Hall of Fame [Viktuuri]

Capítulo 10.

Flashback.

– ¿Te encuentras bien?– preguntó el peliblanco sentándose a un lado de Yuuri, quien se encontraba postrado bajo las mantas tapado hasta el cuello. Este tosía de manera exagerada y su temperatura había subido de tal manera que fue necesario llamar a un doctor. Proyecto de esto, su cuerpo estaba disfuncional totalmente, hassta el mas mínimo movimiento le producía un dolor infernal.

– ¿T-tengo cara de estarlo?– interrogó de la forma más cómica que pudo, con una sonrisa forzada.

– Lo siento. Cuando estoy preocupado comienzo a preguntar incoherencias.– "preocupado". Aquella palabra hizo estremecer al menor.

– N-no es para tanto.– tartamudeó Yuuri. No por su enfermedad, sino por el nerviosismo que le causaba la sinceridad del ojiazul.

– ¿Que no es para tanto? Mi chico se encuentra en un estado de vulnerabilidad total y con una cara de agonía que no le he visto así desde que lo conocí.–

El calor subió hasta las mejillas del pelinegro, y es que por mucho tiempo que haya tenido que aguantar de las constantes declaraciones; insinuaciones –entre otras cosas–, jamás logró adaptarse por completo a ese tipo de ambiente junto a Viktor.

Odiaba tener que ser tan débil en lo que a sus sensaciones respectaba.

– ¿Qué te sucede? ¿Qué te duele? ¿Quieres que llame al doctor? ¿Voy por algo?– el mayor quería seguir con su cuestionario, pero sus preguntas fueron interrumpidas por unos cálidos labios que empezaron a besar detenidamente los suyos.

Abrió los ojos de par en par, viendo el rostro de su pequeño quien lo besaba de manera torpe pero tierna.

Por otro lado, Yuuri estaba más que sonrojado, ya que él nunca había tomado la iniciativa en algún beso. En ese aspecto, era un novato.

Luego de algunos segundos, se separó del mayor por falta de aire, quedando su rostro a pocos centímetros de quien últimamente fue su acompañante.

– Wow...– dijo el peliblanco aún embobado por lo que acababa de ocurrir–. Eso fue... Genial.–

Una pequeña sonrisa socarrona se posó en el rostro de Yuuri. Al fin y al cabo, no fue tan terrible besando.

– Tonto.– respondió dando un leve golpe en el brazo del chico frente a él, sacando las limitadas fuerzas que aún poseía.

Se sentía feliz. No creyó encontrar aquella felicidad al lado de Viktor. Y aunque hubiese podido evitar todos los acercamientos que tuvieron anteriormente a su relación actual, no lo habría hecho. Estaba genial junto a Viktor, y ello lo satisfacía.