Una vez en la calle, Francisco soltó el brazo de Alex y le pidió que la esperase ahí un momento. Se fue hasta la esquina y acto seguido, se empezó a oír una melodía… Alejandra miraba para todos lados sin darse cuenta de dónde salía la música y sin entender nada de lo que estaba pasando. En eso, desde la misma esquina donde había desaparecido su mentor, aparecieron unos mariachis y detrás de ellos estaban sus amigos. El grupo de mariachis cantaba “Las mañanitas”, obviamente y todo el coro estaba detrás, sonriéndole. Unos momentos más tarde, Caty se unió a los festejos. La muchedumbre se acercó hasta ella y a sólo unos metros de distancia, se detuvo. El grupo de gente se dividió en dos y con un enorme ramo de hermosas lilas en las manos, apareció el “charro Mariano”, cantando a todo pulmón…
Alex estaba muy emocionada y se le caían lágrimas llenas de felicidad. Escuchó toda la canción y cuando terminaron de cantar, saludó a todos esos seres que adoraba. Cuando llegó el turno de Mariano, lo abrazó y besó…
ALEX – Gracias, mi amor, eres el hombre más maravilloso que existe en este planeta…
MARIANO – ¡Feliz cumpleaños, mi vida, te amo!
ALEX – Tú es el mejor regalo del mundo, Mariano, en serio, muchas gracias por este detalle.
MARIANO – Te mereces esto y más… De hecho, estás muy equivocada si piensas que esto es todo…
ALEX – ¿Cómo? ¿Hay más?
MARIANO – (Se da vuelta, le habla a los amigos y ve que Caty le hace una afirmación con un movimiento de cabeza) Gente, aquí mi hermosa novia me pregunta que si hay algo más… (Se vuelve y mira a su rubia) No tienes idea de lo que nos costó pensar en un buen regalo, algo que realmente te hiciera feliz… Entre todos pensamos y pensamos y no dábamos con la ofrenda ideal para ti…
ALEX – ¿Entonces? No te entiendo, amor…
MARIANO – Finalmente, después de mucho pensar, nos dimos cuenta de qué es lo que más deseas en este mundo, así que…
ALEX – ¡Ya, dime! Me tienes loca de curiosidad…
MARIANO – (Se ríe) Amor, te trajimos lo que más amas en este mundo…
Los ojos de Alejandra se llenaron de emocionadas lágrimas cuando detrás del grupo de gente que estaba con ella, aparecieron sus papás y sus tres hermanos. Hacía más de un año que no los veía y los extrañaba horrores. Se abrazaron, besaron y saludaron con todo el fervor y el amor contenido en tanto tiempo sin verse. Mariano, al verla tan feliz, se emocionó tanto que también dejó caer algunas lágrimas que, con todo y su sal, no empañaban la alegría que le provocaba ver a su novia tan feliz. El morocho se acercó a sus amigos y Catalina le dio un enorme abrazo, realmente sentido…
CATY – Gracias por amarla así, Mariano…
MARIANO – (Aún muy emocionado) El agradecido soy yo, agradezco a Dios y a la vida por haberla puesto en mi camino…
JULIÁN – Esto que hiciste por ella, no tiene precio, amigo…
MARIANO – (Observando a Alex) Si es para que sea feliz, pago lo que sea…
Alex volteó buscando a su gran amor y cuando lo encontró, se acercó para estrecharlo en un fuerte abrazo…
ALEX – Te amo tanto…
MARIANO – No más que yo a ti…
Se miraron un momento que pareció eterno hasta que se acercaron Olivia y Octavio, los padres de Alejandra…
OLIVIA – Perdón que interrumpamos, hijita, pero queremos verle la cara a nuestro yerno…
ALEX – ¿Cómo que verle la cara, ma? ¿No lo conocen?