Falda

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—Jin, puedes quedarte aquí si quieres, ya es bastante tarde, también puedes quedarte hasta que Namjoon aparezca o por lo menos tengamos una señal de vida por su parte—hablo el menor mientras subía las escaleras.

—Gracias Jimin, pero creo que será mejor que me retiré, puede que Namjoon aparezca hoy, y si no me encuentra en casa podría comenzar a preocuparse. Aparte Jungkook ya se ha ido a dormir sin saber nada—Jimin asintió, nunca había pasado tanto tiempo con el mayor y se había dado cuenta de que realmente se llevaban bien. Que convivieran hizo que su amistad se fortaleciera y que por lo menos ya no era tan chocante como solía ser.

Jimin subió a su habitación escuchando como la puerta principal era cerrada. Decidido a ponerse un poco de ropa más cómoda para poder dormir abrió el pequeño closet. Dónde se encontraba un espejo lo suficiente grande para mostrar el cuerpo completo de alguien.

Jimin se quitó la camisa y observo la pequeña curva en su vientre, pero después su mirada se dirigió a sus pezones, que estaban mas oscurecidos que de costumbre, llevo una de sus manos y comenzó a hacer pequeños círculos rodeándolo, jadeo deseoso.

Quitó su mano y procedió a bajar su pantalón junto con sus ajustados calzoncillos, miro como su miembro ya se encontraba duro y la cabeza de este un poco hinchada. Quitó sus zapatos y se lanzó a su cama.

—Mierda—gruño cuando comenzó a tocar el falo. Nunca se había sentido con la necesidad de masturbarse, sin embargo ahora sus hormonas están a punto de explotar como un adolescente. Su otra mano acariciaba sus piernas. Acaricio su miembro para comenzar a estimularlo, llevo uno de sus dedos a su entrada y lo metió de una sola—Oh mierda, Hoseok.

Jimin no podía evitar gemir, gritar y maldecir, se sorprendió cuando ese nombre salió de sus labios, pero aún así no paro, incluso lo hacía mucho más rápido, y metió otro dedo dentro de el.

—¡Hoseok!—gritó cuando su semen cayó en su abdomen, tenía la respiración agitada y estaba sudando completamente—Mierda.

Jimin intentaba regular su respiración, hasta que escucho como el teléfono sonaba, apesar de que fuera sospechoso que alguien llamará a esas horas rápidamente se colocó sus calzoncillos, y una playera que le quedaba un poco grande, para salir corriendo de su cuarto y bajar las escaleras lo suficiente rápido para que el teléfono dejara de sonar.

—Habla Jimin ¿Quien es?—habló aún con la respiración entrecortada. Del otro lado de la línea no se escuchaba nada, más que ya respiración calmada—¿Se le ofrece algo?—Volvio a intentar esta vez esperando una respuesta, que tampoco llegó—Ya basta, jodido pervertido, no estoy en momentos para aguantar este tipo de bromas, métase sus jodidas tonterías por el culo!—y colgó sin esperar si alguna respuesta llegaba.

—Jimin ¿Ocurre algo?— hablo Jungkook, mientras bajaba las escaleras y bostezaba—Escuche tus gritos desde mi habitación.

—Lamento si te desperté. Solo que alguien llamo hace unos minutos, pero solo se escuchaba una respiración.

—Jimin, está bien, cálmate —el menor abrazó al rubio provocando que este se sintiera más tranquilo.

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—Jimin, voy a dejar la ropa de Seulgi aquí, ya sabes—hablo cabizbajo.

—¿No se cansa de aprovecharse de ti?—A Jimin le enojaba que Seulgi, la prima de Jungkook, lo utilizará, usando la simple excusa de "Soy el futuro de esta familia y como mi primo debes ayudarme"

—No lo hago por ella, simplemente intento ayudar a mis tíos—hablo dejando la ropa doblada en el sofá—tengo que irme, por favor no toques nada.

Jungkook salió por la puerta principal de la vivienda y Jimin no pudo reprimir su lado curioso y se acercó al bulto de ropa.

—¿Como pueden caminar con esto? —hablo hacia el aire, mientras miraba la corta falda de porrista entre sus manos, debajo de la falda se encontraban un par de zapatillas. No pudo con la curiosidad que le invadía desde los dedos de los pies hasta la coronilla. Bajó su pantalón y se colocó la pequeña falda—Vaya, esto realmente hace resaltar mi trasero—dijo admirando sus glúteos. Se colocó las zapatillas que justamente eran de su talla, ya que sus pies siempre habían sido pequeños podía usar algunos zapatos de mujeres, cuando era niño solía colocarse las zapatillas de su madre. Por eso es que no le costó mucho trabajo levantarse y caminar. Inevitablemente rió con la vista de sus piernas, se agachó un poco solo para observar en el espejo que se encontraba junto el teléfono cómo la falda se subía y mostraba su ropa interior, llevo la palma de su mano contra su glúteo, haciendo un azote bastante rudo, a lo que no pudo evitar jadear, estaba por hacer lo mismo, pero esta vez con el glúteo contrario, hasta que escucho el sonido del timbre. Corrió hasta llegar a la puerta, abriéndola poco a poco y encontrándose a quien menos esperaba.

Aquel hombre se lanzó a sus brazos, ocultando su rostro entre el hueco que se encontraba ente la cabeza y el hombro de Jimin.

—Lo siento—Jimin se sonrojo violentamente sintiendo el aliento contrario.

—Ho...hoseok—Tartamudeo Jimin, después de un momento de silencio.

—Lo siento, lo siento mucho—aun seguían sus cuerpos muy juntos—Por favor no te alejes de mi lado. Él es lo único que tengo—Jimin no contesto. Hoseok se separó para mirarlo a los ojos. Ambos se encontraban con ojeras y los ojos hinchados, especialmente Jimin. El mayor volvió a la posición anterior, abrazando al rubio—Mi madre murió en el parto cuando nací, mi padre ni siquiera sabe que estoy vivo todavía, y...—Jimin no le permitió terminar cuando se separó bruscamente y tomo las mejillas del mayor, provocando un beso un tanto brusco. A lo que el mayor correspondió casi de inmediato con sus expertos labios.

Hoseok tomo de las caderas a Jimin adentrándose por completo a la casa, con su pierna cerró la puerta de esta.

—Espera Jimin—hablo el azabache entre el beso—¿Estás usando una falda?—dijo separándose completamente del menor, este último se sonrojo como nunca antes, lo había olvidado por completo.

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Maratón 1/3 xDdDdD

El engendro de Hoseok «Hopemin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora