- Lo tomé del cuerpo del mercenario, antes de arrojarlo. Demonios, ¿No ven que es un teléfono? – Se quejó
- Felicidades campeón... no sé en qué dimensión has estado todas estas horas o si caíste de la cuna al ser bebé, pero te recuerdo, que no anda ningún condenado teléfono... - Sus palabras. Aunque en señal de reprimenda, salían tranquilamente.
- Imbécil... -
- Te excita insultarme, Jimin? –
- No escuchaste lo que leyó Cookie, Suga!? Teléfonos satelitales! – Agitaba el aparatito, jugando con la suerte y la probabilidad de que se le caiga.
- Oh... - No podía ocultar su cara de derrota... - Pues... me atrapaste. – Chasqueó la lengua. – Se me escapó el detalle. -
- Este momento quedará grabado en mi memoria; te cerré la boca, frente a todos. – Sonrió haciendo la seña de victoria. – Este número pegado aquí atrás, supongo que es el del móvil, el 011. Espero que así sea. Tómalo Isabella. – Extendió su mano.
- Gracias, pero... - La joven no pudo terminar de hablar.
- No hay de qué. Tranquila, confío en que obtengamos otro en la ciudad. Si lo hacemos, nos contactaremos. No te separes de él – La muchacha le sonrió.
Hoseok fue el último en salir del baño. Todos se encontraban a punto; abrigos, armas improvisadas (otras no tanto), mochilas cargadas. Desde el otro lado de las paredes que los protegían algo los hizo detener el paso hacia la salida. Disparos y explosiones se intensificaron, algunas, al parecer, en las inmediaciones del bar. Otras, a lo lejos.
- Es una broma, verdad? – Refunfuñó Jimin.
- Era de esperarse – Yoongi mueve su mano en forma circular, como quien tiene todas las respuestas. – La tormenta ha pasado y ... Oh, carajo, eso fue violento... - Una explosión descomunal hizo eco en toda la ciudad. – Como les decía, ya no está nevando como si fuera el último día, y allá afuera están moviéndose libremente otra vez. Al parecer no éramos los únicos impedidos... -
- Chicos, piénsenlo bien... - Isabella junta sus manos, rogando con una seña que no salgan.
- No podemos, linda. – Yoongi se acerca mirándola fijamente. – Hasta pronto... - Intenta besarla.
- No... - La joven lo empuja, pero inmediatamente le ofrece un cálido abrazo.
Yoongi se dirige a la salida, sonriente pero nervioso. Todos se despiden de la muchacha de igual manera. El último en salir es Hoseok, quien le dedica una gesto tierno antes de cerrar la puerta. Pasa junto a sus amigos para colocarse por delante del grupo. Conocía el lugar e iba a guiarlos. Caminaron un pasillo estrecho, asegurado por una valla, hasta que por fin llegaron a un punto espacioso de la terraza. La ciudad se encontraba iluminada a medias y el frío calaba hasta los huesos. Cada palabra, cada respiro emitía abundante vapor. Todos agradecieron que en medio de esta catástrofe, aun haya energía eléctrica. Las detonaciones se seguían sucediendo, provocando ruidos y destellos en todas las direcciones. Seúl era un campo de batalla. Ya no había un estado de derecho ni reglas.
- Mierda... el frío es demencial. Y todos esos disparos... - Se quejó Yoongi abrazándose a sí mismo. – Ya tengo sed. Alguien, páseme agua... -
- No había en que traer agua. – Acotó Jeon
- Que demo... Cómo no trajeron agua!? – Gritó involuntariamente al tiempo que los demás le hacían señas furiosas para que bajara el volumen de su voz.
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Dead Lives /// BTS
FanfictionUn virus azota la ciudad de Seoul, un apocalipsis zombie amenaza con acabar toda la humanidad. Namjoon, Seokjin, Hoseok, Taehyung, Yoongi, Jimin y Jungkook deberán sobrevivir por mucho que les cueste. "Enfrentarías y encarnarías tambié...