Mio

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—Jimin...—Habló Hoseok moviendo dulcemente el muslo del nombrado. Se levantó tallándose los ojos.

—¿Llegamos al aeropuerto?—pregunto adormecido. El más alto rió.

Bebé ya llegamos al hotel —Jimin abrió tanto sus ojos que Hoseok pensó que se le saldrían de la órbita.

Hoseok salió del auto dándole la vuelta a esté abriendo la puerta de copiloto. Espero a que Jimin saliera para tomarle la mano y después cerrar la puerta del vehículo guardando las llaves en su pantalón.

—Hoseok...—El menor habló mirando lo que parecía ser el estacionamiento del hotel —¿Donde estamos?

—¿Te gusta Italia?—hablo con una sonrisa de autosuficiencia cuando miro la reacción de Jimin. mientras picaba el botón del elevador.

Apenas las puertas del elevador se abrieron, ambos entraron. El azabache tenía intenciones de besar al rubio, sin embargo el elevador llegó rápidamente al Lobby.

—Espera un segundo aquí, nene ¿O debería decirte nena?—Dijo guiñándole el ojo, mientras a largas zancadas cruzaba la recepción. Jimin se sintió confundido por el comentario del mayor, hasta que sintió un escalofrío por sus piernas y notó que aún estaba vestido como una señorita, con la excepción de que ya no traía los tacones.

Estaba tan concentrado intentando ocultar la vergüenza que sentía. No supo cuánto tiempo estuvo así hasta que sintió una gran palma en su trasero, su sonrojo incrementó.

—¡Hoseok!— Gritó cuando lo vio, el mencionado solo rió sutilmente, tomando su mano para guiarlo al elevador de nuevo.

—Estoy tan cansado —Hablo el mayor tomando la ya casi inexistente cintura de Jimin —No sabes lo difícil que fue cargar con tres desde el avión hasta la renta de autos...—Hoseok bajo su mano hasta el muslo interno de Jimin, subiendo y bajando su mano, mientras su respiración se concentraba en el oído de menor, suspiro antes de hablar —No sabes lo mucho que me pones.

El elevador pidió la tarjeta para poder abrir las puertas, Hoseok la colocó y casi de inmediato se abrieron, dejando a su vista una clase de departamento, tenía ventanas que permitían ver toda Verona.

—Es increíble —afirmó Jimin

—Tu eres más increíble —hablo guiñándole un ojo.

El menor sonrió y dio una vuelta por todo el lugar, tenía su propia cocina, definitivamente era más grande que su pequeña casa.

—Voy a tomar un baño—Gritó Jimin desde la puerta del mencionado anteriormente. Hoseok encendió el televisor, y se quitó los zapatos.

Jimin miró lo grande que era el baño, casi tan grande como el de Hoseok. Abrió la llave de la bañera y comenzó a desprender cada una de sus prendas femeninas, mientras escuchaba el agua de la regadera correr. Por alguna extraña razón se sentía tan feliz, acababa de pasar por algo terrible, pero el simple hecho de estar con Hoseok, en Italia, solo Hoseok, el y los pequeños bebés.

Cuando finalmente se había desprendido de todas sus prendas, coloco un jabón de burbujas dentro del agua de la bañera. Y sin notarlo algo que lo limpiaba aún más profundo entro, no era simple jabón o agua, era aquel que le limpiaba el corazón...

—Jimin...—Hablo con voz ronca en su oído, haciendo que la piel del mencionado se estremeciera.

—¿Si, Hoseok? —Hablo torpemente, tragando duro. Aún sin mirarlo. El contrario no contesto.

Cuando el menor iba a preguntar qué sucedía, sintió como los brazos del mayor lo envolvían, no había ningún centímetro entre ellos. Hoseok aún tenía su ropa, sin embargo Jimin pudo sentir el gran bulto en su parte trasera.

—Hoseok...—Casi gimió Jimin, sintiendo como su erección crecía y sus pensamientos se nublaron con el simple hecho de sentir al mayor tan cerca de si.

Hoseok tomó los hombros de su amado girándolo, una vez que estaban frente a frente, el primer mencionado se lanzó a los labios del contrario. Ambos correspondieron al hambriento beso. Ambos lo necesitaban, necesitaban sentirse el uno al otro. Hoseok se separó lo suficiente para sacar su camiseta, en cuanto estuvo por sus hombros, Jimin no pudo evitar tocar los duros pectorales y el abdomen del más alto. Hoseok sonrió con arrogancia.

—Jimin —Hablo quitándose el cinturón —¿No crees que el padre de tus hijos merece una recompensa por todo lo que ha hecho —Un sonrisa traviesa salió a flote en ambos.

—Probablemente —Hablo, pero para ambos sonó como un gemido, sintió como toda su sangre iba a su erección y a su cabeza cuando finalmente Hoseok se había bajado los pantalones.

Mierda, Jimin estaba deseando bajar su bóxer y meterse todo el miembro de Hoseok en su boca, era demasiado excitante para ambos. Después de mucho tiempo había vuelto a sentir las hormonas del embarazo y estaba seguro de que no las contendría.

Dejo de respirar cuando Hoseok cerró la llave de la bañera.

Hoseok entró a la bañera, tomando las manos de Jimin para que entrara con el, la bañera era lo suficientemente grande para que ambos cupieran cómodamente. Sin embargo Hoseok lo obligó a casi sentarse sobre su miembro. Jimin sentía la cabeza de este.

El menor tenía escalofríos por todo el cuerpo se sentía como un virgen con un enorme tren apunto de entrar en él.

—Pararé si tú quieres que lo haga bebé —Hablo Hoseok con voz ronca, acariciando los glúteos del contrario.

Hoseok tomó las caderas de Jimin y dio un pequeño empujón contra su miembro, apenas para que entrara en él. El menor grito sintiendo como sus vasos explotaban. Solo había entrado el glande de Hoseok y se sentía a morir. Sentía como sus paredes se abrían dolorosamente.

—Mierda Jimin, ¿Como puedes estar apretado como un virgen? —Hablo con voz ronca, pero luego se arrepintió al ver como el cuerpo de Jimin temblaba.

Hoseok tomó la barbilla del menor para que se vieran a los ojos. El menor estaba sujeto en sus brazos, enterrando sus uñas.

—Bebé —Hablo el azabache acariciando sus mejillas —Está bien si quieres parar, no tienes que recompensar nada, estar contigo ya es una form...—El dedo de Jimin cubriendo su boca no le permitió continuar.

—Hoseok —Suspiró el menor —Cállate —Bajo sus caderas, para que todo el miembro del mencionado estuviera completamente en él.

Con todo el dolor de su cuerpo sintió como el miembro de Hoseok entraba por completo en el. En ese momento pareció que el tiempo se detuvo, se acostumbró al gran tamaño, el agua ayudaba demasiado.

—Bebé —Suspiro Hoseok, sintiendo como su miembro entraba y salía de Jimin con lentitud, este último solo podía gemir/gritar.

Hoseok tomó de las caderas a Jimin, levantándose con él. El menor grito cuando sintió el miembro de su amado hasta el fondo, sintiendo los latidos de su corazón y como las venas del cuello del mayor se marcaban por el esfuerzo para controlarse y evitar destrozar a su pequeño.

Jimin tenía la cabeza nublada y cuando menos se dio cuenta, Hoseok lo había depositado sutilmente en el piso, sin salir de él.

Entraba y salía constantemente, golpeó el punto sensible de Jimin, este grito aún más.

—Eres mío— Hablo sacando casi por completo su miembro y volviendo a meterlo con una fuerza bestial —Solo mío —Se acercó a su cuello dejando múltiples marcas mientras entraba con tanta fuerza y velocidad que Jimin sentía que iba a morir por todo el placer — Te voy a follar hasta que quedes inconsciente.

Y Jimin estaba seguro que era lo único que quería.

—¡Hoseok!—Gritó el menor sintiendo como su miembro chorreaba sobre el abdomen de ambos. El mayor correspondió y se corrió dentro de Jimin, este sintió como era llenado hasta lo inverosímil.

—Solo mío —Suspiro acariciando los pezones del menor...




No me maten :(

El engendro de Hoseok «Hopemin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora