Pillowtalk ➽ |Destiel|

Cinco

Gabriel sonrió cuando el rubio había tomado la tarjeta que le entrego. Sam había discutido con él por haber hecho eso, pero de todas formas, la sonrisa se mantenía en su rostro con otro sentido. Había notado el anillo en su dedo, el Impala y la ropa que traía. La gente no lo creía, pero Gabriel era un gran observador, no por nada se hizo abogado.

El anillo de Dean no parecía tan viejo, a los sumos cinco o tres años de matrimonio; el Impala estaba increíblemente limpio para ser un modelo viejo y no retenerlo en las convenciones de modelos clásicos, el traje que llevaba puesto hacia referencia a un trabajo estable y por lo que pudo oír, trabajaba en un banco, pero de todas formas, no era nada normal que alguien como él lleve esa ropa en un auto como aquél.

Por eso, su conclusión era que Dean, el amigo de Sam, estaba casado hace unos cinco o seis años con una mujer que no tolera por no dejarlo usar su auto, por eso aquél Chevrolet estaba impecable, tal vez habían peleado y el rubio lo saco a dar una vuelta donde después volvio para el trabajo pero decidió no guardar el coche.

¿Y para qué servia aquella conclusión?

Porque con eso pudo darse cuenta de como era Dean, y estaba más que seguro que era perfecto para Castiel.

Por eso, cuando le explicó a Sam, el castaño no entendió nada de su objetivo ni que ganaría dándole el numero de Castiel, asi que solo se excusó diciendo que quería ayudarlo. En parte era cierto, le iba a presentar al mejor abogado de Lawrence que a parte de eso era sexy. 'Si eso no es ayudar a una persona, no se que lo sea' dijo después de pensar bien en lo que quería lograr.

Dean llevaba mirando la tarjeta un rato dudando en si llamar o no, el tipo aquél no tenía pinta de ser alguien responsable y confiable, más bien, parecía un idiota.

Por eso, simplemente guardó la tarjeta en su billetera y se concentró en la computadora frente a él. Tenía que rehacer las cuentas de un cliente que no se pasaba por el banco hace mucho tiempo, por esa razón sacaba otras sumas a parte. Claro, hasta que golpearon la pared de su cubículo y este se sobresaltó tirando un par de papeles.

─Demonios ─Bufó juntando las hojas del suelo. La persona en la puerta soltó una carcajada haciendo que el ojiverde lo reconociera en un segundo ─¿Qué quieres Benny? Estoy muy ocupado

─Solo venía a avisarte que en dos horas habrá otra reunión en el piso de arriba ─Se cruzó de brasos mirando a su compañero sentarse de nuevo en su silla y tirar el lapicero con un block de hojas. El rubio suspiró fregandose la cara con las manos ─Te ves nervioso... o estresado, ¿Vas a tener otro bebé?

Dean alzó la cabeza al oir eso y miró confundido a su compañero.

─Si mi abuela estuviera viva te diría "Que la boca se te haga a un lado y el culo al otro" ─El mayor soltó una carcajada ─Estoy inquieto, ¿Qué pasa si me despiden por algo que no hice?. Lisa va a matarme.

─¿Eso es lo que te preocupa? Hermano, hay millones de empleos.

─No para ella. El jefe es su padrino, por eso estoy en este asqueroso lugar pudriendome como infeliz... sin ofender ─Banny alzó los hombros restandole importancia

─Ni siquiera me gusta venir, solo lo hago para sobrevivir. Como sea, ¿Conseguiste abogado? ─Dean rodó los ojos recordando la tarjeta.

─Eso creo. No lo sé, no conozco al tipo. El sujeto que me lo recomendó me dijo que era el mejor de Lawrence.

─Contratalo. ─Soltó.

─¿Qué? ─Preguntó creyendo que había oido mal

─Si es el mejor de Lawrence, te recomiendo contratarlo ahora antes de que alguno de estos imbéciles lo haga. A demás, no sabes si hay otros abogados que puedan ayudarte ─Dean asintió dándole la razón