Capítulo 23- La despedida de Flavio Ramírez

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Al día siguiente ya estaba mucho mejor, me siento bien y con muchas más fuerzas, ayer estaba toda debilucha pero hoy ya me siento mejor, me tomé ese día de reposo para mañana volver a la preparatoria, pero obviamente primero haré las tareas que dejaron, no sé por qué me siento de buen humor después de lo que pasé... debe ser por las visitas, me subieron el ánimo y me dieron suficientes fuerzas para seguir. Salí del hospital a las seis de la mañana y Corey me llevó en su auto con mi mamá a mi casa, mamá me compró un desayuno, ya que tiene flojera de cocinar, y nos fuimos a casa, dormí un buen rato al llegar, cuando desperté lo primero que hice fue prender la computadora... estuve así hasta que mi mamá me regañó y me dijo que me pusiera a hacer la tarea.

-Levántate floja, tienes tarea para mañana.

-Ay mamá.

-Ay mamá nada, aquí tienes tus cuadernos –dejó los cuadernos en mi escritorio... con mucha flojera me levanté y fui a hacer toda la tarea.

Estuve chateando con Meg y con Clarissa por bastante tiempo, me preguntaron que cómo estoy y que esperan que mañana tenga bastante fuerza para ir a la prepa... que por cierto, Corey me acompañará de ahora en adelante.

Ya al día siguiente me sentía mucho mejor que los días anteriores... ya estoy dispuesta a todo.

Al llegar por fin a la prepa me despedí de Corey y mis amigos me llenaron de abrazos... inclusive Courtney (con quien no era muy cercana hasta ahora) y también Scarlet, mi ex.

-Me alegro tanto de que estés bien, Taylor –decía mi novia Meg.

-Vaya que eres fuerte –me elogió Elliot.

Lamentablemente sonó el timbre y tuvimos que ir todos a clases, Dany me estuvo acompañando todo el rato, Clarissa también.

-Es por si quieren volver a atacarte, parece que eres un imán de agresores –dijo sarcásticamente Claris.

-Ja...ja- fingí una risa.-Eres muy graciosa-, dije y seguido le saqué la lengua.

-Lo sé, lo sé –presumió de mentira.

Entramos a clases de matemática con el profesor amargado de Flavio Ramírez... tenía que entregarle el justificativo médico, ya que el día anterior tenía clases con él y había un examen.

Al entregárselo él solamente me miró con recelo. Yo armada de valor le pregunté:

-Entonces ¿puedo hacer la prueba de ayer?

-No, no puedes.

-Pero ¿por qué? Ahí tiene mi justificativo, ayer sufrí un accidente y por eso falté.

-Sí pero todos presentaron, no quiero hacer una excepción contigo, no eres una alumna "especial".

-Eso es una injusticia.

-¿Qué quieres que haga? Si eres una aberración.

-Ser una aberración no tiene nada que ver con el derecho que tengo de presentar un examen... no lo presentaría si no trajera una constancia, pero ahí tiene la constancia presente. Así que estoy en mi derecho.

El profesor me mira con resentimiento.

-Está bien, pero presentarás a la hora del almuerzo.

-Ok. –acto seguido me voy a mi asiento.

Durante la clase noté unas cuantas indirectas que me había lanzado el profesor... que de hecho no sé qué tiene conmigo... pude notar que el hecho de que mi mamá esté de acuerdo con mi orientación sexual le desagrada, por lo que dijo mientras estaba narrando una anécdota luego de poner unos ejercicios.

Perdida en su mirada (Perdida en su Mundo Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora