Capítulo 50

1.7K 128 3
                                    

(Kelsey's POV)

No hace falta decir que el fin de semana ha vuelto antes de lo previsto y que una nueva semana ha iniciado su comienzo, aunque afortunadamente el buen tiempo vuelven a reinar después de un frío y largo invierno.

En este caso es un lunes por la tarde, día en el que me atrevo a realizar determinada acción de la cual podré arrepentirme en el futuro. Pero nunca se pierde nada por intentar, me vendría bien informarme un poco sobre lo que está pasando en situaciones que se mantienen fuera de mi percance.

Todo por un mensaje que despertó mi curiosidad.

Número Desconocido:
¡Hola, Kelsey! :)

Kelsey:
Hola, ¿quién eres?

Número Desconocido:
Soy Dylan. Es una suerte haber conseguido tu número :D

Kelsey:
Ah, eres tú. Pero, ¿por qué quieres hablar conmigo?

Dylan:
¿No es algo obvio? Estoy intentando hacer las paces contigo. Aunque en el pasado fueses una mala persona, aunque no quieras mantener contacto conmigo debido a que te recuerdo a tu horrible infancia... Quiero que volvamos a ser amigos.

Kelsey:
Sabes que no es nada fácil para mí, Dylan.

Dylan:
Pero...podemos intentarlo, Kelkel. Nada es imposible hasta que lo intentas, ¿cierto?

Kelsey:
No estoy segura...

Dylan:
Estaría bien quedar esta tarde y hablar las cosas. ¿Qué te parece?

Kelsey:
Está bien, haré un esfuerzo. Quedamos a las cinco en la plaza.

Dylan:
Perfecto👍

No volvimos a hablar más tras esta conversación. La espera ya casi llega a su fin, la hora acordada está cada vez más cerca y con ella mi llegada a dicho lugar.

Sumiéndome en mis pensamientos llego a la conclusión de que haber quedado con Dylan me facilitará el hecho de descubrir más ideas sobre él y su misteriosa vida. Me pregunto por qué se empeña tanto en volver a amistarse conmigo, pero creo que se trata del hecho de que él siempre ha sido muy persuasivo.

En cuanto llegué al sitio indicado, pude percibir que Dylan ya estaba allí, y me sonrió ampliamente al verme. Yo sin embargo no respondí a su gesto, y me acerqué lentamente hasta donde él estaba.

—¡Hola, Kelkel! —exclama feliz— No sabes lo que me alegro de volver a verte.

—Ajá. —contesto manteniendo el margen.

—Bueno, entiendo que reacciones así —me asegura algo incomodado—. Pero esto es un asunto serio.

Yo no doy respuesta alguna, sino que me dedico a observar con detenimiento mis uñas pintadas. Él ya sabe que el estar hablando de un asunto tan delicado no es nada fácil para mí. Intenté hacerme de rogar, pero la curiosidad y sus molestas insistencias han terminado convenciendo a mi persona de asistir al ya tan mencionado acuerdo.

—¿Y? —hablo por fin, aún sin mirarle a los ojos— ¿Qué tienes que decirme?

Él deja escapar un suspiro de pesadez y se remueve en donde está sentado, supongo que para prepararse mentalmente para lo está a punto de decirme.

—Pues... He visto como Kaitlyn ha decidido cambiar a una mejor persona. Y si te lo estás preguntando sí, la conozco. En fin, que como ella tomó la decisión de reconciliarse con todos, especialmente contigo, ¿por qué no puedo hacer lo mismo? Que volvamos a ser amigos y podamos hablar sin que nos moleste Kim, porque...

—Se llama Kyle —le interrumpo haciendo énfasis en el nombre—, y aquí el único que molesta eres tú.

Parece que se queda un poco anonadado tras oír mis palabras. Me lo imaginaba; no tiene dos dedos de frente y se ve sin respuestas en cuanto lo ataco.

—En fin, lo que quiero decirte es que pese a todo lo sucedido... podemos volver a ser esos amigos de la infancia que eran tan unidos.

—Pero Dylan... —digo planeando poner una excusa— ¿No te acuerdas de mis anteriores palabras? ¿De que, en realidad, nunca te consideré más que un objeto?

Él inconscientemente baja la cabeza, intimidado por mis palabras e incapaz de hacerme frente. Si quiere que volvamos a ser "amigos" o que al menos nos toleremos, no va a ser muy fácil que digamos.

—Pero ese pasado ya quedó atrás —alega aún con la vista clavada en el suelo—. Sabes que siempre lucho por conseguir lo que me propongo además de que hago lo posible por superar los obstáculos que se me presentan, y nuestra amistad no es la excepción.

Ahora soy yo la que no encuentra palabras para comentar al respecto en esta situación. Su determinación me sorprende y comienzo a pensar que habla en serio, él nunca ha demostrado ser una mala persona hacia mí.

—Entiendo... —atino a responder.

—¿Entonces qué? —me pregunta esbozando una pequeña sonrisa— ¿Creamos un nuevo vínculo de amistad?

—Supongo.

El silencio reina en el lugar durante unos segundos. Bueno, se trata de silencio excluyendo el sonido de los vehículos y de la gente pasando o hablando.
Mi mente no deja de dar vueltas al asunto mientras tanto, se mantiene ocupada pensando en lo sucedido y algo de duda reside en mi interior, pero tengo la esperanza de que estoy haciendo lo correcto.

—Aunque... ¿estás seguro de que conseguiremos ser buenos amigos?

Él me mira directamente a los ojos, y en ellos puedo percibir que hay confianza. Siempre ha sido alguien rebosante de autoestima, especialmente para conseguir algo que a priori parece imposible.

—Nunca se sabe hasta que lo intentas, ¿no? —inquiere sonriendo.

—Pues sí.

Silencio de nuevo. Parece que hoy no estamos dispuestos a ofrecer temas de conversación, ya sea porque estamos sumidos en nuestros pensamientos o simplemente no tenemos nada que decir.

—Oye... —yo vuelvo a romper la ausencia del sonido— No sería buena idea que permanezcas demasiado tiempo conmigo.

—Seré disimulado, pero con una condición.

Vaya, se ve que esto ya lo tenía planeado.

—¿De qué se trata?

______________________________________
CHAN CHAN CHAAAAAAAAAN

¿Cuál será el trato que llevarán a cabo estos dos? No lo diré en el próximo capítulo, es algo que debéis descubrir con el transcurso de la historia “ψ(`∇´)ψ

Y ya que estás te agradecería que demuestres tu amor hacia la autora de esta historia dándole a la estrellita, querido/a wesito/a <3

Pues nada más que contar. Gracias por leer, y nos vemos en el próximo capítulo (¡Este ya es el 50! ^.^).

Un Amor Inesperado [#UAI1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora