye sus objetos.-dijo Big.
-Pués el wc lo he usado yo ántes, espero que no le importe, a no ser que sus mierdas también sean superiores a las mías.- dijo Tull desde su asiento.
Todos volvieron a reirse de nuevo.
Al rato Connor salió y sentandose alejado, reposó la rapada cabeza contra la chapa del avión y cerró los ojos.
En ese momento Natasha habló por la radio a su jefe, M.
-Natasha al habla, estamos llegando a las coordenadas que nos marcaste M- dijo alegre como siempre la joven.
-Perfecto jovencita, éres la mejor. Aterriza en la pista que hay sobre el edificio más grande que ves, el que tiene un letrero rojo que pone, Construction World Arms S.A- le responió su jefe.
-No me convence aterrizar en ése sitio M, ¿podemos confiar en tu amigo?-preguntó Sombra.
-Sombra, Claus es traficante de armamento, y de un armamento de lo más moderno y avanzado, él me proporcionaba las armas en mis misiones de mercenario, incluso actuamos juntos en varias ocasiones. Es un gran amigo, el sabe, que se todo sobre sus ventas ilegales, le conviene tenernos de aliados, además salvé su vida en el pasado, está en deuda conmigo-dijo M.
-Además necesitamos un lugar donde dejar la avioneta sin que llame la atención y estamos en plena metropolis, es la mejor opción.- concluyó James.
-Pues que así sea- dijo Sombra.
******
El avión aterrizó perfectamente en la pista sobre el edificio, ésta éra para helicopteros, estrecha y pequeña, pero Natasha logró realizar el aterrizage de una forma casi impecable.
El grupo agarró sus mochilas y armamento y se dispuso a bajar de la avioneta.
Abajo, en la pista, un hombre los esperaba al final de las escalerillas de la avioneta.
Todo el grupo bajó de la avioneta y se situó frente a ése hombre.
Éra de altura media, de unos 40 años aproximadamente, estaba calvo, solo conservaba el pelo de la nuca, el cual formaba una melena negra con algunas canas plateadas, éra un hombre grande y entrado en carnes, vestía un elegante traje. El hombre los miró sonrientes.
-El comando Éxo-ratas- dijo sonriendo- Soy Claus Bontier, ya estaba esperando vuestra llegada, buen aterrizaje jovencita, són pocos los pilotos curtidos en mil vuelos que pueden aterrizar en mi pista.-
Natasha dió un paso al frente, amigable y sonriente como de costumbre.
-Muchas gracias don Claus, mi nombres es Nat...-se dispuso a hablar la joven.
-No, no.-interrumpió Claus a la ucraniana- No me digan sus nombres, órdenes de M, no deben decirme nada, ni de ustedes ni de la misión, y en parte es mejor para todos, cuanto menos sepa de ustedes mejor.- concluyó sonriente Claus.
-Pero no se queden ahí esperando, porfavor, pasen dentro, ésto es una empresa de material de construcción, estarán seguros dentro hasta que M os ordene iniciar la misión.- dijo el hombre.
Parecía buena persona, un tipo alegre y jovial, pero al fin y al cabo éra mercenario y traficaba con armas, no había que bajar la guardia y el comando lo sabía.
-Disculpe pero traemos un Jeep a bordo de la avioneta, ¿como podremos bajarlo para situarlo sobre el asfalto?- preguntó Natasha.
Claus la sonrió y respondió a la joven.
-Lo lamento chiquita, es imposible me temo, pero M ya está informado, no se preocupen, yo mismo les proporcionaré un vehiculo, un Hammer negro, con los cristales tintados, en la noche será invisible, fuerte y potente.-
A la joven se le iluminaron los verdes ojos al oir aquella noticia.
-!Un Hammer¡, no puede ser, son bestias con ruedas, son imparables... -decia la joven.
-Demasiada bondad y hospitalidad creo yo- dijo Connor- a mí eso me hace desconfiar.
Todos miraron a Claus esperando ver su reacción hacia el comentario lanzado con saña del gigante musculoso, más éste no cambió un ápice de su regordete rostro sonriente.
-Hacen bién en desconfiar, veo que M a conseguido a los mejores expertos- dijo Claus- más creanme, le devo la vida a ése hombre, el me salvó y ni acogerles ni proporcionarles un vehiculo podría pagar ésa eterna deuda. Porfavor acompañenme al interior de World Arms S.A.- dijo Claus.
Todos avanzaron junto al hombre, hacia el interior del edificio, observando todo a su alrededor, con la mano sobre sus respectivas armas, esperando cualquier señal de traición para actuar.
Una vez dentro, Claus los guió, por largos y blancos pasillos, hacia una amplia estancia, completamente blanca, con sofas y una mesa con comida.
-Porfavor dejen aquí sus cosas, sientensé a descansar, coman álgo, les aseguro que no tiene veneno ni droga- dijo riendose- después avisenme, quiero mostrarles álgo.
Después de decir aquello, Claus abandonó la habitación, dejando en su interior al comando.
Tull y Big se sentaron en la mesa y comenzaron a devorar los alimentos sin piedad, con las manos, el resto se sentó en los diversos sillones de un color rojo, que contrastaba con las blancas paredes, menos Connor que se alejó a una silla apartada.
-M estamos dentro- dijo Sombra por su walkie.
-Perfecto, descansen y coman, ha de pasar aún bastante tiempo hasta la hora de actuar, yo les avisaré.- respondió M- cambio y corto.
-Ése tal Claus parece un tio cojonudo- dijo Tull desde la mesa con la boca llena.
-De momento no parece peligroso, nos ha acogido con educación, nos proporcionará un vehiculo esplendido, además M conoce todo sobre él, tiene mucho que perder en caso de jugarnosla.- dijo James.
-Sea como sea, no hay otra opción, aguardaremos aquí hasta que M se comunique con notros, de todas formas estar alerta- dijo la bella Sombra quitandose la chaqueta y dejando al descubierto una camiseta de tirantes roja de grandisimo escote.
Roberto se atragantó al beber agua de un vaso ante la visión de los grandes senos medio a la vista de sombra y comenzó a toser, Yaman le golpeó la espalda mientras todos reían y Roberto se ponía rojo.
Mirales que amiguitos, jodida escoria, pensó Connor desde su apartado asiento observando la escena.
Parece que el comando está empezando a unirse solidamente, un capitulo de buen hambiente y con un toque de humor antes de la misión, Comando a alcanzado más de 2000 lecturas y está punto de llegar las 100 estrellas, jamás creí que esta historia llegaria a ése punto siendo como es de acción jajaja, muchisimas gracias a los que la leeis, aunque parece que os cuesta comentar jaja, os animo a hacerlo, un saludo y gracias, espero que sigais disfrutando al leerla tanto como yo escribiendola.
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Comando Éxo-ratas
БоевикMe llamo "M". Soy Mercenario.Acabo de aceptar la misión mejor pagada de toda mi vida. Es algo distinto, nuevo para mi y sumamente raro. Para poder llevarla a cabo necesito a los mejores expertos. Hacer un equipo de hombres con habilidades únicas de...