Capítulo 031

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En la agencia de representaciones artísticas, propiedad de Catalina, se estaba cerrando un importante contrato. Hacía más de tres horas que la señora de Maidana se encontraba reunida con el matrimonio Hernández, los padres de Miriam, la potencial nueva estrella de la música. Ricardo y Estela, estaban felices con los términos del contrato y sólo faltaba arreglar la cuestión de la vivienda, porque era imperioso que su hija se quedara en la Ciudad de México. De este modo, se acordó que en un principio la muchacha viviría con Julián y Caty y luego se le buscaría un lugar propio, lo suficientemente cómodo como para recibir a sus papás y tres hermanos, cuando vinieran a visitarla desde Mazatlán. Los Hernández confiaban en Catalina porque tenían excelentes referencias sobre ella, así que una vez finiquitado el tema de la casa, firmaron el contrato. Un rato más tarde, se despedían de Miriam y Caty, en la puerta de la agencia.

CATY – Bueno, Miriam, ahora las que nos tenemos que ir. Somos nosotras…

MIRIAM – ¿A dónde?

CATY – A tu nuevo hogar…

MIRIAM – ¡Lo que sea!

La muchachita era extremadamente talentosa, sin embargo su mal genio le generaba más problemas que admiradores y Catalina era quien debía ayudarla a corregir esa conducta.

Julián las estaba esperando en el departamento, tenía mucha curiosidad con respecto a Miriam y quería comprobar que era como su esposa la había descrito. Las mujeres llegaron poco antes de la hora de la cena. Cuando Miriam vio a Julián, le pareció muy apuesto.

JULIÁN – ¡Hola, Miriam, bienvenida a tu casa!

MIRIAM – (Lo mira intensamente) ¡HOLA! (A Caty) ¿Este es TU marido?

CATY – Si… ¿Qué no te acuerdas que lo viste en las fotos suyas que tengo en mi oficina?

MIRIAM – Es que es más lindo en vivo y en directo.

JULIÁN – (Se ríe) Muchas gracias por el piropo, eres muy amable…

CATY – Miriam, ven, vamos a ver tu habitación.

MIRIAM – (Sin dejar de mirar a Julián y guiñándole un ojo) Si, si, MI HABITACIÓN…

JULIÁN – (Sorprendido) ¿Qué fue eso?

MIRIAM – ¿Eh?, no, nada, me entró algo en el ojo… Vamos a mi cuarto, entonces… (Se va con Caty)

JULIÁN – ¡Dios, qué niña! (Tocan la puerta y Juli abre)

ALEX – ¡Cuñado!

MARIANO – ¡Hermano!

JULIÁN – Pasen, pasen…

ALEX – ¿Y? ¿Ya llegaron?

JULIÁN –  Sip…

MARIANO – ¿Qué onda?

JULIÁN – (Sonríe) No sabría cómo explicarles así que mejor esperen a verla con sus propios ojos… (Alex y Mariano se miran y Julián habla en dirección al cuarto de Miriam) ¡Chicas, tenemos visitas!

En el cuarto.

CATY – Seguro son unos amigos que venían a cenar con nosotros. ¿Los quieres conocer?

MIRIAM – (Indiferente) ¡Me da igual!

CATY – Anda, ven, vas a ver que te caen súper bien.

MIRIAM – Si tú lo dices…

Cuando salieron del cuarto y Miriam vio a Mariano, se olvidó completamente de Julián. Si aquel le había parecido guapo, este otro era el monumento a la belleza masculina…

"Quiéreme, (como te quiero yo)" - El verdadero amor te atrapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora