Maratón 1/2
Las calles del pueblo en uno de los rincones de Luisiana se encontraban llenas con aproximadamente unas quince personas y unos cinco carros en ella. Para ser un pueblo de 1500 habitantes, era decir mucho. Observaba por la ventana del auto mientras esperaba la respuesta de la persona en la otra línea.
"Deja tu mensaje..."
Al escuchar la insoportable voz de la contestadora, maldecí por bajo para después cortar la línea. Era la segunda vez que la llamaba y no se dignaba en contestar.
-- ¿A quién llamas? -- escuché la voz de Dylan preguntarme desde el asiento del conductor mientras le bajaba a la música de la radio.
-- A Waverly, ha estado actuando raro desde la mañana.
No había hablado con ninguno de nosotros en todo el día. Cada vez que intentaba acercarme, se daba la vuelta y apresuraba su paso en la dirección contraria. Intenté preguntarle a Logan y Alex sobre si sabían de algo, pero me respondieron con las mismas preguntas que rondaban en mi cabeza. Apagué mi celular y apoyé mi cabeza sobre la ventana mientras un largo suspiro salía de mí.
Que día.
-- ¿Qué fue lo que hizo que tu corazón frio y oscuro me quisiera invitar a comer? -- le pregunté a mi hermano con mis ojos viéndolo de reojo.
-- ¿Que? ¿Es tan raro que yo quiera pasar tiempo con mi hermana favorita? -- preguntó inocentemente. Volteé a verlo y levanté una ceja incrédula.
-- Solo tienes una hermana, imbécil.
-- ¡Con más razón! ¿¡Que sería de mi vida sin mí única hermana!? ¡La que le da luz a mi camino, la que le da sentido a mi vida...! -- exclamó como todo un poeta mientras movía sus manos para enfatizar sus palabras -- ¡La que...!
-- ¡Qué asco! Cierra la boca -- arrugué mi nariz al escuchar las cursis palabras. Dylan simplemente río a carcajadas al ver mi expresión. Una risita se escuchó en los asientos de atrás del auto. Leah reía suavemente mientras nos miraba a ambos con diversión. Le sonreí amigablemente para después dirigirme a mi hermano de nuevo -- ¿Me dirás la razón? -- le pregunté con mis brazos cruzados mientras lo miraba fijamente.
-- Bueno, me imaginé que hoy sería uno de esos días, así que pensé que la comida te alegraría. -- respondió sinceramente.
Sabía a qué se refería Dylan. Él sabía exactamente lo que pasaba el día después de una pesadilla. Las personas de este pueblo se conocen muy bien entre todos. Si estornudabas, en cinco minutos, todo el pueblo lo sabía. Así que mi estado de ánimo y mis acciones no solo pasaban en la boca de las personas de mi colegio, si no del todo el pueblo. Acostumbrada a los rumores y odio de la gente hacia mi persona, simplemente lo ignoraba y seguía con mi vida.
Llegamos finalmente a la cafetería. Al entrar el olor exquisito del café se filtró por mi nariz de inmediato. Dylan buscó una mesa cerca del escenario para que yo pudiera disfrutar mejor mi corta estadía en el lugar, con una deliciosa comida y buena música.
Cinco minutos después, Charlotte se aproximó a nuestra mesa con una gran sonrisa -- ¡Miren a quienes tenemos aquí! -- exclamó en el momento que se percató de nuestra presencia -- Mis dos hijas y uno de mis hijos favoritos -- dijo alegremente mientras nos miraba con amor.
-- ¿Uno? -- preguntó Dylan ofendido -- Pensé que era el único.
-- Cariño, sabes que te amo -- le estrechó fuertemente sus mejillas -- Pero no eres al único bebé que tengo.
-- No soy un bebé -- murmuró mientras hacía un puchero con sus labios y se cruzaba de brazos.
-- Bueno -- sacó una libreta de su delantal -- ¿Que les puedo servir a mis niños favoritos?
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Finally Saved
Fiksi RemajaDakota Lawrence, una chica de 17 años que trata cada día de su vida de olvidarse de su oscuro pasado que le ha brindado tantas pesadillas, ataques de ansiedad y muchas lágrimas. Ella piensa que su vida ya es bastante difícil con sus problemas en cas...