Capitulo 10: Batalla 2/2

782 60 1
                                    

Narra Ayato:
Observé su rostro, su expresión era neutra pero podía notar la rabia que reflejaban sus ojos, que a pesar de todo lo que a pasado, aún mantenían su brillo.

—Por favor— la miré suplicante.

—No es un buen momento Ayato, tenemos que ir a ayudar— se soltó de mi agarre —pudiste haber hecho esto antes— dijo con la voz cortada y se fué corriendo, dejandome solo.

Mi vista se nublo de un momento para otro y mis ojos comenzaron a temblar al igual que mis labios.
Sentía como un liquido frío recorría mis mejillas sin parar.

—¿Qué demonios?— dije mientras tocaba mis mejillas —ESTOY LLORANDO— grité desesperado.

No puede ser... yo... estaba llorando por ¿(t/n)_____?...

Miré a mi alrededor asegurándome de que nadie pudiera precenciar este momento tan ridículo y vergonzoso para mi.
Si alguien me viera, definitivamente nada sería lo mismo con nadie.
Me puse mi mascara de nuevo y volví a la batalla, busqué a (t/n)_____ con la mirada, pude ver que seguía insistiendo con Juzzou y Amon.
Era realmente fuerte y resistente.
Ya casi ningún investigador seguía con vida, únicamente faltaban 4...
Nosotros eramos más de 4, ¿qué demonios estamos pensando? Mejor dicho, ¿qué demonios estoy pensando?

Acitvé mi kagune y comencé a correr donde estaba (t/n)_____, ataqué a Amon, el cual comenzó a atacarme de vuelta al instante, dejando a Juzzou y ella solos, sin parar de pelear.
El logró golpearme haciendo que derrapara sobre el pavimento, tras esto mi ropa se desgarró.

Gracias a esto pronto noté que (t/n)_____ y Suzuya habían desaparecido del lugar donde yo me encontraba.

—¡Retirada!— Zeke gritó.

¿Qué? ¿rendirnos? ¿ahora? ¿qué piensa este tipo?
No dije nada y me fuí tan rápido como pude. En seguida vi al ruso idiota llorar.

—¿Qué diablos te sucede?— pregunté con extrañeza.

—(t/n)_____..— sollozó —Suzuya casi le quita la cabeza a (t/n)_____.

Mis ojos se abrieron como platos.

—¿Casi? ¿quieres decir que no lo hizo?— dije un poco aliviado.

—S-Sí, todos pensamos que había muerto, el corte se pudo regenerar lo suficiente pero aún no lo hace completamente, tenemos que irnos ya si no queremos que alguien más pase por esto, después nos encargaremos de Juzzou— dijo y se puso de pié, comenzó a caminar dejandome solo atrás de todos.

Suspiré con alivio.

Por un momento pensé que (t/n)_____ había muerto...
------------------

Narra (t/n)_____:
Abrí mis ojos con dificultad, mis párpados pesaban como si fuesen hechos de piedra. Mi cabeza dolía, de la nada me sentía enojada, frustrada, irritada, con ganas inmensas de llorar.
Intenté sentarme, pero un dolor agudo en mi cuello me impidió lograrlo, regresandome a la pocisión en la que estaba.
Me di cuenta que estaba en mi habitación, no podía recordar nada después de que hablé con Ayato por ultima vez.
Intenté gritar, el dolor en mi cuello seguía ahí, y el emitir sonido alguno lo hacía cada vez más doloroso.
Vi a Seung entrar a la habitación.

—¿(t/n)_____? ¡(t/n)______!— me miró sorprendido.

—¿Qué demonios es esto? ¿qué me pasó?— pregunté con un poco de dificultad.

—¿No recuerdas?— preguntó. Lo miré obvia.

—¡por un demonio! ¡claro que no lo recuerdo! ¡te estoy preguntando por eso, idiota!— grité y al terminar volví a gritar por el dolor, apretando mi cuello. Me di cuenta que estaba en vuelto en una venda.

—Maldita sea, no grites, te estas lastimado— me miró enojado.

—Seguiré gritando durante el tiempo que yo quiera, si no vas a ayudarme largate— volví a hablar tratando de no volver a gritar.

Me miró sorprendido por mi actitud.

—Así lo haré, puedes morirte justo ahora si quieres, después de todo ya tienes donde caerte muerta— respondió y salió de la habitación.

¿dónde quedó el chico amable?
Bueno, yo hice que desapareciera.

No conocía ese lado de él, pero me alegraba haberlo sacado.
Sentí que mi vista se nublaba, comencé a llorar desconsoladamente.

Recordé a mi madre, recordé todo lo que ellos pudieron haber hecho por mi, pero nunca hicieron.
Pudieron haberme salvado de vivir una pesadilla horrenda durante un tiempo que pareció ser eterno.
Todo el dolor, los recuerdos, las tristes realidades que me atormentaron cuando apenas era una niña.
Lo único que mi situación me daba entender es que estuve al borde de la muerte, estuve apunto de borrarme de la faz de la tierra para siempre.

Pero sigo aquí, sufriendo.

Sufriendo sin entender porque yo merezco todo esto.

Lo único que sé es que por un momento quisiera sentirme liberada, como nunca antes me e sentido desde hace años, quiero vivir.
Quiero querer a alguien y que alguien me quiera a mi.

Quiero sentir.
Quiero dejar de ser tan arrogante con todos.

¿por qué este cambio tan repentino?

Ni si quiera yo puedo entenderlo.

No me subestimes ➵ ayato kirishima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora