XIV

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Mi cita con Adam estaba siendo realmente perfecta, Adam era divertido y dulce... Pero no era Ross. De todas formas estaba bien con él, quería estar con Adam y hacer las cosas bien.

— ¿Quieres caminar un rato? — pregunta él mientras me ofrece su mano y yo la acepto sonriendo mientras asiento.

— Me había olvidado de lo agradable que eres cuando no estás comportándote como un idiota. — murmuro cuando comenzamos a caminar.

Adam se ríe y me da un beso en la mejilla. — ¿Es eso un cumplido?

— No lo sé... Eres un idiota la mayoría del tiempo.

— Bien, entonces no es un cumplido.

— Igual me gustas. ¿Cuenta eso?

— No, pero me agrada saber que te sigo gustando. Sabía que no te resistirías a mis encantos. — dice guiñándome el ojo.

Ruedo los ojos riendo. — ¿Ves? Ahora estás siendo un idiota.

— Es parte de mi encanto.

— ¿Tienes uno? — pregunto bromeando.

— Mi ego está siendo destruido, Marano.

— Eres un encanto... Un idiota pero aún así eres bueno y tierno. Me gustas siendo idiota y todo eso.

Adam me atrae por la cintura y sin previo aviso me besa. Me cuesta un poco corresponderle pero cuando profundiza el beso lo hago. No se sentía como Ross y eso me frustraba por lo que lo beso con más ganas.

— ¿Quieres ir a casa? — pregunta en el beso y yo asiento para después volverlo a besar. Se sentía bien.

Cuando se separa, me acaricia la mejilla sonriendo levemente. — Quiero intentarlo de nuevo. Sé que fui un imbécil al dejarte pero eres en todo lo que pienso y realmente te amo... Estos meses fueron una tortura para mi y ya no quiero vivir así. Te necesito a mi lado, contigo todo se siente correcto y me haces feliz. Dame una última oportunidad. Por favor...

— Está bien. Pero si vuelves a insinuar que estoy enamorada de Ross o que lo amo a él y me dejas por ello, no volveré contigo. No quiero que ni siquiera nombres a Ross en nuestra relación ni le digas algo sobre nosotros. Somos tú y yo, es lo que importa. — respondo y Adam me mira sorprendido.

— ¿Serías mi novia otra vez?

— Si, idiota. — digo sonriendo y automáticamente Adam me abraza para después besarme. Riendo le correspondo.

Esperaba que las cosas estuvieran bien a partir de ahora. Realmente lo esperaba ya que necesitaba un poco de tranquilidad en mi vida. Adam me la daría. Podía hacerlo.

Una semana después...

— Laura, ¿en qué piensas? — pregunta Raini a mi lado y yo niego con la cabeza mientras limpio la barra.

— Nada... Ross aún no me ha llamado y ayer no ha vuelto a casa. Estoy preocupada.

Ni siquiera quería pensar en qué estaría ocupado.

— Tú y él están en una situación horrible. Realmente no los envidio en estos momentos. ¿Dos personas que se aman viviendo juntas y fingiendo ser solo amigos cuando lo único que quieren es estar juntos? Eso apesta.

— Oh, gracias querida amiga... — murmuro irónicamente.

— Aún no le has dicho lo de Adam, ¿verdad?

— Yo... De hecho... si. Hace dos días.

— ¿Y ayer desapareció?

— Si, cuando me desperté ya no estaba a mi lado. Pensé que se había ido a trabajar pero sigue sin volver. ¿Y si le pasó algo?

Lies | Raura TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora