ΩTrigésimo segundoΩ

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En ese momento, Taehyung desconocía a su padre, nunca lo había visto de esa manera. El rey se había quedado en un estado de shock, al ver a su hijo dejarse manosear por un mariscal. Aunque el ya sabía que Taehyung amaba a un hombre, jamás pensó que este fuera Hoseok. El mariscal miraba al rey un poco asustado, ya que en realidad, jamás se esperó que los descubrieran, ni mucho menos de esa manera. El príncipe muy lentamente bajo del escritorio y se acerco a J-hope poniéndose en frente de él, sin embargo, el rey soltó un gruñido para después ordenarle a uno de los guardias que se encontraban a su lado, lo siguiente:

-"Arresten al mariscal y llévenlo al calabozo"-.

Taehyung al escuchar lo siguiente, abrió los ojos de sobremanera y tomo de la mano a J-hope, quien estaba igual, o pero que el príncipe.

-"NO!... No dejare que hagas esa locura padre! Yo no lo permitiré!"-. dijo entre dientes y esto solo hizo que el rey soltara una carcajada.

-"Nunca pensé que ustedes dos fueran a estar juntos. Realmente... es lo menos que me esperaba."- después de decir eso, de nuevo hizo la seña al guardia y este obviamente obedeció yendo poco a poco hacia el mariscal. Con un poco de miedo, ya que Hoseok podía defenderse bien -"Te soporto que seas un marica, pero que te acuestes con tu propio guardián... eso si no lo permito."- J-hope retrocedió unos pasos mientras negaba con la cabeza.

-"Yo aun recuerdo al rey que conocí cuando llegue al palacio por primera vez... y comparado a este..."- decía el mariscal directo a los ojos de la realeza. -"Usted es una maldita escoria!"- escupió con ira mientras se resistía a los guardias que lo tomaban de ambos brazos, ya que uno más se había sumado para poder detenerlo. El rey dejo de sonreír y en ese mismo momento, se acercó un poco a los dos chicos, y como si la vida dependiera de ello, levantó la mano y plantó una gran cachetada en la cara de Taehyung, haciendo que este volteara todo el rostro debido a la gran fuerza.

J-hope al ver aquello, no pudo contenerse más y, con una toda la fuerza que su cuerpo le permitió, se zafó de ambos guardias y con unos movimientos inteligentes, pudo derribar a ambos, yendo rápido hacia el rey, sin dudarlo ni siquiera un segundo, cerro el puño derecho y dio un fuerte golpe en la mandíbula contraria, y esto hizo que el rey cayera de espaldas gimiendo de dolor. Aprovechando eso, J-hope fue hacia el príncipe, quien miraba a su padre muy sorprendido.

-"¿Mi amor, estas bien? ¿Te hizo daño ese maldito?"- preguntaba mientras tomaba entre sus manos el rostro de Taehyung, quien desvió su mirada a la del mariscal y sin esperar un segundo mas, unió ambas bocas en un cálido beso, que duro más de lo que esperaban. Sin embargo, Taehyung se separó y dio un leve empujón en el pecho de J-hope.

-"Tienes que huir... huye! J-hope... mi padre te matara! tienes que escapar de aquí!!"- exclamó el príncipe mientras tomaba la mano del mariscal, quien lo miraba frunciendo el ceño, no podía comprender lo que se le había dicho. "¿Huir?"

A continuación, Taehyung sujeto fuerte la mano contraria y salió de esa habitación antes de que su padre se levantara al igual que los guardias. Todos habían sido noqueados por Hoseok. Corrieron rápido por los pasillos, y para su suerte, no se encontraron a ningún guardia, pero más adelante pudieron divisar a la esposa de Taehyung junto con la reina. J-hope no le dio importancia pero el príncipe sí. Se detuvo, haciendo que el mariscal hiciera lo mismo, debido a esto soltó un bufido.

-"Madre, tienes que ayudarme! Padre quiere encar"- Sin embargo, la reina no dejo que su hijo terminara de hablar.

-"Taehyung... ¿dónde estabas? desapareciste y dejaste plantada todo este rato a tu esposa! que no te da vergüenza como príncipe que eres?"- Mientras discutían, el mariscal pudo escuchar unos ruidos provenientes de atrás, se volteó un poco y pudo observar como soldados venían hacia ellos, chasqueo la lengua y jalo a Taehyung indicándole que corriera de nuevo. La princesa miraba todo en silencio, pero más que nada lo que le llamo su atención, fueron esas manos entrelazadas en todo momento. Volteó a ver el rostro preocupado de su esposo, y luego al chico rubio a su lado. Vio como la reina aun les discutía y con una fina voz, empezó a hablar:

Silenciosa Lealtad •|Vhope|• TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora