Capítulo 11 (Ian)

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Me acerco sigilosamente al hombre que les grita que dejen las armas a mi grupo. Cuando está hablando de nuevo lo sorprendo por detrás, le apoyo mi cuchillo en la garganta y lo deslizó por todo el ancho de la misma. La sangre me salpica toda la cara.
Me levanto rápido, alguien viene hacia acá. Llega desprevenido, es otro hombre, más joven. Saco rápido mi 22 corto del bolsillo de mi pantalón y se lo apoyo en el pecho. Queda sorprendido, y horrorizado al ver a su compañero con un tajo gigante en la garganta.
-Hijo de put. Llega a decir, antes de que gatille.

Me despierto sobresaltado, con la cara mojada por la transpiración.
- volviste a soñar con eso?. Me pregunta Dona que se despertó por mi sobresalto.
-si, cuesta sacarmelo de la cabeza.
- Te entiendo. La imagen me quedo grabada a mí, no imagino lo que fué para vos, pero ya pasaron tres semanas, tenes que superarlo Ian.
Asiento, mientras pienso cómo superar el asesinato de dos personas.
-ya está el desayuno. Dice Mara desde afuera de mi carpa.
-Vamos antes de que el gordo de Ethan se coma todo. Me dice Dona, ambos reímos, nos levantamos, nos vestimos y vamos a la carpa-comedor.
Al entrar, Emma nos ve entrar juntos y se acerca a nosotros. Veo el enojo en sus ojos, pero lo disimula bien.
- Buen día. Acuérdense que hoy es noche de plagio de canciones. Dice sonriendo.
- si. No vamos a faltar. Responde Dona con una sonrisa reluciente.
Emma nota mi cara nerviosa.
- y vos Ian, ¿ nervioso por tu primer día?. Asiento con la cabeza, agarro una taza de café que me da Jana, una de las cocineras, y me siento en la mesa.
- Vamos Ian, va a salir todo bien, vos tranquilo, conmigo en tu grupo nada puede malir sal. Dice Ethan riéndose, mientras se mete una porción de torta entera en la boca.
- Además ya caminas bastante bien para que te falte un pedazo de pierna. Un poco más rengo de lo normal, pero bien. Dice Mara, Pía se ríe.
- por lo menos puedo levantar mi taza de café con cualquiera de mis manos, no como tu novia. Le respondo bromeando. Se escucha un "ooh" de todo el grupo buscando que la pelea crezca. Al contrario de eso las dos se ríen.
Marcus se acerca en medio de las risas.
- Ian, estas son las llaves de la camioneta, alista a tu grupo, salen a las 9 en punto. Dice entregandome un llavero.
Hoy es mi primera salida como jefe del grupo de búsqueda. Vamos a ir al pueblo a buscar las provisiones que dejamos en la camioneta con Ethan, un chico pálido de pelo oscuro, le decimos gordo aunque no pese más de 70 kilogramos, solo por como come, Abel, que a pesar del odio que le tengo me está empezando a caer bien, es tonto pero buen chico, Mara, y Abril, una chica de dieciséis años, rubia, petisa y robusta.

Al terminar de desayunar vamos a la carpa-armería a buscar algunas municiones. En el camino me encuentro con Cazador suelto, siempre está atado con una larga soga a la enfermería para que no se escape. Lo alzo y lo llevó a la carpa, de pasada saludo a Dalma.
- Dal, estaba suelto. Le digo al entrar.
- ay, gracias Ian, últimamente el collar le está fallando.
- voy a ir al pueblo, si queres le busco alguno nuevo.
- por favor, después vemos como te agradezco. Dice con cara provocativa.- ah no ser que Dona se enoje de nuevo, o tu "amiga" Emma. Me río y le contesto.
- no busques pelea Dal, nos vemos después.
- nos vemos esta noche Ian. Dice tirando un beso al aire.
Ahora si, me dirijo a la armería dónde me espera mi grupo.
Yo tomo mi arco y flecha, y mi Glock, por si hay alguna emergencia. Los demás tienen una M16 y una pistola, todos llevamos además, cuchillo, hacha o machete.
Nos subimos todos a la camioneta, tiene dos asientos adelante, tres atrás y además la caja trasera, es enorme. Mara se despide de Pía y se sube al asiento del acompañante, yo manejo, mi pierna ya responde bastante bien.
Salimos al pueblo, en las guardias nocturnas me hice muy amigo de Mara, además de ir siempre a la enfermería juntos, ella por Pía y yo por mi pierna. Ya la perdone por intentar matarme en el pueblo, aunque siempre bromeamos con eso.

Después de una hora y media de ruta llegamos al pueblo. Tuve que despertar a los que iban sentados atrás, se durmieron apenas salimos de Delta.
Hay muchos indeseables en el pueblo, más de los que recuerdo. Nos movemos por las calles alejadas a la principal, en la cual además de muchos muertos hay un cráter gigante.
Llegamos a la casa cerca del mediodía, hay una decena de indeseables en el patio y cinco en la calle, nada preocupante. Nos bajamos Mara y yo primeros.
Ella ataca con su cuchillo a los dos más cercanos.
Yo saco una flecha de mi mochila, la tomo por la base, la apoyo en la cuerda del arco que sostengo con mi mano izquierda, estiro la misma hasta mi hombro derecho, apunto a la cabeza del muerto más lejano, y luego la suelto.
La flecha atraviesa el ojo del indeseable. Saco otra flecha, repito el procedimiento, acabo con otro.
- Ian atrás tuyo. Me dice Mara. Giro, un muerto está a menos de cuatro metros, casi me toma por sorpresa.
Saco mi cuchillo, lo espero, cuando se acerca lo suficiente le pateo con fuerza la rodilla izquierda, cae arrodillado y le inserto el cuchillo en la nuca.
Camino hacia los cuerpos, recupero mis flechas y les hago señas a los demás para que bajen de la camioneta.
- Vamos Ian, te quedas con la parte divertida y nos dejas la carga y descarga de mierda a nosotros. Dice Ethan haciéndose el fastidiado.
- Si gordo porque me da miedo que te comas a algún indeseable y te caiga mal. Le digo provocando la risa de Mara, Abel y Abril.- Vamos carguemos esto rápido y volvamos, capaz llegamos al almuerzo.
- no me des falsas esperanzas. Contesta Ethan que ya empezó a sacar las cosas de la camioneta que está volcada en la entrada a la casa.
- chicos los muertos del patio escucharon hablar de comida y vienen a buscar un poco. Dice Abril mirando hacia adentro, parada en donde antes estaba el portón de la casa.
Me acerco y los veo, están lejos pero ahí vienen, son diez.
Empiezo a dispararles de lejos, es como una práctica con blancos en movimiento. Acabo con seis solo con mi arco, y cuando los otros cuatro ya empiezan a estar peligrosamente cerca saco mi cuchillo.
Mara está parada junto a mi. Vienen dos por izquierda y dos por derecha.
- pido derecha. Me dice.
Sonrío y voy hacia la izquierda, golpeo al primero con mi arco en la cabeza, y rápido giro y le clavo el cuchillo al segundo en la sien. Cuando el primero quiere volver a la carga por mí lo pateo en el pecho y cae de espaldas. Arranco el cuchillo de la sien del cuerpo, me acerco al muerto que intenta levantarse y le atravieso la podrida cabeza.
- Ian, si algún día alguien tiene que atravesarme la cabeza, quiero que seas vos. Por lo menos uno de los dos lo va a disfrutar. Dice Ethan riéndose.
- Si no lo disfrutara me la pasaría llorando, o ahogando las penas con comida como vos. Contesto también entre risas.
Terminamos de cargar la camioneta, todos festejan que vamos a volver, yo de repente me siento raro, me siento observado.
Miro hacia la casa, hay una silueta en la ventana del balcón, quizá sea un muerto, o quizá no.
No le presto más atención, solo la vigilo antes de salir, no quiero sorpresas.
Me subo a la camioneta, la prendo y acelero.
Al dar la vuelta para volver, veo que el camino por donde vinimos es imposible, hay más indeseables de los que esperábamos así que tendremos que dar la vuelta en la entrada al pueblo.
Al llegar a la rotonda de entrada veo algo en la ruta, más allá del final del pueblo, viniendo desde mi ciudad. Son cientos de personas, o mejor dicho, cientos de indeseables. La misma horda que me obligo a huir, ahora viene hacia acá.

- Puta madre. Dice Ethan mirando por la ventana asombrado. Los demás, que todavía no lo habían visto se quedan con la boca abierta.
- ocupan toda la maldita ruta y los campos de las banquinas. Dice Abel, horrorizado.
- tenemos que avisar ya a Marcus. Digo, antes de acelerar a todo motor hacia el campamento. Damos toda la vuelta a la ciudad y retomamos la ruta, hacia Delta.

-Hay que poner en marcha tu plan Ian. Me dice Marcus que está parado mirando por la ventana de su carpa.
- ¿Mi plan?.
- me dijo Charly tus ideas para asegurar el lugar, hay que llevarlas a cabo.
-pero eso era para prevenir que entren en ciertas ocasiones, esta vez son muchos. Tenemos que irnos de acá.
- ¿estas loco Ian? Nos costó mucho levantar Delta, no lo vamos a abandonar. Quizás cambien de rumbo. Yo solo lo miro, me parece una idea estúpida quedarnos. El lo nota en mi mirada. - en fin, tomen las palas y el alambre de la armería y empiecen, todos los que puedan usar una pala, lo tienen que hacer. Me dice, mientras me acompaña a la salida de la carpa.
Salgo, le informo todo a Charly y nos ponemos a trabajar, toda la tarde, con una llovizna tan fina que la puedo sentir penetrando los poros de mi piel. Al irse el sol dejamos de cavar para irnos a bañar y cenar. El trabajo lo vamos a terminar mañana por la mañana, solo falta agrandar algunos pozos, somos muchos trabajando, se puede hacer rápido.

Más tarde, la carpa-comedor queda libre para nosotros, los jóvenes del campamento. Dalma, Dona, Emma, Mara, Pía, Abril, Mat, Abel, Ethan y yo, nos reunimos a hacer " la noche de plagiar canciones". Trata de tomar nuestras canciones preferidas y amoldarlas al presente, el que gana, se gana un cajón de cerveza, que obvio siempre terminamos compartiendo.
-Una nueva noche fría en el Delta, el gordo Ethan se llena los bolsillos, las calles son nuestras aunque los muertos digan lo contrario!. Canto, o intento cantar con la voz que tengo después de todo un día abajo de la lluvia. Todos nos reímos.
-denle el maldito premio. Dice Emma.
- estuviste practicando Ian, así no vale. Dice Abel.
Ethan me tira la tapa de una botella de cerveza.- ¿porque siempre me incluyes en tus canciones? Creo que estas enamorado.
- ¡sonaba bien!. Digo riendo.
- Ian no está enamorado de vos idiota. Dice Mat. Todos seguimos riendo, él no es de hablar mucho. - Está enamorado de Emma, por eso la besa aveces. <ya se porqué no habla mucho>.
Todos dejan de reír de golpe y la habitación queda en un tenso silencio, Dona me mira, Abel me mira, yo miro a Emma que está tan ruborizada que parece un tomate muy maduro escondiendo la cara.
<Ayuda, alguien sáqueme de acá>.
Alguien entra a la carpa, pero no es la ayuda que espero.

- llegaron. Dice Charly agitado de correr.- los malditos muertos ya llegaron.

Indeseables (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora