Capítulo 40

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Kyle's POV
El sol comienza a iluminar toda la ciudad a pesar de estar en una hora tan temprana de la mañana. Los coches circulan de un lado para otro, conducidos por personas que han de ir al trabajo o adultos que llevan a sus hijos al colegio.
La llegada de la primavera comienza a hacer su aparición, y ya los amaneceres no son tan amargados y fríos como lo eran en invierno. Aunque eso no quita que sea tedioso levantarse a las siete de la mañana tras interrumpir un plácido sueño, y que además junto con esta nueva estación llegan las alergias de las que soy preso todos los años.

Recuerdo como si fuera ayer un catorce de febrero que no fue diferente al resto de los días, pero sí que fue el primero que pude disfrutar con una persona a la que amo más que nadie.

–¿Por qué no consideras San Valentín un día especial? –me pregunta ella sorprendida– Sólo es una vez al año y es perfecto para demostrar nuestro amor.

–No estoy del todo de acuerdo contigo, cariño –le respondo antes de unir mis labios con los suyos–. Para mí San Valentín no es más que un día dedicado a los enamorados. Y que lo sea hoy no quiere decir que he de quererte más que el resto de los días, sólo se celebra que estamos juntos. Porque yo te querré como si todos los días fuesen un catorce de febrero y aun así siempre preferiré celebrar ese viernes trece de enero tan terroríficamente romántico.

Mi respuesta pareció gustarle bastante, ya que me regaló una amplia sonrisa, esa que ilumina mis días más oscuros.

–Me encanta que pienses tan diferente. –me confiesa enlazando sus manos detrás de mi cuello.

Yo no puedo hacer más que sonreír y calmo mis horribles ganas de besarla, de sentirla junto a mí, para protegernos y querernos mutuamente.

Las horas pasan, y sin darme apenas cuenta llegamos a la hora del receso.
Yo me encuentro tan sumido en mis pensamientos que ni siquiera me entero de que mis amigos ya han llegado al lugar en el que siempre nos sentamos para conversar tranquilamente.

–¡Kyle! –Connor consigue al fin captar toda mi atención– ¿En qué estás pensando?

–Déjalo –se apresura a decir mi novia besando mi mejilla –. Seguro que está pensando en lo mucho que me quiere.

De hecho, sí.

Mi sonrisa me delata, y sin pensarlo dos veces la apego a mi cuerpo y la beso una vez más. Nunca me cansaré de hacer esto.

–Bueno, pues nosotros no nos vamos a quedar atrás. –afirma la rubia, y rodeando a un sorprendido Connor con sus brazos comienza a besarlo apasionadamente.

Kaitlyn carraspea llamando la atención de todos nosotros, y dejamos a nuestra respectiva pareja para clavar la vista en ella, Kelsey algo resignada.

–¿Podemos llamar a Chris? Él también tiene derecho a permanecer con el grupo.

Justo en ese momento, mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo, y con disimulo lo escondo de manera que ningún profesor nos pueda pillar.
Chris aparece en la pantalla, demostrando que está muy feliz de vernos.

–¡Hola, grupito! Os hecho de menos, aquí no hay gente tan increíble como vosotros.

Todos sonreímos cariñosamente. La verdad es que es un fastidio que se encuentre tan lejos de nosotros y que sólo nos podamos ver por las tardes.

–Chris, a ti también se te echa en falta, eres el alma de la fiesta. –interviene Kaitlyn.

–Por supuesto, no hay nadie como yo. –contesta él con arrogancia.

–¡Eh, pensé que yo era el mejor! –se queja mi mejor amigo haciendo un puchero.

–Bueno, compartiré mi puesto contigo. También pueden haber dos reyes.

Un Amor Inesperado [#UAI1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora