Capítulo 28- Causa y efecto

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Ya ha pasado una semana desde que Corey le pidió matrimonio a mi mamá... desde ese día la veo mucho más feliz, incluso la acompañé de compras para elegir el vestido, fuimos con mi tía Tracy y con mis primas Abril y Lavender, ellas me contaron que maldijeron el día que les dio gripa y no pudieron ir a la casa de Corey a ver la propuesta de matrimonio. Pero ahora están emocionadísimas por ayudar a mamá a elegir el vestido de novia... que está precioso, es un vestido blanco y puro, con detalles azules, de encaje y una cola bien larga... nos pusimos de acuerdo todos y yo seré dama de honor, Abril será quien lleve la cola del vestido de mamá y Lavender será quien deje el camino de pétalos detrás.

Todos estamos muy felices, especialmente mamá, su boda será en unos dos meses cuando ya todo esté planeado. Será una boda por iglesia, mamá está divorciada y eso está mal ante los ojos de la sociedad, pero mamá aprendió que uno hace las cosas porque quiere, siempre la gente va a criticar así que por lo tanto no debes darle mucha importancia a lo que digan... además el cura que los casará nos cae bien, no tiene la mente cerrada como la mayoría, mamá le dijo que si repudia a los homosexuales entonces que no pierda tiempo... pero él le dijo que eso no importa.

-Todos somos iguales, tengan los gustos que tengan, dios adora a su hija, adora también a la pareja de su hija y a su sobrina, no importa si les gustan las personas del mismo sexo, porque dios nos ama a todos por igual, y yo como buen creyente apoyo eso. A diferencia de muchos.-dijo el cura a mi madre, inmediatamente a Meg y ya mí nos cayó bien. No es como los demás curas, que para ellos todo es del infierno.

Hoy me siento completamente feliz, estoy cumpliendo un año y varios meses con Meg. Le he comprado un peluche gigante de oso polar para su colección de peluches de animales salvajes. Y la voy a sorprender yendo a su casa.

Decidí llevar el peluche en los brazos e ir en autobús, va mucho más rápido que el metro y además me deja solo a una cuadra de la casa de Meg.

Al bajarme del autobús camino emocionada por ver la cara de mi novia al ver lo que le he traído... falta poco para llegar, ya casi... ¿qué?

Apenas llego a la casa veo que Meg está hablando con una chica en el patio, están ambas sentadas en la banca de madera conversando, siento que se me revuelve el estómago...

¿Esa chica es Astrid?

Me quedo parada donde estoy hasta que se va... noto que tiene tratos muy cariñosos con mi novia... al despedirse ella le da un beso en la mejilla y eso hace que me hierva la sangre... quisiera ir a confrontarla pero no... estoy aquí, parada.

Cuando se va tomo aire y voy a la casa de Meg, dejo el peluche escondido en unos arbustos en el patio y la llamo.

-¡Meg!

Ella voltea y me mira algo extrañada de estar ahí en su casa... se dirige hacia mí.

-Hola mi amor, ¿cómo estás?

-Mal...

-¿Qué te pasa?

-¿Por qué estaba ella aquí?- le pregunto de la nada.

-¿Astrid?

-Sí, ella misma... ¿a quién es la que acabo de ver saliendo de acá?

-Tay... no pienses mal por favor, ella fue quien vino para acá a hablar conmigo.

-¿Le diste tu dirección?

Meg da un suspiro y contesta:

-Sí.

-Pero... ¿por qué?

-Necesitaba arreglar unas cosas con ella.

-¿Qué cosas?

Perdida en su mirada (Perdida en su Mundo Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora