Capítulo 035

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Ya entrada la madrugada, todos se retiraron a sus hogares. Caty había puesto al corriente del “regalo” para Alex a Francisco, Arianis, Maricel y Carmen y todos estaban dispuestos a colaborar, por lo que el cumpleaños de la rubia, se estaba armando bueno. Faltaban pocos días para la celebración y prácticamente todo estaba listo, a pedir de boca… Sin embargo, una arquitecta se encontraba bastante enojadita con su novio, un técnico en informática y diseñador de software…

Los tortolitos llegaron a su casa y Alex se metió al baño rápidamente. Mariano puso a calentar un poco de agua y mientras lo hacía, intentaba adivinar qué le sucedía a la rubia que casi no había vuelto a hablarle desde aquella conversación sobre la dueña de “Sabor Amor”, realmente no tenía idea que Alex no tomó sus comentarios como él los había planteado, PURA BROMA…

Cuando esta salió del baño, su novio le ofreció un café que ella muy cortésmente rechazó, se acercó a él, le dio un besito “medio pelo” e intentó irse a “su” cuarto… Mariano la detuvo:

MARIANO – ¿Qué? ¿Te vas a dormir allá?
ALEX – ¿Es mi cuarto, no?
MARIANO – Pensé que aquel (señala con un movimiento de cabeza la que había sido su habitación) era el cuarto de los dos. Siempre dormimos ahí…
ALEX – Lo se, pero quiero dormir sola… Hasta mañana… (Se da vuelta para irse y Mariano le toma la mano para detenerla)
MARIANO – ¿Qué te pasa?
ALEX – Nada, Mariano, solamente quiero dormir sola, nada más…
MARIANO – Mira, si quieres dormir sola, lo entiendo, pero dime qué tienes.
ALEX – No tengo nada, déjame irme a dormir, estoy cansada.
MARIANO – ¿No tienes nada?
ALEX – No…
MARIANO – O sea que desde hace un buen rato no me diriges la palabra y me miras raro, ¿por nada?
ALEX – Yo no te miro raro…
MARIANO – Si que me miras raro y no me has dicho nada en las últimas dos horas… ¿QUÉ TE PASA?
ALEX – ¿Y me lo preguntas?
MARIANO – Si, te pregunto porque no tengo idea…
ALEX – (Se le notaba el enojo) ¿En serio que no te das cuenta?
MARIANO – Al menos avanzamos un poco, reconoces que te pasa algo…
ALEX – No es gracioso…
MARIANO – ¿Me ves riéndome? Habla de una vez, ¿qué hice?
ALEX – (Con ironía) Nada… Una tontería… No más te deshiciste hablando de lo hermosa y maravillosa que es otra mujer… ¡SÓLO ESO!
MARIANO – (No puede evitar que se le escape una sonrisa) ¡No me estás hablando en serio!
ALEX – ¡Claro que si y no te atrevas a reírte, Mariano!
MARIANO – Es que es una tontería, Alex, por favor, no te puede molestar eso.
ALEX – ¿Una tontería?
MARIANO – Exacto… Es una actriz, por Dios, dije eso más para molestarte que porque realmente lo piense…
ALEX – ¡¡¡Pues, te felicito!!! Si querías molestarme, ¡¡¡LO CONSEGUISTE!!!
MARIANO – Alex…
ALEX – ¿No crees que sea hermosa y talentosa y todo lo demás que dijiste?
MARIANO – Si que lo creo.
ALEX – ¿Ves?
MARIANO – Pero, Alex, ¡¡¡¡ES UNA ACTRIZ!!!!
ALEX – ¿Y?
MARIANO – Y eso, es una artista, sólo hablo desde la admiración, no te puedes poner celosa por eso…
ALEX – No es una actriz o una artista, es una mujer y yo soy tu novia y te la pasaste horas diciéndome lo maravillosa que crees que es ella. ¿Cómo quieres que me ponga?
MARIANO – Insisto en que exageras…
ALEX – Puede ser que tengas razón y que esté “exagerando” como dices, pero ¿¿¿¿¿cómo te sentirías tú si yo en frente de todo mundo y contigo al lado empiezo a babear y a hablar de lo hermoso, talentoso, sexy y de los maravillosos ojos azules de JUAN SOLER?????
MARIANO – Calculo que no debe ser nada agradable… Pero, era broma, amor…
ALEX – Pésima broma… (Intenta irse a su cuarto nuevamente) Y me parece que crees que realmente es todo eso que dijiste…
MARIANO – (La vuelve a tomar de la mano, pero ella lo rechaza) No te vayas a dormir así, enojada, Alex…
ALEX – Que descanses, baboso… (Se mete a “su” habitación)

Mariano no podía creer que sus chistes hubieran provocado semejantes celos en Alex. Se dio cuenta que sus comentarios no eran nada graves, pero que diciéndolos frente a tanta gente y con tanta vehemencia, de cierta manera, le había faltado el respeto a su novia. “Por eso el enojo”, pensó… Preparó el café de todos modos y se lo llevó a la rubia…

MARIANO – (Tocando la puerta con un codo) Amor, ¿estás despierta?
ALEX – ¿Qué quieres?
MARIANO – Te traje el café, mi amor, ábreme…
ALEX – Te dije que no quería…
MARIANO – Pero yo se que en el fondo si lo quieres…
ALEX – (Se levanta de la cama, le abre la puerta y toma la taza de café) Gracias, buenas noches. (Intenta cerrar la puerta, pero Marino pone el pie)
MARIANO – ¿Podemos hablar?
ALEX – Quiero dormir…
MARIANO – Perdóname, de verdad que era pura broma, amor, no quise hacerte sentir mal…
ALEX – (Aún trabándole la puerta) ¿Al menos sabes por qué estoy molesta?
MARIANO – Ahora lo entiendo y te juro que no fue mi intensión, se que fue como una falta de respeto hacia ti y créeme que jamás quiero que pienses eso de mí. Yo te respeto y te amo.
ALEX – ¿Fue una broma?
MARIANO – La peor y más estúpida broma que pude haber hecho y te juro que nunca más hablaré bien de ninguna otra mujer…
ALEX – No es eso, Mariano, ¡SIGUES SIN ENTENDER!
MARIANO – Explícame, por favor…
ALEX – (Seguían en la puerta) Te explico… Se que existen mujeres que son bellísimas y está bien que así sea, dicen que los ojos se hicieron para ver, lo que me molestó es que fueras tan…
MARIANO – ¿Fanático, tan obvio?
ALEX – Digamos que sí. Pusiste demasiado énfasis en su belleza y que te parecía hermosa, a mí me sonó más a una fantasía que a una “broma”.
MARIANO – Déjame pasar.
ALEX – No, mantén tu distancia.
MARIANO – Alex, déjame pasar…
ALEX – ¡Que no!
MARIANO – Alejandra Isabel Izaguirre, déjame entrar, quiero que hablemos bien y así no se puede.
ALEX – (Sabía que cuando le decía su nombre completo, estaba “algo” enojado y por el tono en que lo había dicho, parecía “bastante” enojado más bien). ¡Está bien! Pasa, pero tú en tu esquina y yo en la mía.
MARIANO – Ok, me parece perfecto. (Se apoya sobre el escritorio de Alex, junto a la puerta)
ALEX – Te escucho… (De pie, apoyada en la pared opuesta a la puerta, le da un sorbo a su café) Mmmm… Está exactamente como me gusta, muchas gracias… (Mariano le sonríe y la rubia casi se le tira encima, esa sonrisa hacía con ella lo que quería) No pongas esa carita que sigo enojada…
MARIANO – Alex, ni esa mujer ni ninguna otra me gusta, La única que me encanta, eres tú…
ALEX – No se notaba hace rato, hablabas maravillas de ella…
MARIANO – (Se acerca un poco) ¿Qué parte de fue una broma no entendiste?
ALEX – La parte donde te desvives por explicar lo hermosa que es…
MARIANO – (Se acerca un poco más) También dije que ninguna me parecía más hermosa que tú y que a nadie amaba tanto como a ti.
ALEX – (Se pone derecha, bien contra la pared) Si, lo dijiste…  (Sentía la cercanía de Mariano y quería frenarlo) No me vas a negar que te gusta esa, ¿no?
MARIANO – Es una muy bella mujer, no se puede negar eso… (Se acerca un poquito más)
ALEX – ¿Lo ves? ¡¡¡Seguro que hasta fantasías tienes con ella!!!
MARIANO – (Da un paso largo y queda bien frente a Alex) Las únicas fantasías que tengo, son contigo, ¿entiendes eso?
ALEX – ¿Me vas a decir que no te gusta, que no la quisieras en tu cama?
MARIANO – (Le toma el rostro con las manos y se pone a un milímetro de su boca) La única que me gusta y a la única que quiero en mi cama, en el piso, en el sillón, en la ducha, EN MI VIDA y hasta el último de mis respiros a mi lado, ERES TÚ… ¿Cómo hago para que lo entiendas? (Rozando sus labios con los de ella, prácticamente susurrándole) ¿Qué puedo hacer para que me creas?
ALEX – (Le costaba respirar y ya no tenía lugar para hacerse más atrás, no tenía escapatoria) Necesito buenos argumentos…
MARIANO – (Le besa la mejilla muy suavemente) ¿Argumentos?
ALEX – (Casi inconcientemente) Ajhá… Y muy buenos…
MARIANO – (Ahora le besaba la otra mejilla con la misma suavidad) Pues tengo un solo…
ALEX – (Ya casi se había olvidado que había algo más en el mundo que esa boca que la besaba) ¿Cuál?
MARIANO – ¡Este! (La atrae hacia sí y le da un beso sumamente apasionado).
ALEX – (Casi totalmente perdida) ¿Ese es todo tu argumento?
MARIANO – (Acostándola en la cama) Para nada, este es solamente el principio de mi argumentación…
ALEX – (Acostada completamente) Continúa, te escucho…
MARIANO – Y presta mucha atención, porque si no entiendes la primera vez que te explico…
ALEX – (Lo interrumpe) ¿Qué? ¿No me lo piensas volver a explicar?
MARIANO – (Sonríe) ¿Volverte a explicar? Mmmm… Una y otra y otra vez… Miles, millones de veces, las que sean necesarias para que no te quede ninguna duda… Sólo tengo una pregunta…
ALEX – ¿Cuál?
MARIANO – ¿Todavía quieres dormir sola?

Esa noche y por enésima vez, una rubia y un morocho se entregaron al amor…

En tan sólo unos pocos días, muchas cosas habían cambiado: Alex ya tenía trabajo, Julián estaba a punto de renunciar y ya lo había notificado, Mariano había empezado a dejar clientes, Caty tenía entre sus manos uno de los proyectos más importantes de su carrera y Miriam, bueno, esta niña había llegado para triunfar con su música y aunque todavía nadie lo sospechaba, también iba a ser quien pusiera muchísimas cosas en su lugar… Ninguno, ni siquiera la misma muchacha tenían ni idea de cómo agradecerían a la vida la llegada de “LA NUEVA ESTRELLA DEL ROCK”…

"Quiéreme, (como te quiero yo)" - El verdadero amor te atrapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora