Irnos

8.6K 896 258
                                    

Jimin se encontraba acostado en la cama, mirando hacia el techo. Se había despertado por el fuerte aire que entraba del balcón, que el mismo había abierto con anterioridad porque se había sentido acalorado.

Cuando cerró el balcón, miro por el transparente panel y observo a Hoseok salir de su auto, se sorprendió porque según el, nadie salía a esas horas de la madrugada. Hoseok no están solo, después de que el bajará Namjoon bajo con el, se dirigieron a la puerta de la casa y Jimin escucho pasos acercándose a la habitación en la que él se encontraba, se recostó rápidamente y se colocó las mantas sobre su cabeza, como un niño que cree que hay un fantasma debajo de su cama.

—Jimin—susurro Hoseok sacudiendo un poco su hombro, para que despertará-Jimin.

Jimin fingió despertar.

—¿Qué pasa?—contesto fingiendo un tono adormilado.

—Tenemos que irnos—Jimin se mantuvo mirando a Hoseok, sus brazos estaban alrededor de su cabeza.

—!Horseok!—grito Namjoon desde la planta baja.

—!Espera un segundo negro!—Hoseok grito hacia la planta baja y volvió a mirar a Jimin

—No quiero, quiero respuestas—Contesto Jimin a lo que Hoseok suspiró.

—Bien, quédate si quieres morir, no te voy a estar obligando a un niño—Jimin se confundió por el comentario del mayor, pero cuando vio a Hoseok tomar el picaporte y comenzar a abrir la puerta corrió hacia el, para quedar a su lado.

Hoseok le abrió la puerta dejándolo pasar.

—Tienes lindo trasero pero no es tan lindo como tus calzoncillos—Jimin paro en seco cuando recordó que solo había dormido con unos bóxer llenos de corazones y pequeñas ranas que Jungkook le había regalado en su último cumpleaños.

—Mierda—Jimin se colocó la ropa del día anterior, mientras que Hoseok solo se reía y lo observaba cambiarse—¿podrías dejar de mirarme?

-No, tienes un buen trasero—dijo acercándose a él—tu trasero es un imán para mis ojos—Hoseok lo pellizco—y para mis manos—dijo esto haciendo un guiño, Jimin ya había terminado de cambiarse.

—Jodido pervertido—comento Jimin.

—Y aún así te gusto—Jimin suspiro y comenzó a reír—No lo niegues, cariño—le acaricio la mejilla—ansias el momento en el que ponga mis labios sobre los tuyos y no dejas de pensar en que lo hice hace algunas horas—justo en el blanco.

—!Caballo!—Volvio a gritar Namjoon.

—Vámonos ya—dijo Hoseok y tomo la mano de Jimin, arrastrándolo.

El rubio se sentía muy avergonzado porque Hoseok había acertado.

—Hola Jimin—saludo Namjoon una vez que habían llegado a la planta baja.

—Hola Nam—contesto alegremente.

—Si, bueno ya vámonos—como Hoseok seguía sosteniendo la mano de Jimin se dirigió rápidamente a la puerta, después caminaron por el gran jardín de la mansión y finalmente se dirigieron al auto.

-—¡Jin!—grito Jimin cuando abrió una puerta trasera y lo vio, este solo le sonrió.

—Jin, voy a conducir yo—el nombrado bajo del auto, pero solo para subirse en la parte de copiloto, para estar junto su novio.

Hoseok empujo a Jimin para que se adentrase en el auto.

Las puertas de la mansión fueron abiertas y Namjoon arranco con mucha velocidad. Estaba demasiado oscuro, aún no sabía que horas eran, pero estaba seguro de que era realmente tarde.

El engendro de Hoseok «Hopemin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora