Pruebas De Campo

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Laboratorio de observación, 5:21 am.

Tres años después...

En la oscuridad de una gran habitación, es trasladado Eiclod para ser estudiado.

En la cámara habían varias pantallas que al ser encendidas, simulaban el ambiente del planeta del que provenía. Además de tener flota y fauna del mismo origen.

Él tenía que actuar lo más natural que le fuera posible. Al poco rato de estar caminando entre el ambiente simulado, él ve un grupo de criaturas a lo lejos, cerca de un lago en el que estaban bebiendo agua.

Eiclod con mucha cautela se acerca a ellos para verificar que eran y para su sorpresa eran tres extraños seres que nunca había visto antes.

Uno caminaba como si fuera un simio, tenía cabellos en la cabeza y tenía algunas grapas en el rostro que le unía la piel donde al parecer se le había rasgado. De la espalda le salían tubos de plástico como los usados en los hospitales y claramente se escuchaba que le costaba respirar.

El otro tenía forma de hiena, cada que trataba de caminar, se le exaltaban los huesos de los hombros y le tronaban como si no estubiera bien unido su esqueleto. De su boca le salía mucha saliba con algo de sangre y tenía la piel llena de cicatrices como si se hubiera quemado.

Por último, el más pequeño... tenía cabello a lo largo de la cabeza hasta la espalda baja, tenía ojos verdes y la piel del rostro se veía jalada hacia el frente, como si su aspecto de hocico de perro había sido forzada, jadeaba mucho acompañado de salibacion excesiva, las patas traseras y delanteras eran semejantes a la de los humanos y por su estructura corporal, no podía erguirse, sin mencionar que siempre tenía miedo.

Habían pasado dos meses desde la finalización del proyecto al que fue expuesto Eiclod y la integración de estos tres seres a su recinto.

Después de haberlo platicado mucho y observas que cumplía con todas las pruebas que indicaban que sería obediente si se le ordenaba algo, ahora sería puesto a prueba en un ambienta no controlado.

Luego de prepararlo y de varias horas de vuelo más tarde, llegan a un planeta gobernado por humanos.

El lugar era desolado, había sequía, los pobladores eran hostiles y utilizaban armamento militar primitivo para atacar y destruir a cualquiera, inclusive su propia especie. En pocas palabras... la evolución dio pasos agigantados en reversa con esta especie.
Su limitada visión de la vida y afán por las riquesas materiales, los había llevado a guerreras sin sentido y de esa forma habían destruido su propio habitad.

En ese lugar invadido por la demencia, sería donde Eiclod se pondría a prueba.

Al llevar a la tierra, se camuflajearon de los sistema de rastreo satelital, térmicos y sonares, para de esta forma pudieran realizar su experimento sin ser descubiertos.

El director del proyecto abrió la bóveda donde venía Eiclod.

Cuando las puertas se abrieron, se liberó un vapor frío que lo mantenía en estado 'letárgico'. Desde un control remoto se desactivaron las muñequeras metálicas que lo esposaban.
Desconectaron tres agujas que estaban conectadas en su espina dorsal y desactivaron los grilletes que tenía en los tobillos.

-Activado modo demostrativo!!-. Dice una asistente de laboratorio.

Enseguida liberan al ahora adolescente en una base de concentración en el cual habían varios soldados de la tierra para poner a prueba sus habilidades.

Mientras tanto...

En la base humana, una alarma comienza a sonar. Al parecer los sensores de movimiento habían detectado algo que se acercaba lentamente.

De inmediato, los soldados se colocan en posición y se preparan para disparar al objeto que se acercaba.

Enseguida por medio de un altavoz ordenan al objeto que se identifique, de lo contrario, abrirán fuego, pero no reciben ninguna respuesta.

Sin esperar más, los soldados humanos, reciben la orden de disparar contra el objetivo y es aquí donde una lluvia de balas comienza a caer sobre el objeto extraño.

Luego de unos minutos de disparar, se dan cuenta de que el objetivo sigue en movimiento hacia ellos y es cuando lo ven.

Eiclod llega caminando y los soldados al verlo se sorprender de que sea una persona nada más.
Con forme más avanzaba, invadía la zona protegida, poniendo a la defensiva nuevamente a los soldados, quienes comenzaron a amenazarlo con matarlo si no se alejaba pero al ver que él individuo hace caso omiso a las amenazas, los soldados comienzan a disparar nuevamente.

Los disparos eran serteros en el cuerpo dl joven pero estos no penetraban ni causaban ningún daño en él. Las balas rebotaban como si fueran pelotas en el concreto.

Desde el laboratorio móvil, los científicos dueños de Eiclod estaban impresionados de ver la magnífica resistencia que tenía el sujeto contra las balas. En ese momento uno de los soldados saca una basuca y le disparan, causando que una gran cortina de arena y polvo se levante y obstaculizando la vista de los soldados, obligándolos a usar los sensores y radares.

Al ver esto, los científicos se quedaron estupefactos pensando que su experimento había sido destruido pero al verlo deteniendo con su mano izquierda el proyectil, estaban bastante satisfechos con los resultados.

-Activen los láseres!-. Ordena el jefe de proyecto.

La asistente de laboratorio teclea la clave en el monitor táctil, seguido de la tecla 'enter' y Eiclod comienza a lanzar rayos rojos de los ojos.

El láser era tan eficiente que nada pudo proteger a los soldados de los rayos y todos sin excepción alguna, fueron rebanados.

Por último, Eiclod lanzó el proyectil de la basuca que aún sostenía, hacia la base humana, haciéndola explotar y eliminando cualquier rastro de su precencia.

Después de ese gran espectáculo, los científicos estaban satisfechos de su gran éxito, así que por el momento deciden guardar su arma viva y regresar al laboratorio principal.

Cuando llegan a la base, la científica ordena a los guardias que ingresen al proyecto en una cápsula de recuperación, pero el jefe de proyecto lo niega, dando la orden de permitirle al experimento quedarse en el cuarto simulado ya que él había hecho un buen trabajo en la prueba de campo.

-Se merece un descanso solo por hoy!- Dice relajado.


En el habitad simulado... Eiclod estaba conviviendo con los tres extraños seres.

Como ya había pasado mucho tiempo desde que estaban ahí, las criaturas ya se habían percatado de que por las noches, exactamente a las 3am, nadie monitoreaba las cámaras de audio. Esa era la oportunidad perfecta para comunicarse.

La criatura peluda de ojos verdes... se acercó hasta donde Eiclod estaba durmiendo.

Esta se acercó tanto hasta lamer la mejilla del joven y cuando este se despertó, comienza a acariciarla pero se sorprende de ver que la criatura comenzó a balbucear...

-E..e...esca...pa...a co..o..nner-. Le dijo con mucha dificultad.

En ese momento Eiclod se quedo mirándolo a los ojos muy detenidamente por unos segundos.

Por algún motivo, Eiclod no recordaba nada per al verlo a los ojos se dio cuenta. En segundos, el joven sintió un fuerte golpe en el estómago y un frío insoportable recorre su espalda.

Era ella, la chica que estaba embarazada en el contenedor donde él venía.
No podía creerlo...

-Ma... margo...? Eres... eres tu... en verdad...?- Pregunto titubeante entre duda y un nudo en la garganta.

Él la miró a los ojos y recordó como era su rostro antes de todo esto... su cabello verde oscuro... sus ojos verdes claros... su piel amarilla y cubierta por lunares blancos... ella era muy hermosa pero ahora no se podía reconocer entre tanta deformidad.

Eiclod le acarició el rostro mientras rompía en llanto y Margo se acurrucaba en su regazo para tratar de calmarlo.

El Chico Espacial Where stories live. Discover now