El comando aguardaba a los hermanos payasos ocultos en diversos rincones de la grán habitación del museo Solari.
Estaban tardando más de la cuenta y los compañeros ya empezaban a estar nerviosos, si no tenían noticias pronto de Big o Levi, tendrían que cambiar de planes y acordar una nueva estrategia.
De pronto la voz rugosa y ronca de Big, el payaso obeso, sonó a traves de los comunicadores de los compañeros del comando Éxo-ratas.
-Joder nos han pillado por sorpresa los hijos de puta, pero gracias a Rober todo ha salido bien, podeis salir, las camaras están desactivadas, en unos segundos nos reuniremos con vosotros.- finalizó el payaso.
Al cabo de unos minutos, los dos hermanos y el robot del hacker estaban junto al resto de camaradas, a los cuales ya habían contado su encuentro con el enemigo en la sala de vigilancia y también hablaron sobre los cuerpos sin vida, amontonados tras el armario, del personal de seguridad del museo.
-Han matado a esos pobres hombres sin piedad, y todo para cogernos a nosotros.- dijo Yaman.
-Alomejor prefiririas cambiarte por uno de esos cadaveres, negrata.- dijo Connor con un desprecio infinito al rastafari.
-Olvidaos de los vigilantes asesinados, el caso es que nos esperaban y por lo que hemos visto, no precisamente para saludarnos, así que en marcha, E.P.V os paga por actuar, no por hablar.- finalizó tajante Sombra.
El grupo avanzaba por el oscuro y sospechosamente tranquilo museo, siguiendo al robot de Roberto, que ejercía de guía ya que el hacker veía el plano del museo desde el coche, tras el robot, Yaman y Connor encabezaban el grupo, seguidos por Big, Tull y Levi, que cubrian los laterales y cerrando el grupo James y Sombra, vigilaban la retaguardia.
Las luces de emergencia éran la unica luz que iluminaba las gigantes habitaciones del museo, dandole un aspecto bastante tétrico al entorno.
Diversas bitrinas se esparcian por el lugar, en cuyos interiores descansaban huesos de animales, de personas de antiguas culturas ancestrales y diversos objetos como puntas de flecha o lo que en su tiempo fueron platos de arcilla.
El grupo entró en una grán sala, dedicada a los dinosaurios, ya que estaba repleta de esqueletos de los mismos en expositores, maquetas y diversos posters con información de los mismos.
A Tull, que jamás bajaba la guardia, le pareció ver en la lejanía, a traves de la oscuridad, un pequeño y fugaz destello, y por unos segundos vió lo que a su juicio, parecía la silueta de una persona.
Nadie más del grupo escuchó, vió o dijo algo al respecto, pero Tull no quería que corrieran ningún riesgo, y ante la duda, se colocó el rifle en el hombro y apuntando dirección al lugar del desteyo, miró a traves del punto de mira con visión nocturna que Claus le había regalado.
El grupo se detuvo al observar la acción del viejo rastreador sin entender que pretendía.
-¿Que pasa Tull, algo va mal?- pregunto James poniendo una mano sobre su hombro.
La cara de Tull cambió de repente, su rostro palideció de golpe, como si a traves de la mira hubiese visto al mismisimo lucifer esperandolos.
El ex marine disparó y al instante gritó a sus amigos.
-Joder, ¡todos a cubierto, ahora!- gritó el cazador empujando a sus compañeros a la vez que una lluvia de balas comenzaba a impactar alrededor del grupo.
Los compañeros corrieron a cubrirse tras una grán hurna que contenía el esqueleto de lo que hace siglos fué un Velociraptor, mientras la lluvia de balas arrasaba con todo a su paso.
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Comando Éxo-ratas
AksiMe llamo "M". Soy Mercenario.Acabo de aceptar la misión mejor pagada de toda mi vida. Es algo distinto, nuevo para mi y sumamente raro. Para poder llevarla a cabo necesito a los mejores expertos. Hacer un equipo de hombres con habilidades únicas de...