Capítulo 001

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La boda se realizaría en una estancia en las afueras de la ciudad, era un lugar soñado. Contaba con una gran casona y un parque gigantesco en el que se había montado una gran carpa blanca donde se estaban preparando las cosas para el almuerzo. Tanto el matrimonio civil como el eclesiástico tendrían lugar allí. La pista de baile se estaba preparando junto a la boca de entrada de la carpa y en un pequeño escenario junto a la misma pista, la banda ensayaba para dejar todo listo.

La novia se estaba empezando a vestir en una de las habitaciones de la casona y comenzaba a sentir que los nervios se apoderaban de ella, las manos ya le temblaban y no podía subirse las medias.

CATALINA – ¡¡¡¡Alex!!!!! 

ALEX – ¿¿¿¿Qué????

CATALINA – Ay, amiga, ¡¡no me puedo subir las medias!! Mira, ya corrí este par y ¡¡no tengo otro!! Corre a comprarme uno, ¿si?

ALEX – No corras, amiga, Alex siempre está prevenida (toma un bolso que había allí y saca un paquete de medias) Toma, justo como las que se te arruinaron.

CATALINA – ¿Ya te dije que te amo?

ALEX – ¿¿Me amas?? Mira lo que hacen unas mediecitas, (se ríen las dos)

CATALINA – ¿Gonzalo vino contigo?

ALEX – No, tenía que terminar unos planos y después venía.

CATALINA – ¿Pero va a llegar a tiempo?

ALEX – (Con cierta decepción) Eso espero, aunque no creo que le importe mucho.

CATALINA – ¿Siguen mal?

ALEX – ¿Mal? Noooo, para nada, ¡ESTAMOS PEOR!

CATALINA – Pero, ¿por qué? ¿Qué pasó?

ALEX – Ay, Caty, ni viene al caso hablar de esto. Es el día de tu boda y tenemos que estar contentas.

CATALINA – ¿Segura que no quieres hablar?

ALEX – Todo está bien, amiga, es una crisis más, ya la vamos a pasar, no te preocupes.

CATALINA – (Sin creerle una palabra) Agradece que estoy a mil, ¡niña mentirosa! Porque de otra manera, te siento ahí y te saco todo, ¡eh!

ALEX – ¿Niña mentirosa? Ay, perdón, ¡¡señorona de las verdades verdaderas!! Deja de gruñir y ponte esas medias de una vez.

CATALINA – Está bien, por esta vez, me la ganas, pero ¡ya vas a ver más tarde! (La mira con ternura) Alex…

ALEX – ¿Qué? (La mira extrañada por su gesto) ¿¿Qué te pasa??

CATALINA – ¿Hasta cuándo vas a aceptar que el amor no está junto a Gonzalo? Cuanto más rápido te convenzas, más rápido te vas a dar la chance de encontrar a un hombre que te merezca.

ALEX – Ya ni me digas, Caty, y en serio, ponte esas medias que el tiempo pasa y en un ratito ¡te toca el altar! (Se miran y sin emitir una palabra, ambas entienden perfectamente o que la otra está queriendo decir)

En una habitación ubicada en el otro extremo de la casona, estaba Julián, el novio, que se paseaba de un lado al otro. Su mejor amigo tenía que traerle las alianzas y no llegaba. Le llamaba al celular y nada que atendía. Cuando la desesperación estaba por consumirlo, Mariano apareció y la cara del futuro esposo cambió rotundamente, del ceño fruncido a un alivio definitivo.

JULIÁN – (Dándole un golpecito en la cabeza a Mariano) ¿Porqué te demoraste tanto, animal?

MARIANO – (Sobándose por el golpe) ¡¡Ey!! No fue mi culpa.

JULIÁN – ¿¿No?? Ay, ya se, la modelo top no se decidía por la ropa para el gran acontecimiento…

MARIANO – ¡Algo hay de eso! La verdad es que discutimos fuerte y casi ni viene.

JULIÁN – ¿Discutieron de nuevo?

MARIANO – Mmmm… Si, como 30 veces desde ayer. Creo que es un nuevo record.

JULIÁN – Hermano, tú sabes mejor que nadie qué pienso de tu novia pero, independientemente de eso, ¿¿¿por qué no la cortas y ya???

MARIANO – Amigo mío, cada día esa idea resuena más y más en mi cabeza pero…

JULIÁN – ¡Pero te encanta!

MARIANO – ¡Pero me puede!

JULIÁN – Te puede volver loco.

MARIANO – Puede y me vuelve loco.

JULIÁN – ¿Locura? Eso no es amor.

MARIANO – ¿¿¿Amor??? Por eso no la dejo.

JULIÁN – ¿Estás seguro de amarla?

MARIANO – Seguro estoy que el amor no se hizo para mí y ya, cambiemos de tema.

JULIÁN – Si, mejor, porque en un rato me caso con el amor de mi vida.

MARIANO – Me alegro por ti, se ve que Caty te adora y se bien que te mueres por ella… ¡¡Eso es AMOR!!

JULIÁN – ¿¿No que no creías en el amor??

MARIANO – ¿¿Yo??

JULIÁN – ¡Me lo acabas de decir!

MARIANO – Yo dije que el amor no se había hecho para mí, no que no creyera en él. 

JULIÁN – Amigo, respóndeme una cosa.

MARIANO – Dime.

JULIÁN – Si te llegara el amor, ¿estarías dispuesto a vivirlo?

MARIANO – No creo que eso me suceda.

JULIÁN – ¿No crees que haya una mujer por ahí que sea el amor de tu vida?

MARIANO – Ojalá y si exista, pero si existe, todavía no la conocí.

JULIÁN – Entonces, definitivamente sabes que Victoria no es la mujer de tus sueños.

MARIANO – Victoria ES la mujer pero ¡de mis pesadillas! (Se ríe) Mira, Julián, Vicky es muchas cosas para mí pero, ¿el amor de mi vida? No, ella está muy lejos de ser eso.

JULIÁN – De verdad que no te entiendo, pero ten cuidado y que no te pase que por andar de menso detrás de un cuerpazo, pierdas de vista el amor.

MARIANO – Tienes razón, amigo mío, y prometo solemnemente, prestar mucha atención para no perder la oportunidad de enamorarme… (Suspira) ¿Quién será?

JULIÁN - ¿Quién será qué?

MARIANO – ¿Qué quién será la futura dueña de mi alma?

ALEX – ¡¡¡¡¡¡¡Yooooooooooooooooooooo!!!!!! (Muy enojada) Ya le dije cien mil veces señor, que la dama de honor ¡¡¡soy YOOOOOOOOOOOOOOO!!! Así que déme el tocado de la novia y vaya a traer el mío de una vez, ¡¡POR FAVOR!! 

MUCHACHO – Bueno, señorita, pero no se me enoje.

ALEX – “Bueno pero no se enoje”, si ya parece El chavo del 8, ¡señor! Mire, caballerito, vaya a traer mi tocado y ya, ¡¡¡que el tiempo corre!!!

MUCHACHO – Está bueno, doñita, ya voy. (Se queda parado mirándola)

En ese momento, alguien que salía de la casona, llamó la atención de Alex. Era un hombre alto, moreno, de pelo negro. No lo pudo distinguir bien porque estaban bastante lejos, pero en la casona sólo estaban los familiares y amigos de los novios.

ALEX – ¿Y ese quién será?

MUCHACHO – (Mirando en dirección a la casona) ¡Y yo que voy a saber, señorita!

ALEX – ¿¿¿Qué hace todavía acá, joven??? ¡Vaya por lo que le pedí!

MUCHACHO – Si, si, ahí voy.

ALEX – ¡¡¡¡Pero yaaaaaaaaa!!!! (Volvió a mirar hacia la casona pero el hombre ya no estaba)

"Quiéreme, (como te quiero yo)" - El verdadero amor te atrapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora