Apartados del tumulto, Mariano y Victoria, conversaban…
MARIANO – ¿Qué te pasa? ¿Quién demonios te crees que eres?
VICTORIA – Mariano, mi amor…
MARIANO – No me digas “mi amor” porque no lo soy. ¿Ya te olvidaste lo que pasó?
VICTORIA – No me salgas con eso, fue hace más de un mes, ¡ya olvídalo!
MARIANO – No puedo creer tu cinismo, de verdad. Entiéndelo: tú y yo, terminamos.
VICTORIA – Si, Mariano, terminamos como… ¡200 veces!
MARIANO – A ver, Victoria, entiende lo que te digo: Esta vez es definitiva, lo nuestro ¡desapareció, no existe, se esfumó, adiós, fin, the end, caput! ¿En cuántos idiomas te lo tengo que decir para que te quede claro?
VICTORIA – ¿Hablas en serio?
MARIANO – (Muy enojado con ella) Ahora vas a ver que tan en serio. (Se para frente a todos los periodistas y pide su atención) Si, gracias. No, no contesto preguntas, sólo voy a decir una cosa y espero que les quede claro a TODOS (Mirando a su ex) PERO A TODOS… No soy novio de Victoria, ni estoy comprometido con ella… Gracias y adiós. (Se va a buscar a sus amigos)
Los medios se volcaron hacia la modelo y la bombardearon con preguntas. Ella dijo que todo había sido una broma y que si tuvo un noviazgo con él, pero que antes de su viaje a USA, todo se había terminado. Por dentro se juró que lo iba a hacer pagar por su grosería pero, por fuera, sonreía plenamente.
MARIANO – ¿Dónde está Alex?
CATY – (Mirando alrededor) No se, estaba aquí hace un momento.
MARIANO – Si, lo se, la vi, pero se fue. Y ahora no está por ningún lado, Caty, llámala, por favor.
CATY – (Viendo lo nervioso y desesperado que estaba) Si, claro, ya la llamo. (Saca su celular y le marca, nadie atiende) No me contesta.
MARIANO – ¡Maldición, no puede ser!
CATY – Tranquilo, Mariano… (Lo abraza)
MARIANO – Es que vio que la otra loca me besó y debe estar pensando cualquier cosa.
JULIÁN – Es una cínica y una descarada… Ya se lo vas a poder aclarar a Alex, amigo, relájate.
MARIANO – Hasta que no la vea y le explique todo, no voy a estar tranquilo.
CATY – ¿Tanto te importa?
MARIANO – (Convencido de lo que iba a decir) Catalina, no es que me importe, yo a Alex, LA AMO y me muero si por la estupidez de Victoria, llego a tener problemas con ella.
JULIÁN – Bueno, tranquilo, vamos al coche, quizá nos esté esperando ahí.
MARIANO – Si, vamos.
Llegaron al auto, Alex no estaba ahí.
MARIANO – ¿Dónde te metiste, Alex?
CATY – Al departamento, seguro fue para allá.
JULIÁN – Es lo más probable.
Mariano se quedó estático, sólo pensaba en Alex y en lo que estaría pasándole por la cabeza… Caty se le acercó.
CATY – Ya lo vas a poder hablar, tranquilízate.
MARIANO – Es que tú no entiendes, Caty, Alex está muy vulnerable y puede estar pensando cualquier cosa. Me debe estar odiando. Tú no viste la cara que tenía cuando se fue…