Última vez
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.
.—¿Cómo que no aparece?
Esa fue la pregunta que Reborn hizo a los guardianes de la lluvia y tormenta cuando escuchó que Tsuna había desaparecido.
—No sabemos qué es lo que ha pasado —comenzó Hayato.
—Tsuna fue expulsado del aula... estaba algo violento pero... —el beisbolista hizo una mueca—. Parecía todo normal, y de repente... no volvió a la siguiente hora.
—Pensamos que se sentía mal y que había ido a casa —añadió el de ojos verdes.
—No sabía ni que había salido —refunfuñó.
Los dos jóvenes estudiantes se miraron entre sí al denotar cierto tono de arrepentimiento en la voz del azabache de patillas. Algo, sin duda, extraño, mas no demasiado dadas las circunstancias.
Sin embargo, la culpabilidad que Reborn sentía iba más allá del hecho de no haberse percatado de la salida del castaño, sino que sabía la razón por la cual se debía su repentina desaparición.
Ambos amigos del castaño habían buscado incansablemente por toda Namimori, pero el joven parecía simplemente haberse desvanecido.
Ni siquiera Hibari le vio salir del recinto escolar, algo muy extraño teniendo en cuenta de que solía estar al tanto de todas las entradas y salidas.
—Tengo que encontrarlo —dijo el azabache de patillas, más para sí que para los muchachos que le acompañaban.
Sin más que añadir, salió por la puerta del hogar Sawada donde habían mantenido la corta charla.
Aunque tuviera que ir hasta el fin del mundo, lo encontraría.
Lo encontraría, lo llamaría, lo abrazaría y nunca le dejaría ir. Se disculparía con él por la idiotez que había cometido, le suplicaría si fuera necesario. Y aguantaría su rencor, su ira, incluso sus lágrimas.
Pero sabría que estaba bien, que estaba a salvo...
Que estaría seguro aunque le odiara de por vida.
•~•
Parecía un niño asustado de un lugar tan grande como el que se le presentaba ante sus ojos.
No se separó del rubio que se había presentado como Akihiro, si es que el chico que se había presentado ante él era esta vez real y no otra ilusión.
—Tranquilo, no tienes que tener miedo —rió—. Aquí no te harán daño...
Unas puertas, robustas como todas las que había visto en esa inmensa mansión, se abrieron ante ambos como por arte de magia, con una lentitud y un chirrido típico de las películas de terror. Y el estilo gótico de la decoración no ayudaba para nada a tranquilizarle.
—Mirad, ¡ha vuelto! —una voz infantil resonó en el lugar, y de la nada apareció un pequeño que abrazó al rubio que tenía al lado.
—Hola, hola —rió—. ¿Dónde están los demás? Están tardando... —el castaño contuvo la risa al verle aplastado por otros tantos infantes— demasiado...
—¡Aki ya está aquí! —anunciaron los pequeños con total alegría, algo que conmovió a Tsuna.
Parecía que el rubio era alguien muy importante para esos niños, y se preguntó dónde estarían sus padres.

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Sonne & Himmel
FanfictionLos sueños son los deseos más ocultos; las pesadillas, los miedos hechos realidad. Cuando un mal sueño afecta profundamente al joven castaño, su tutor no podría saber bien qué hacer en esos casos, pero tenía clara una cosa. Mientras su alumno se lo...